Por
Carlos Arbía - Una de las grandes incógnitas en el mercado financiero local y en Wall Street es si el BCRA
logrará manejar en los primeros meses de este año la situación cambiaria o esta
se volverá tan complicada no le quedará otro alternativa generar una
fuerte devaluación del peso en el mercado oficial de cambios similar a la de
enero del 2014. En ese entonces el valor del dólar oficial saltó un 25 %
pasando de $6,50 a $8,10 en medio de un cepo cambiario menos restrictivo
que el actual.
El
6 de enero pasado el BCRA anunció
la puesta en marcha de una serie de medidas destinadas a modificar el
funcionamiento de los instrumentos de la política monetaria, entre los que se
destaca un aumento de 2 puntos porcentuales en la tasa de interés de las Letras de Liquidez (Leliq), de
38% a 40% anual.
Con
el reciente aumento de la tasa de interés de referencia al parecer el BCRA
comenzó a preparar el terreno para acelerar las minidevaluaciones o "crawling peg", del peso
frente al dólar en el mercado oficial. Una especie de nueva tablita para
ajustar el tipo de cambio.
Esta
especie de nueva "tablita
cambiaria", que marca el ritmo diario de devaluación del peso
frente al dólar, pasó de 3 centavos en la previa electoral a más de 7 centavos
y en algunas jornadas de la semana pasada llegó a los 10 centavos por día. Por
ese motivo el valor del dólar
oficial en los últimos días empezó a subir de manera diaria a un
ritmo anualizado que ya supera el 35%, cuando venía aumentando a menos del 15%
anual en los meses previos a las elecciones.
La
intención del BCRA es ofrecer tasas
de interés más atractivas a los ahorristas y también para que
los exportadores salgan a liquidar los dólares para pasarse a pesos. En la
medida que el valor del dólar aumente más rápido se necesita que se paguen
rendimientos más altos para las operaciones en pesos. El problema es que una
suba del dólar oficial cercano a la inflación para evitar un
retraso del tipo de cambio real multilateral tiene que ser acompañado por una
suba gradual de la tasa de interés.
Qué dicen los expertos
Un
análisis realizado por la consultora Portfolio Personal Inversiones explica que
se trata del mayor ritmo de
depreciación del peso desde el 25 de febrero del año pasado,
cuando el ajuste diario llegó a 46,5% anual.
Desde
ese momento, el ministro de Economía, Martín Guzmán, decidió planchar el tipo de cambio oficial para
utilizarlo como ancla antiinflacionaria. El resultado no fue el esperado. La
inflación aumentó en diciembre más de lo proyectado y subió casi 51% el
año pasado frente al 33 por ciento que había calculado el titular de Hacienda
en el Presupuesto 2021.
"El
mercado esperaba que este movimiento
más acelerado del dólar ocurriera luego de las legislativas, pero
desde entonces sorprendió por el gradualismo con el que venía ejecutándolo el
Central. Esto comenzó a cambiar más claramente a partir de la semana
pasada", señalaron desde PPI.
El
riesgo es que la tasa se vaya atrasando en relación al ritmo de aumento del dólar oficial, porque se
profundizaría la falta de oferta de divisas. Éste fue el motivo más importante
que generó la devaluación brusca ocurrida en enero de 2014.
Una inflación a la que le
cuesta romper el piso del 50% anual trajo como efecto secundario el reciente
aumento de las tasas de interés dispuestas por el BCRA.
Este
movimiento empezó a encontrar correlación en las últimas ruedas cambiarias en
una suba a mayor ritmo para el dólar oficial. De acuerdo a estimaciones
privadas, el Banco Central empezó
a flexibilizar el ritmo devaluatorio suave o gradual puesto en
práctica desde que se reforzó el "cepo" cambiario a fines de 2019,
también llamado "crawling peg". Este recorrido representa
además una importante aceleración respecto a lo sucedido en diciembre, cuando
el dólar pasó de una suba de 1% mensual a poco más de 2%. Ahora ya se acerca al
3% mensual de ajuste, acercándose a la inflación mensual aunque todavía por
debajo de ella.
Desde
la consultora Eco Go señalan que "en lo que va de enero, el BCRA convalida
un ritmo de devaluación en torno al 2,3% mensual, mientras que el resto de
las consultoras prevén que la inflación de enero podría llegar a rozar el
4%.La estimación de consultores y bancos es que el ajuste del dólar a lo largo
del 2022 le terminará ganando incluso a la inflación. El último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) de
diciembre pasado muestra que el tipo de cambio oficial terminará el año arriba
de los $160.
Por
lo que pudo saber iProfesional la
intención del titular del BCRA, Miguel Pesce, es seguir adelante con lo que el
mercado ha comenzado a llamar una "devaluación silenciosa". Esto
implica un ajuste más rápido del tipo de cambio que no haga ruido y que incluso
pase lo más desapercibido posible. También busca evitar la posibilidad de un
fuerte ajuste del tipo de cambio.
Según
las consultoras consultadas, el BCRA aceleró a partir del jueves 13 el
movimiento del crawling peg a
una Tasa Nominal Anual (TNA) de 35,8% y el viernes la subió levemente a 36,4%
anual. Esta tendencia devaluatoria todavía no corrige la brecha con la
inflación pero es una buena señal del BCRA.
"Tomando
la media móvil de cinco días, para suavizar movimientos puntuales de un día, la
suba del tipo de cambio está viajando a una TNA de 29%, trepando a los máximos
desde el 5 de marzo del año pasado (29,7%). Fue tan marcado el escalón que
saltó el crawling peg desde
el jueves, desde un ritmo de 22/24% a 35/36%, que parecería no haber lugar para
una reversión de esta estrategia", detallaron los expertos de Portfolio
Personal.
El
ministro de Economía, Martín
Guzmán, repitió durante 2021 de manera persistente que no iba a
haber devaluación tras las elecciones legislativas de noviembre, aunque en el
mercado daban por descontado una aceleración significativa del tipo de cambio
oficial luego de los comicios.
Lo
cierto es que el valor del dólar oficial se movió hacia arriba la mayor parte
del año pasado a un ritmo de 1% mensual mientras la inflación subía al 3 %
mensual. Pero en diciembre pasado el BCRA modificó su estrategia y empezó a
mover a un mayor velocidad el tipo de cambio oficial (crawling peg). Además el
presidente del Central, Miguel
Ángel Pesce, prometió a banqueros y empresarios que la intención era
acelerar gradualmente la devaluación diaria del peso,algo que comparte ahora el
ministro Martin Guzmán.
Algunos
analistas advierten que en el último mes el riesgo de un salto devaluatorio
está creciendo por varios factores, entre ellos la sequía, y la demora de
cerrar un nuevo acuerdo con el FMI.
En
ese contexto no se debe desechar que en algún momento del año podría haber un
salto devaluatorio de entre el 20 al 30 por ciento similar al de enero de 2014
en el segundo mandato de Cristina Ferandez de Kirchner cuando Axel Kicillof era ministro
de economía. Ese fue el mayor saldo devaluatorio del kirchnerismo desde el
2003.
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