Por
Martín Kanenguiser - La falta de un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) será más costosa para el país que para el organismo multilateral
porque provocará una mayor caída en el ingreso de dólares y más problemas
cambiarios.
Así
lo afirmó el ex secretario de Finanzas Daniel Marx, quien afirmó que el
Gobierno debe realizar varios “deberes domésticos” antes de pensar en pedir
ayuda para cerrar un programa de refinanciación de la deuda que se contrajo en
la presidencia de Mauricio Macri.
“No
alcanzar un acuerdo será mucho más costoso para el país que para el FMI”,
afirmó.
En
un seminario virtual para fondos de inversión extranjeros organizado por el
Adcap Grupo Financiero, Marx advirtió que un escenario de atrasos luego de los
vencimientos de marzo implicará un progresivo deterioro con la comunidad
financiera internacional que generará más estrés sobre la economía argentina.
Marx,
quien se desempeñó como negociador durante los gobiernos de Raúl Alfonsín,
Carlos Menem y Fernando De la Rúa, sostuvo que seis meses
después del vencimiento del plazo de pago, el FMI declarará oficialmente la
cesación de pagos y a partir de ahí comienza un cronograma que llevará a una
pérdida de derechos en el directorio y luego una eventual suspensión como
miembro del organismo, si el default no se soluciona.
En
paralelo, enfatizó que tanto el Banco Mundial como el Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) ralentizarán el desembolso de algunos créditos para el país
si no hay acuerdo con el FMI y se perderá la prefinanciación para el comercio
exterior, lo que generará mayor presión sobre las reservas internacionales
del Banco Central para pagar el tránsito de mercadería al contado.
“En
el caso de los bancos multilaterales solo aprobarían solamente determinados
créditos para proyectos específicos, como la reducción de la pobreza”, explicó.
Con Javier
Timerman, fundador de Adcap Grupo Financiero como anfitrión, Marx respondió
a las inquietudes de los ejecutivos financieros, que focalizaron sus preguntas
en el nivel de reservas del BCRA, las medidas de control de capitales y el
panorama para la economía argentina en 2022 y 2023.
Con
prudencia, Marx dijo que gestiones como las que desarrolló esta semana el
gobierno con la visita del canciller Santiago Cafiero no son tan
relevantes si antes no se completa, como lo pidió el Departamento de Estado, la
presentación de un programa económico por parte del Gobierno.
Santiago
Cafiero y Antony Blinken
“En
realidad hay que hacer mucha tarea previa antes de llegar a un acuerdo. Y
la dirigencia política cree que puede evitar estas cuestiones”, afirmó Marx.
En
cuanto al rol de la oposición, consideró que la dirigencia de Juntos por el
Cambio “va a afirmar que la responsabilidad primaria es del Gobierno y que
primero deben lograr el apoyo dentro de la coalición oficialista y que ellos
son un backup”.
De
inmediato, recordó que el año pasado el Gobierno prometió presentar en el
Congreso un plan plurianual que nunca dio a conocer y que pidió que el acuerdo
con el Fondo se apruebe en el parlamento, pero sin brindar todas las
precisiones necesarias.
En
cuanto a los escenarios posibles hasta la fecha clave de marzo, consideró que
“es posible” que el Gobierno mantenga una retórica beligerante mientras “por
abajo” intenta llegar a un acuerdo técnico con el staff del Fondo.
“La
otra posibilidad es un acuerdo light, por el que la Argentina logra un acuerdo
que no convenza a nadie ni resuelve los problemas, pero sí resuelve los
problemas financieros de corto plazo y evita una crisis mayor”, afirmó.
“Puede
tratar de no aumentar la confrontación y suavizar algunos de los efectos de no
pagar”, indicó Marx.
Acerca
de la situación económica argentina este año, advirtió que “algunos de los
problemas serán mayores que en 2021, como un mayor impacto de la sequía sobre
el stock de dólares, posiblemente haya mayores controles de capital y tensión
sobre el aumento de las tarifas de los servicios públicos, porque la suba
anunciada del 20% no es suficiente”.
Marx
aclaró que las reservas del Banco Central ya están en un terreno negativo y
consideró que una mayor caída “generará un terreno muy volátil” en materia
cambiaria.
Por
otra parte, relativizó la posibilidad de que el Gobierno obtenga recursos
financieros de China o Rusia para pagar la deuda si no llega a un acuerdo con
el Fondo. En el primer caso, porque China “ya dejó en claro que se moverá
de acuerdo con la negociación” con el organismo multilateral, y, en el segundo,
porque “el Gobierno no debería querer acercarse más a Moscú cuando está muy
latente el conflicto con Estados Unidos por Ucrania”.
Además,
Marx destacó la suba de la tasa de interés y la aceleración del ritmo de
devaluación por parte del Banco Central, pero aclaró que “se necesitan más
señales en este sentido: están acelerando la devaluación al 2,5% mensual,
contra 3,5% mensual de inflación; es más que en 2021 pero no alcanza para
cubrir la brecha”.
En
cuanto a la visión de los empresarios sobre la situación local, explicó que
“van a seguir invirtiendo más los argentinos que los extranjeros, pero con
mayor cautela que en 2021, ya que prefieren posponer inversiones a la espera de
mejores tiempos, lo que significa mayor salida de capital”. De hecho, aclaró,
“creo que las estadísticas oficiales no reflejan la realidad porque hay salida
de capital que no se reflejan en el mercado oficial, por lo que es mayor que lo
que se informa, sobre todo en el área de
servicios”.
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