Por
Daniel Blanco Gómez - Luego de reestructurar la deuda con bonistas extranjeros
en agosto de 2020, el Gobierno tenía previsto dar un siguiente paso cerrando
una restructuración con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por la deuda de
USD 44.000 millones contraída por el gobierno del ex presidente Mauricio
Macri. En ese sentido, el ministro de Economía Martín Guzmán apuntaba
a cerrar un acuerdo en diciembre de ese año o a principios de 2021, algo
que finalmente no ocurrió por diversos factores como las diferencias y los
cálculos políticos al interior de la coalición de gobierno acerca de qué hacer,
y las idas y vueltas en torno de temas como el plazo del nuevo acuerdo y los
sobrecargos del Fondo.
Esta
situación hizo que, por ejemplo, desde diciembre la Argentina pague 1% más de
tasa de interés, algo que podía haber evitado firmando antes un “Acuerdo de
Facilidades Extendidas” a diez años de plazo.
Superada
en el tiempo esa instancia de no acuerdo, Guzmán intenta ahora acelerar el
mismo y para eso buscará explicarles hoy a los gobernadores provinciales los detalles de
las negociaciones con el organismo de crédito.
Pero,
¿qué implica lograr un acuerdo y por qué es necesario que se de en el muy corto
plazo?
Desde
el Ministerio de Economía dijeron a Infobae que existen tres
variables en la que se sostendrá un acuerdo de facilidades extendidas con el
organismo de crédito internacional para estirar vencimientos que Argentina no
puede afrontar.
El
FMI reconoció en un comunicado emitido en diciembre avances con el Gobierno en
cuanto a la necesidad de adoptar medidas para reducir la alta inflación y
lograr mayor inversión y crecimiento económico, luego de varios días de
discusiones técnicas en Washington REUTERS/Yuri Gripas/
El
propio Guzmán dará hoy detalles a los gobernadores sobre esas
variables: la emisión monetaria; el sendero fiscal y las reservas
disponibles del Banco Central.
Estos
son los puntos más relevantes que Argentina deberá privilegiar para avanzar con
una restructuración del crédito stand by tomado en 2018
durante la gestión de Cambiemos para avanzar con uno de facilidades extendidas
a 10 años de plazo.
El
acuerdo vigente obliga a Argentina a afrontar compromisos por casi USD 40.000
millones entre 2022 y 2023 y por cerca de USD 5.000 millones en 2024, en un
contexto de debilidad de las reservas del Banco Central.
Mientras
tanto el Gobierno viene llevando a cabo políticas para avanzar en dirección con
los lineamientos que evaluará el FMI. En ese sentido, las fuentes consultadas
por este medio destacaron que el déficit está bajando sobre la base del
crecimiento económico que registró el año pasado –oficialmente esperan un
rebote del 10%– y añadieron que está previsto que el déficit fiscal cierre 2021
cerca al 3 por ciento.
Asimismo,
las fuentes remarcaron que la base para poder cumplir con los compromisos de
deuda es el crecimiento de la economía. Desde el Gobierno destacaron no
solo el rebote del PBI en 2021 tras la caída de 9,9% en 2020, sino el aumento
de las exportaciones tanto en volumen como en precios, la reducción del déficit
y la suba de las inversiones en 2021 en torno al 35 por ciento.
Cabe
destacar que si bien el Gobierno había dicho que incluiría los lineamientos del
nuevo acuerdo con el FMI en un plan plurianual que el presidente Alberto
Fernández prometió enviar al Congreso en diciembre, será el propio acuerdo
de Facilidades Extendidas el que oficie en ese sentido.
El
ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Claudio Loser,
estimó hoy que Argentina “se está acercando cada vez más" a un acuerdo con
el FMI
En
ese contexto, el ex director del Departamento del Hemisferio Occidental del
FMI, Claudio Loser, estimó hoy que “se está acercando cada vez más”
el acuerdo entre ese organismo y la Argentina, y recomendó al Gobierno que
“diga la verdad” y no salga “con cuentos para la tribuna” sobre lo que se
firmará.
“Sí,
va a haber acuerdo. Hay discusiones, pero se está acercando cada vez más el
momento”, vaticinó el economista.
“Los mejores acuerdos se dan cuando las dos
partes no están contentas y en este momento creo que sucede eso, pero si la
Argentina no cierra, para el país será un desastre, porque no tendrá fuentes de
préstamo ni del Banco Mundial, ni del BID”, advirtió Loser en declaraciones a
Radio Rivadavia.
De
acuerdo al economista, la gran pelea ahora es “venderle el programa a los
miembros del Fondo Monetario, porque el organismo tiene 192 países y muchos
pueden decir que no tienen por qué pagar por los errores que se cometieron”.
Las
fuentes consultadas por este medio indicaron que las conversaciones con
el staff del FMI siguen de forma virtual aunque no está
prevista una misión que vaya a Washington a seguir avanzando en dirección a un
acuerdo.
Cabe
mencionar que los detalles finales de acuerdo los aprueba el board del
Fondo y la directora gerente Kristalina Georgieva. No obstante, el equipo
técnico del organismo, el staff, es el que comanda la letra chica del programa
y negocia con los funcionarios locales.
En
tanto, el economista Federico Furiase estimó hoy que es “difícil” que
la Argentina logre firmar “rápido” un acuerdo con el FMI, y aseguró que el
Gobierno trata de buscar apoyo político “antes que dar señales concretas de
cómo vienen las negociaciones”.
“Hoy
luce difícil que se firme un acuerdo rápido con el FMI, puede ser que se demore
en el tiempo. Entonces el Gobierno trata de dar una señal política” reuniéndose
con gobernadores, sostuvo Furiase.
Para
el economista, el riesgo de crisis “está en el frente cambiario”, a la vez que
añadió: “Pocas reservas en el Banco Central y una brecha cambiaria tan amplia,
marcan ese riesgo”.
“Por eso, entre otras cuestiones, hay que
cerrar un acuerdo con el FMI”, afirmó Furiase, en declaraciones radiales.
Además,
advirtió: “Corremos el riesgo que si no se suben tarifas para bajar el déficit
fiscal, si no se mueve más rápido el tipo de cambio oficial, si no se cierra un
acuerdo con el FMI, se puede ir a una mayor tensión cambiaria y a más
inflación”.
El
FMI reconoció en un comunicado emitido en diciembre avances con el Gobierno en
cuanto a la necesidad de adoptar medidas para reducir la alta inflación y
lograr mayor inversión y crecimiento económico, luego de varios días de discusiones
técnicas en Washington.
El
organismo que dirige Kristalina Georgieva destacó la importancia de reducir el
déficit fiscal y adecuar las tasas de interés de referencia para controlar el
nivel de precios, que en 2021 rondarán el 50 por ciento, entre otras medidas
que forman parte de su menú habitual.
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