“Lo
que quiere el FMI es imponernos un programa. No estamos de acuerdo”, dijo
Alberto Fernández.
En
línea con la exposición que el ministro de Economía, Martín Guzmán, dio ante
los gobernadores la semana pasada, el presidente Alberto Fernández embistió
ayer contra el Fondo Monetario Internacional (FMI) y denunció presiones para
implementar un programa económico.
“El
Fondo en sus estatutos dice que el FMI analizará el programa que el país
proponga, pero en verdad lo que intenta hacer el Fondo Monetario, una vez más,
es imponernos un programa y ahí no estamos de acuerdo”, aseguró el primer
mandatario en una extensa entrevista con la radio AM 750. El Presidente, sin
embargo, negó que el default esté dentro de las variables que maneje su
administración en caso de no poder afrontar los pagos de marzo próximo.
“Argentina
está absolutamente impedida de afrontar ese pago. Nadie piensa seriamente en el
mundo que la Argentina puede pagar, entre capital e intereses, 19.000 millones
de dólares este año”, agregó Fernández, aunque destacó que no está en su cabeza
la posibilidad de un default. “Para poder pagar, primero hay que crecer”, y
destacó que “este año hemos logrado el crecimiento más alto del país en toda su
historia”, un logro que, dejó trascender, no está dispuesto a morigerar con lo
que el Gobierno califica como un “presupuesto de ajuste” que pueda ser aprobado
por el FMI.
En
tren de repartir culpas, Fernández reiteró que “el Fondo tiene una cuota de
responsabilidad de lo que pasó”. Y agregó: “Me parece que, más allá de la
responsabilidad que cada uno tenga, el gobierno y las autoridades del Fondo de
entonces, habiendo entregado un préstamo incalificable en términos técnicos, a
eso sobreviene una pandemia: no se le puede pedir a un país como Argentina más
exigencia que la que un país puede dar”.
Luego
añadió: “La discusión es ver cómo tiene que ser el programa, si es como el que
proponemos, con crecimiento para afrontar pagos, o es, otra vez, volver a la
receta eterna del Fondo, que es más ajuste, achicar la economía, importar menos
para que los dólares que sobren que alcancen para. Para hacer eso no estamos,
por eso se demora la discusión”, aseguró el primer mandatario.
Después
de criticar al FMI, Fernández aseguró que la posición de Estados Unidos
(principal socio de la entidad) “no está clara”, pero que “debería apoyarnos”,
porque Joe Biden está “haciendo un programa keynesiano inmenso en su país”.
Otros
dardos fueron dirigidos hacia la oposición. Luego de distinguir entre “la
actitud del gobernador de Jujuy y algunos sectores de Pro”, el
Presidente
afirmó que “tenemos que estar todos anoticiados y trabajar unidos para que la
negociación permita que el crecimiento no se detenga y que la deuda no se
vuelva en un nuevo padecimiento”. Y añadió: “Este es un problema que va a
atravesar a varias generaciones, a mi gobierno y el que empiece en 2023 y 2027.
Lo razonable es transparentar dónde estamos y dar un mensaje claro de la
dimensión del problema que tiene la Argentina”.
“Encontramos
retóricas vergonzosas de quienes generaron el problema. En el año 2018 la Argentina
no le debía un centavo al Fondo Monetario. Mal que les pese, estas fueron las
decisiones que tomaron ellos, equivocados o malintencionados, decisiones que le
van a costar a Argentina el esfuerzo de generaciones, lo mejor es trabajar
unidos para encontrar una solución para la Argentina”, continuó el primer
mandatario.
Aliados internacionales
En
otro tramo de la entrevista, Fernández manifestó su enojo hacia los sectores
que cuestionan a Venezuela, Cuba o Nicaragua, cuyos apoyos fueron decisivos para
obtener, el viernes pasado, la presidencia de la Comunidad de Estados
Latinoamericanos y Caribeños (Celac). “También Chile, Colombia o Uruguay forman
parte de la Celac, cuando (Sebastián) Piñera la presidió nadie se rasgó las
vestiduras”, graficó. Con relación al supuesto enojo de EE.UU. por el próximo
viaje presidencial a China, a principios de febrero, el Presidente afirmó: “Que
yo viaje a China no significa que rompa relaciones con EE.UU.”, y destacó que
“el mundo bipolar de la Guerra Fría se acabó”. Culminó este tramo diciendo que
“EE.UU, es un país muy importante, una potencia, con el que tenemos que tener
buenas relaciones”.ß
“Argentina
está absolutamente impedida de afrontar ese pago”
“La
discusión es ver cómo tiene que ser el programa, con crecimiento o ajuste”
“Lo
razonable es dar un mensaje claro de la dimensión del problema”
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