Por
Santiago Dapelo - Los gobernadores de la oposición, que hoy no asistirán al
encuentro convocado por el presidente Alberto Fernández para presentar las
metas económicas que se negocian con el FMI, acordaron finalmente reunirse con
el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, el lunes próximo junto a los
jefes de los bloques parlamentarios. Los mandatarios opositores insisten en que
el ámbito de debate debe ser el Congreso de la Nación.
El
Gobierno no tendrá hoy la fotografía que imaginó para presentar ante el Fondo
Monetario Internacional (FMI), pero la derrota no es total. Mientras sube la
presión de Estados Unidos para que la administración de Alberto Fernández
“sincere” los números antes de dar su visto bueno a la negociación, los
gobernadores de
Juntos
por el Cambio rechazaron la invitación y dejaron ex puesta la ausencia de
acuerdos internos, un requisito prioritario para el Fondo. De todasformas,
enviarán representantes.
El
Presidente pasó gran parte del día ayer maldiciendo a Horacio Rodríguez
Larreta. Distinta es la situación con Gustavo Valdés (Corrientes) y Gerardo
Morales (Jujuy), sobre quienes se activaron mecanismos para lograr torcer su
postura. El encargado de la tarea fue el Presidente, quien se comunicó
directamente con ellos, con quienes mantiene una “excelente” relación.
Si
bien desde la conducción de Juntos por el Cambio aseguraron que los cuatro
gobernadores faltarán a la cita, el Presidente y Morales llegaron a una
solución intermedia. A ellos se plegaron Valdés y el mendocino Rodolfo Suárez.
El jujeño enviará a su vice, Carlos Haquim; mientras que Suárez, a Enrique
Vaquié, ministro de Economía. Valdés también sumará gente de su confianza. El
único que no confirmó la presencia de ningún funcionario fue el gobierno
porteño, lo que volvió a recalentar la interna opositora.
Así,
desde la oposición buscaron enviar una señal de que los puentes no están rotos.
Incluso, en la charla con Morales y Valdés, el Presidente resolvió un nuevo
encuentro para el lunes con los gobernadores y los jefes de bloque legislativos
de la oposición, según confirmaron fuentes del Gobierno y Juntos por el Cambio
(ver aparte). Alberto Fernández chocó contra su ansiedad. La idea de ampliar la
convocatoria a sindicalistas y empresarios para, junto a los 24 mandatarios,
poner “blanco sobre negro” en la negociación con el Fondo, fue suya. Se trató
de un pedido que le hizo el jefe del Estado a su ministro de Economía, sobre
quien volvieron furiosas críticas por la ausencia de redes de contención a la
hora de avanzar con las invitaciones.
En
un intento de torcer la primera negativa de los gobernadores de la oposición
finalmente decidieron separar a los mandatarios de los empresarios y
gremialistas, pero no alcanzó. La decisión de los tres gobernadores radicales y
Rodríguez Larreta de Juntos por el Cambio era irreversible. Al menos para casi
todos, siempre según las expectativas del gobierno nacional.
Mientras
tanto, hoy, desde las 17, en el Museo del Bicentenario, el jefe del Estado y el
titular del Palacio de Hacienda harán un repaso del estado de situación con el
FMI ante 19 gobernadores –también anunció su ausencia de Juan Schiaretti–, la
gran mayoría del Frente de Todos. A ellos se plagarán Omar Gutiérrez (Neuquén)
y Arabela Carreras (Río Negro). Cuando restan menos de 24 horas para el
cónclave, el interrogante es hasta dónde irá Guzmán.
“Vamos
a transparentar todo”, anticipó una altísima fuente del Gobierno. Según informó
ayer la nacion, Guzmán revelará ante los gobernadores las metas económicas que
negocia con el FMI por la deuda. En el listado aparecen los compromisos de
reducción de déficit, de acumulación de reservas y de emisión monetaria para
los próximos años. Pero sin “los consensos internacionales que hacen falta”
para refinanciar el stand-by por US$57.000 millones que en 2018 el Fondo le
otorgó al gobierno de Mauricio Macri, según admitió Guzmán hace unos días, y
con el principal bloque opositor lejos de un acuerdo, el escenario que asoma
para el gobierno es complejo.
El
riesgo de un default está latente y encendió las alarmas en Balcarce 50. Este
año el Estado nacional tiene por delante vencimientos por
US$19.000
millones; en el primer trimestre son US$3900 millones. Imposible de hacer
frente para una economía como la de la Argentina, que atraviesa cuatro años de
crisis.
Mala señal
En
medio de furiosas negociaciones, el Gobierno excluyó a sindicalistas y
empresarios del encuentro de mañana para así conseguir el apoyo político de los
24 mandatarios. El gesto no alcanzó. “Es mucho más una reunión política que una
reunión en serio, de trabajo institucional”, lanzó Rodríguez Larreta para
esquivar el convite. El lugar natural para la discusión, según dijo el jefe de
gobierno, es el Congreso de la Nación.
La
exposición de Rodríguez Larreta provocó una respuesta en masa del Gobierno. “La
deuda externa generada por Mauricio Macri es un problema para cuatro
generaciones de argentinos que cargarán los próximos 15 gobiernos. Así de grave
es el perjuicio para el país que generaron en tan solo cuatro años. La deuda
fue absolutamente irresponsable e inmoral desde todo punto de vista: se utilizó
para que el sistema financiero internacional fugase sin control. No lo decimos
nosotros, lo dice el FMI, que de kirchnerista no tiene nada”, cuestionó el
ministro del Interior, Wado de Pedro.
Y
apuntando directo al jefe de gobierno, lanzó: “Una reunión con gobernadores
para discutir la deuda que nos dejaron es una reunión política. ¿Dónde quieren
tratar semejante tema? ¿En un cumpleaños? Rodríguez Larreta, es hora de ser más
responsables y constructivos. No con el Gobierno, sino con la Argentina que
usted dice querer”.
La
portavoz del Presidente, Gabriela Cerruti, aseguró que el Gobierno escuchó el
reclamo de los mandatarios de la oposición. “Si se habla de diálogo y consenso
en los grandes temas de Estado, este es un gran tema de Estado, es una
negociación de la Argentina con 129 países del mundo, todos deberían ser
capaces de sentarse a conversar”, cuestionó Cerruti. El Presidente, en tanto,
mandó un mensaje por elevación. En una serie de tuits, Fernández hizo mención
de la orden que le dio a la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para que haga
una denuncia ante la Justicia Federal para que se investiguen “acciones del
anterior gobierno que promovieron el espionaje ilegal y diversas persecuciones
judiciales contra sindicalistas y opositores”. El contenido de las palabras
presidenciales, según confió un exégeta del Presidente, estaba dirigido a dos
personas: Rodríguez Larreta y Mauricio Macri. “Los trató de mafiosos, así de
enojado estaba”, remataron desde el entorno del mandatario.ß
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