Por Yanina Otero - La
cosecha récord de trigo junto con los altos precios internacionales continúan
apalancando un extraordinario ingreso de divisas del campo, solo durante la
primera semana de enero el sector aportó poco más de u$s600 millones, lo que
representa un muy buen inicio de año en un trimestre además donde el sector
liquidaría el récord de u$s9.000 millones.
Los dólares que
aporte el agro este año a la economía argentina cumplirán, quizás más que
nunca, un rol clave porque justamente el Gobierno necesita de divisas genuinas
luego de que semanas atrás pagara al FMI u$s1.855 millones, correspondientes al
multimillonario crédito que tomó Mauricio Macri en 2018. En un contexto además
en el que entre febrero y marzo, se le deberán pagar otros u$s3.425 millones al
FMI y u$s670 millones a otros organismos.
Más
allá de las necesidades puntuales de la economía argentina el agro se consolida
como el principal generador de divisas genuinas para la Argentina. Durante el 2021 fue un actor clave aportando nada
menos que el récord de u$s33.000 millones y para este 2022 se espera que
continúe la tendencia con ingresos de alrededor de u$s32.000 millones.
Las
proyecciones de la Bolsa de Comercio de Rosario indican que enero el campo
liquidaría alrededor de u$s3.400 millones, en febrero u$s2.550 millones y marzo
poco más de u$s3.000 millones. Lo que representa casi u$s1.500 millones más que
en los primeros tres meses del año 2021 y u$s3.500 millones más que el promedio
de los últimos cinco años.
Lógicamente
los precios internacionales juegan un rol clave en este esquema y por lo pronto
la soja continúa cotizando en el terreno de los u$s500 por tonelada lo que
aseguraría no solo una liquidación récord de divisas sino también que se
activen ventas por grano de la campaña pasada durante los primeros meses del
año y antes de la cosecha 2022 de la oleaginosa.
La mala noticia es que la
sequía que actualmente está afectando a Brasil, Paraguay y Argentina no solo
genera incertidumbre en el mercado para impulsar los precios internacionales
sino también afecta directamente a las proyecciones de rinde de la soja y el
maíz. Concretamente
Brasil ya descartó la posibilidad de alcanzar una cosecha récord de soja y la
producción apenas llegaría a las 131 millones de toneladas, mientras que en
Paraguay las pérdidas son tantas que se estima directamente un recorte de
alrededor del 25% del PBI agrícola. En Argentina la situación es compleja pero
por el momento los técnicos a campo no proyectan recortes productivos
concretos, aunque la ola de calor que se espera para esta semana complicaría
fuerte el estado de los cultivos.
El
interrogante entonces es si la suba de los precios internacionales puede llegar
a compensar posibles pérdidas de rindes en la cosecha de soja y maíz. Todavía
es pronto para saberlo pero lo cierto es que para la próxima semana, luego de
la intensa ola de calor, se esperan lluvias claves en la región un núcleo, en
un marco además en donde el fenómeno climático La Niña se mantendrá vigente
hasta marzo.
Así
las cosas, se esperan semanas claves no solo respecto a vencimientos de deuda
que deberá afrontar el Gobierno sino también al desarrollo climático para la
campaña agrícola 2022 y el ingreso de divisas del campo en un contexto de
máxima tensión para las reservas. Un cóctel complejo y para seguir de cerca.
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