Domingo 9 - Por Carlos Arbía - La presentación del
ministro Guzmán esta semana sobre el avance de las negociaciones puso de manifiesto en el mercado local y en Wall
Street las dificultades que tiene el Gobierno, en particular el ministro Martin Guzmán y
su equipo, desde casi dos años para avanzar en un nuevo acuerdo con el FMI.
También,
puso sobre la mesa algunas nuevas malas noticias que llegan desde
Washington que, plantean una negociación más problemática que la esperada por
la presión del FMI para mejorar las cuentas fiscales desde ahora para llegar a
déficit cero en el 2025 y no después del 2027 como plantea Guzmán.
La
principal virtud de un acuerdo con el FMI y/o un plan de estabilización
asociado consiste en la posibilidad de bajar la incertidumbre
alineando expectativas alrededor de un sendero macro. La presentación de esta
semana prácticamente no aporta en ese sentido. Por el contrario, podemos
afirmar que agrega dudas en varios planos.
El
reciente informe semanal de la consultora Consultatio elaborado por el
economista Hernán Echague señala que "hay varias dimensiones para analizar
de esa presentación. Arranquemos por la formal: el Gobierno hizo presentación
sobre la marcha del acuerdo con el FMI sin el FMI, y a diferencia de lo que
ocurre con cualquier anuncio consensuado, el organismo tampoco hizo público
ningún comunicado con referencias a esta presentación. Dicho de otra
manera: el Gobierno realizó anuncios
de los avances del acuerdo en soledad".
La
segunda característica llamativa de los anuncios fue el nivel
de generalidad de la presentación. En un cuadro que llevaba como
título "La propuesta de la República Argentina" bastante alineado con
la presentación pre-pandemia hecha a principios de 2020 expuso una serie de
objetivos e intenciones macro prudenciales sin ninguna referencia a la forma en
la que planea conseguirlos.
En
su cuenta de Twitter, el Portfolio Manager de Consultatio, Francisco Mattig,
destacó varios de los principales puntos que Guzmán no menciono en su
presentación. Las proyecciones de inflación, de tipo de cambio, el sendero
fiscal, la acumulación de reservas, y la evolución de las tasas de interés.
Una
gran cantidad de analistas consultados por iProfesional coinciden que lo más
llamativo del enfoque planteado por el ministro fue la combinación
de gradualismo fiscal con tasas de interés reales
positivas para respaldar la demanda de activos denominados en pesos.
Es una mezcla de política
fiscal laxa con política monetaria más restrictiva algo bastante parecido a los
lineamientos con la experiencia de la gestión de Cambiemos 2016-2018 pero
con algunas
diferencias importantes. El gobierno hoy no tiene crédito externo, tiene menos
reservas internacionales liquidas, más deuda pública, la inflación es el doble,
las tasas internaciones han empezado a subir, y todavía hay una amenaza de
freno de la economía por la cuarta ola de Covid en el mundo.
El
informe de Consultatio afirma que la presentación agrega dudas en varios
planos:
1.
Política fiscal laxa con tasas de interés reales positivas y un nivel casi
récord de pasivos monetarios es equivalente a mayor déficit cuasifiscal;
2.
Objetivo de equilibrio fiscal en 2027 con escaso crédito pone una presión al
financiamiento del BCRA que hace difícil armonizar cualquier idea de baja de
inflación para ordenar la macro;
3.
La falta de aval del organismo a lo presentado por el ministro vuelve más
dificultosa la posibilidad de un acuerdo pronto que permita capitalizar sus
virtudes de corto plazo.
Los
economistas consultados por iProfesional coinciden que la principal variable a
monitorear es la del tipo de cambio implícito, ya que con la emisión
que se realizó en diciembre, la caída de CCL en diciembre y la caída de la
demanda de dinero estacional que típicamente arranca en enero, las presiones
son claramente al alza. En segundo lugar, está el tipo de cambio oficial.
Mercado
con muchas dudas
"Luego
del mensaje de Guzmán, el mercado ahora tiene más dudas sobre la posibilidad de
un entendimiento con el FMI y estima
que las negociaciones podrían extenderse más allá del primer trimestre de 2022″, explicaron a iProfesional
desde Research for Traders.
Por
su parte el economista Gustavo Ber, titular del Estudio Ber, destaca que
"al más cauteloso clima externo, los activos locales deben sumar las
renovadas preocupaciones que despertó la presentación del equipo económico
respecto a las negociaciones con el FMI -explicitando un desacuerdo sobre el
sendero fiscal- entre los inversores, que ven cómo avanza el calendario y así
resta menos tiempo hasta el 22 de marzo", cuando se deberá cumplir con un
fuerte vencimiento de unos 2800 millones de dólares.
Luego
de la presentación de Guzmán a gobernadores, sindicalistas y
empresarios el mal clima reinante entre el gobierno y la oposición se ha
agravado. Los problemas comenzaron cuando la conducción de Cambiemos dispuso
que los gobernadores de ese espacio no participaran de la reunión convocada por
el gobierno para que el ministro de Economía les diera información sobre el
estado de la negociación con el FMI.
Pero
desde el gobierno lograron convencer a los gobernadores Gerardo Morales y
Gustavo Valdés para asistir o al menos mandar enviados a la reunión convocada
en el Museo del Bicentenario. Para peor de la oposición el gobernador jujeño
lanzó aquella frase que detonó sobre todo en el interior de Cambiemos.
"Esta deuda la contrajimos nosotros y lo menos que tenemos que hacer es ir
a esa reunión" dijo Morales y genero una fuerte polémica dentro del
principal partido opositor.
Las reacciones de los
principales dirigentes de Cambiemos fueron muy duras para con el ministro
Guzmán y hacen dudar con respecto a un acuerdo entre el gobierno y la
oposición para aprobar en el futuro el nuevo Proyecto de Presupuesto 2022 que el oficialismo
deberá presentar en el Congreso. En particular las del Jefe de Gobierno Horacio
Rodríguez Larreta, Alfredo Cornejo, Patricia Bullrich. El comunicado posterior
a una nueva reunión de su mesa de conducción, terminó detonando la relación.
Dejó
en claro un compromiso por "la colaboración con el futuro del país",
que marca la necesidad de contar con "un plan de desarrollo a largo
plazo" que no vislumbraban y que esperaban conocer el próximo lunes cuando
los recibiera el ministro de Economía, pero finalmente Guzmán por el momento no
los recibirá. Cambiemos consideraban "indispensable" que las
autoridades llevaran "información concreta sobre cuáles son los pasos a
seguir para que la Argentina retome este camino de crecimiento". La
oposición puso como fecha para el encuentro el lunes, pero en rigor de verdad
el Gobierno nunca había hablado de fechas.
El
enojo oficial se mostró en las redes sociales. El presidente de la Comisión de
Presupuesto de la Cámara baja, Carlos Heller, advirtió que "durante la
presidencia de Mauricio Macri se endeudaron con el FMI en 44 mil millones
de dólares y se comprometieron a devolver esos préstamos en plazos
imposibles. No consultaron al Congreso. No lo discutieron con nadie". Y
agregó: "Ahora, convocados por el Gobierno a una reunión informativa en el
camino de ir resolviendo el desastre que dejaron, ponen un pliego de
condiciones para asistir".
En
tanto la vicepresidenta del bloque oficialista en Diputados, Cecilia Moreau, se
pronunció tras las declaraciones de Rodríguez Larreta: "Lo escucho
y no puedo creer lo cínico que es; dice que la solución a la deuda que
tomaron con el Fondo debe discutirse en el Congreso. La decisión del
endeudamiento histórico al que nos llevaron Macri y Vidal la tomaron solos. No
consultaron ni a sus ‘aliados’". Fuentes cercanas a la Casa Rosada algunos
comentaron en privado que el encuentro podría postergarse hasta el febrero.
La
respuesta de mercado a esta presentación fue clara: los bonos argentinos en
dólares cayeron en las dos ruedas siguientes. Con un acuerdo que está más lejos
de lo que muchos anticipaban, la pregunta es cómo sigue la coyuntura financiera
hasta tanto se concrete.
A
la baja de los bonos soberanos por lo problemas internos hay que
sumarle el aumento en los rendimientos de los principales títulos del Tesoro de
EE.UU., que testearon su mayor nivel en años después que la Fed señalara la
posibilidad de un aumento de tasas más rápida de lo previsto, además de la retirada
de los estímulos. En este contexto, el riesgo país medido por JP Morgan llego a
los 1.801 puntos básicos, después de haber alcanzado el jueves en forma
intradiaria las 1.828 unidades.
Por
último, la reciente decisión del BCRA del jueves de aumentar su tasa de
referencia en dos puntos porcentuales, hasta un 40% anual, y el rediseño
general en los instrumentos de política monetaria para reforzar las condiciones
de estabilidad macroeconómica es una buena señal. Mientras tanto, Guzmán por ahora se aleja de la posibilidad de
alcanzar un acuerdo para refinanciar unos 45.000 millones de dólares debido a discusiones
respecto a la forma en que el país debe reducir su déficit fiscal.
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