Por Santiago
Reina - En medio de las diferencias entre el Gobierno y el Fondo Monetario
Internacional (FMI)
en materia fiscal, los bonos argentinos
reaccionaron de forma negativa este jueves. El Riesgo País supera
los 1.800 puntos básicos por primera vez en un mes.
El
referencial medido por el banco JP Morgan trepa hasta las 1.821 unidades,
máximo desde el 1° de diciembre pasado. Sucede ya que los títulos soberanos en dólares, que surgieron de la
reestructuración de la deuda con acreedores privados en 2020, sufren pérdidas
de hasta 3,3%. Los activos a más corto plazo, como los bonares AL29 y
AL30, o el global GD30, son los más golpeados de la jornada.
El
ministro de Economía, Martín Guzmán, reveló el
miércoles a los gobernadores que la propuesta de la República Argentina al FMI
incluye, entre otros aspectos, una consolidación fiscal gradual, una reducción
de la emisión monetaria para financiar al Tesoro, el establecimiento de tasas
de interés reales positivas y un tipo de cambio real consistente con superávit
comercial.
Sin
embargo, durante el encuentro en la Casa Rosada, el funcionario expresó que
"el sendero fiscal es el aspecto medular de las negociaciones con el FMI y
es el punto donde hasta ahora aún no hay acuerdo".
Sobre
este punto, desde el Gobierno pretenden una reducción gradual del déficit
"compatible con la sostenibilidad de la deuda pública y una redefinición
del gasto público", y apuntalada fundamentalmente por la vía
"virtuosa" de la recuperación económica, para llegar a un equilibrio
fiscal aproximadamente en 2027. Mientras tanto, desde el organismo multilateral
de crédito pretenden un recorte del gasto en términos reales para el corto
plazo.
"El
Fondo pide una política de ajuste que el Gobierno argentino no está dispuesto a
llevar adelante porque compromete al pueblo argentino y su posibilidad de
crecer y desarrollarse", afirmó la portavoz de presidencia, Gabriela Cerruti, en la primera rueda de prensa del
año. "Esperamos que se pueda resolver lo antes posible (...) Argentina no
va a entrar en default", agregó.
La
propuesta argentina plantea además la necesidad de llevar a cabo "una
política fiscal contracíclica para apoyar la recuperación en curso, mejorar la
focalización del uso de los recursos del Estado, impulsar el gasto de capital,
Educación, y Ciencia & Tecnología, para aumentar los multiplicadores de
corto plazo y el crecimiento a largo plazo y un fortalecimiento de la
administración tributaria que incremente la progresividad".
Guzmán
fue taxativo en resaltar que en la negociación se están defendiendo "los
intereses de la Argentina". "Lo que estamos haciendo es negociar no
solo para los próximos meses sino para todos los próximos años. Nosotros nos
ponemos la camiseta de Argentina y cada quien debe definir qué camiseta tiene
puesta", sentenció.
Donde
sí hay un entendimiento con el FMI es en el tema de las reservas, para las
cuales se estima un crecimiento de entre u$s3.000 y u$s4.000 millones por año.
El
ministro también dijo que se coincidió en la importancia de reducir el
financiamiento del Banco Central al Tesoro. Economía busca incrementar el financiamiento
vía deuda en moneda local y que "la oferta monetaria crezca cuando la
demanda monetaria crezca".
El
programa monetario también contempla la aplicación de tasas de interés reales
positivas para respaldar la demanda de activos denominados en pesos.
En
referencia a la baja de la inflación, además de la reducción de la emisión
monetaria, la Argentina propone "el fomento del crecimiento sostenido de
la producción de bienes transables (que se comercian con el exterior) y
políticas de precios e ingresos para coordinar expectativas y objetivos".
Finalmente,
respecto del tipo de cambio, la propuesta oficial incluye un tipo de cambio
real consistente con el superávit comercial, la acumulación de reservas
Internacionales y la regulación de la cuenta financiera.
En
el segmento en pesos, los bonos indexados a la inflación (CER) también
registran mayoría de bajas, que llegan hasta el 1,6%.
Tomás
Ruiz Palacios, Estretegia en el Grupo Cohen, sostuvo que, en caso de no haber
acuerdo con el FMI, títulos como el TX26 o el TX28 podrían derrumbarse 20%, con
una proyección conservadora. Creo que romper con el Fondo debería ser
considerado más grave y las primas de riesgo podrían ser peores. Es decir, esas
caídas de precios podrían ser mucho mayores", acotó.
En
ese sentido, recomendó evitar bonos en moneda doméstica que venzan en 2023 o
después, "hasta que pase la tormenta".
Acciones
Por
si parte, la bolsa porteña revierte pérdidas iniciales pese al mencionado
desencuentro con el FMI y el acercamiento de la Fed estadounidense hacia una
política monetaria más dura, con subas en las tasas de interés antes de lo
esperado y reducción en sus tenencias de activos.
El S&P Merval de Bolsas y Mercados Argentinos (BYMA) sube
un 0,1%, a 83.950 unidades. Las acciones que más crecen son las del sector
financiero, con Banco Macro ( 3,6%) y BBVA (2,8%) a la cabeza.
El
índice es apuntalado por las acciones de empresas argentinas que cotizan en
Wall Street (ADRs), que exhiben mayoría de ganancias, también lideradas por el
sector de bancos. Vale remarcar que este rubro es el más beneficiado por los
potenciales aumentos de tasas del banco central norteamericano.
Los
activos de plazas emergentes se veían más temprano afectados por la minuta de
la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados
Unidos.
|