Viernes 7 - Por Juan Strasnoy
Peyre
- Luego de haber postergado el movimiento durante diciembre, finalmente el
Directorio del Banco Central definió avanzar en una suba de las tasas de
interés en su primera reunión de 2022. La entidad elevó el rendimiento
de las Leliq y
de los plazos fijos.
La medida, que se suma a otras decisiones oficiales tomadas a partir de lo
conversado con el Fondo Monetario Internacional, incluye también un reordenamiento
de los instrumentos de política monetaria que va en sintonía con las metas de
reducir la emisión e incrementar el financiamiento del Tesoro vía deuda en
pesos.
Ámbito
había adelantado que el tema tasas podía ser tratado este jueves. Finalmente, el incremento pautado fue de 2 puntos porcentuales, algo menor a
los 3 puntos que esperaba el mercado. Así, la tasa de las Letras de
Liquidez (Leliq) a 28 días pasa a ser del 40% nominal anual luego de permanecer
fija en 38% durante casi 14 meses. De esta forma, la tasa efectiva
anual trepa del 45,44% al 48,3%.
Así,
para que los rendimientos se ubiquen en terreno positivo en términos reales,
como pidió el FMI y el propio BCRA anunció la semana pasada que impulsaría, se
debería de registrar una desaceleración de la inflación interanual efectiva en
los próximos meses y también de las expectativas de inflación. En noviembre,
último dato disponible, el índice de precios al consumidor (IPC) marcó un alza
interanual del 51,2%. Mientras que el último Relevamiento de Expectativas del
Mercado (REM) publicado por el Central marcaba una proyección promedio de
inflación para 2022 del 52,1% de parte de los analistas consultados.
La
autoridad monetaria decidió elevar también la tasa mínima que los bancos deben
pagarles a sus clientes por los depósitos a plazo fijo. Para los plazos fijos
minoristas (los que realizan las personas humanas por hasta $10 millones), el
piso sube del 37% nominal anual al 39% para las colocaciones a 30 días. Para el
resto de los depositantes, la tasa mínima garantizada se establece en 37%
anual.
La
medida busca desalentar la demanda de dólares al pagar un premio algo más alto
por dejar los ahorros en pesos. Aunque será necesario que se verifique una
menor inflación para que el retorno sea nítidamente positivo. Por caso, ahora
los plazos fijos minoristas a 30 días pagarán un interés mensual del 3,25%
(antes era del 3,07%). Esto implica que, para que los ahorros no pierdan valor,
la inflación mensual deberá ser inferior a ese número. Por lo pronto, las
primeras proyecciones hablan de un primer trimestre con un IPC en torno al
3,5%.
La
suba busca alinear las tasas en pesos con el nuevo ritmo de devaluación. La
entidad que preside Miguel Pesce comenzó a acelerarlo
en diciembre (luego de estar anclado en torno al 1,1% mensual, avanzó 1,8%) y
subió otro escalón en el comienzo de enero con la intención de mantener estable
el tipo de cambio real a lo largo del año.
Algunos
analistas advertían que el riesgo de dejar la tasa quieta y acelerar el
crawling peg (depreciación administrada) era que los exportadores busquen
financiarse a tasas negativas en pesos y posterguen la concreción de sus
ventas, justo cuando las divisas más se necesitan para atravesar un verano
desafiante.
El
BCRA señaló que la meta es “propender hacia retornos
reales positivos sobre las inversiones en moneda local” y
“preservar la estabilidad monetaria y cambiaria”. “A lo largo de 2022, se
espera que cedan los factores que presionaron sobre el nivel general de
precios. La política cambiaria y de tasas de interés, junto con una
administración prudente de la liquidez, contribuirán a mejorar las expectativas
cambiarias”, aseguró la entidad.
Cambio
de instrumentos
Por
otro lado, el Central definió avanzar en una “simplificación de la
organización de la liquidez sistémica”. Para ello, reordenó sus
instrumentos de administración de la política monetaria, es decir, los títulos
que les coloca a los bancos para regular la cantidad de dinero que circula en
la economía y reabsorber parte de los pesos emitidos.
Primero,
definió crear una nueva Leliq a 180 días de plazo, que se subastarán
semanalmente y cuya tasa se fija en 44% nominal anual y 48,9% efectiva anual.
Las Leliq a 28 días se mantendrán como centro de referencia (40% TNA y 48,3%
TEA) y se ofrecerán dos veces por semana. En segundo lugar, se eliminarán
progresivamente los Pases pasivos a siete días y se mantendrá como instrumento
más corto a los Pases a un día, con TNA del 32% y TEA del 37,7%.
Para
favorecer el desplazamiento desde los Pases a siete días, también se expandió
el límite máximo de tenencia de Leliq a 28 días “por hasta un monto
proporcional al stock de depósitos a plazo del sector privado de cada entidad
financiera”. Desde el BCRA explicaron que la intención es extender los plazos
de esterilización al darle mayor preponderancia a las Leliq y dejar la liquidez
inmediata en Pases a un día.
Con
todo, la medida también busca que los bancos migren parte de su liquidez a
títulos públicos para aumentar el fondeo del Tesoro. Pese a que se amplió el
límite de tenencia de las Leliq a 28 días, sigue existiendo un tope: así, a los
bancos podría convenirles no suscribir Leliq a 180 días con TNA del 44% y
volcarse a letras del Tesoro, que pagan algunos puntos más.
Estos
cambios monetarios serán complementados con la participación del Central en el
mercado secundario de títulos públicos “a efectos de alinear la estructura
temporal de tasas y garantizar la liquidez de estos instrumentos”, una tarea que
la entidad comenzó a realizar ya el año pasado y que es similar a la de los
creadores de mercado. La intención es fortalecer el financiamiento del Tesoro
en el mercado de deuda en pesos para reducir la asistencia monetaria del BCRA
al fisco, que es una de las grandes exigencias del FMI.
Además,
la intervención del Central en la plaza de títulos públicos es un paso hacia el
cambio de esquema de política monetaria que el oficialismo busca generar a
mediano plazo: migrar de un esquema en el que la administración de la liquidez
se realiza a través de la colocación de deuda por parte del BCRA (Pases y
Leliq, cuyo stock terminó 2021 en $4,7 billones) hacia uno en el que eso se
haga mediante su participación en el mercado de títulos públicos u otros
activos, como ocurre en la mayoría de los países.
FMI
En
los hechos, la suba de tasas es una más de las decisiones tomadas en el último
tiempo por el Gobierno y el Central en pos de avanzar en el acuerdo con el FMI
y en el ordenamiento de las variables macroeconómicas. Ya la Secretaría de
Finanzas había avanzado a fines de diciembre en un alza de sus rendimientos que
se sumó a los leves ajustes previos. El acuerdo respecto de un conjunto de
medidas para atacar la inflación e intentar acumular reservas ya se reflejó también
en: la negociación de un acuerdo de precios e ingresos, la aceleración del
ritmo de depreciación, el corrimiento de la intervención en el CCL y el anuncio
del descongelamiento de las tarifas, entre otras. Como blanqueó el miércoles
Guzmán, hoy la principal traba en la negociación técnica para refinanciar la
deuda de u$s45.000 millones que tomó Mauricio Macri es el sendero fiscal, con
un Fondo que pide un ajuste más acelerado.
|