Viernes 31 - Por Carlos Burgueño - Argentina buscará que los USD1.892 millones pagados el 22 de
diciembre pasado al Fondo Monetario Internacional (FMI) vuelvan a las reservas del Banco
Central. Lo mismo que los USD 738 millones que se le deben liquidar al
organismo que maneja Kristalina Georgieva, y que serán liquidados, al igual que
el pago de diciembre, con los dólares que quedan en la entidad que maneja
Miguel Pesce. Y también los USD 1.892 millones que se liquidaron por intereses
en septiembre pasado. La idea del ministerio de Economía, es que los USD 4.522
totales, regresen a las reservas entre marzo y abril de 2022.
Según el criterio que el ministro de Economía, Martín Guzmán, está
negociando con el organismo, ese dinero forma parte del total de los USD 44.700
millones que Argentina está discutiendo en el nuevo acuerdo, con lo que
correspondería que de llegar a buen puerto las conversaciones; ambos pagos ya
concretados en septiembre y diciembre formen parte del monto a liquidar hacia
delante. En consecuencia, tendría ser dinero que debería volver al país. El
argumento de Guzmán parece tener puntos a favor. Argentina negocia cómo pagar
los USD 44.700 millones que el FMI le prestó hasta septiembre de 2019 durante
el gobierno de Mauricio Macri. El Facilidades Extendidas no es en realidad un
plan de pagos de lo que se liquidó, sino un nuevo préstamo por el monto exacto
que se liquidó hasta ese mes del 2019. El cronograma que se discute es el plan
de liquidaciones de ese préstamo, en un plan de pagos a 10 años comenzando a
pagar en 2025, acelerando las liquidaciones en 2026. Afirman desde Buenos Aires que las
argumentaciones parecen razonables y que si hay acuerdo final en tiempo y
forma, el dinero girado en ambos casos podría volver. De lograr esta
meta, para el Gobierno sería una noticia especialmente positiva. Al país le
quedarían disponibles unos USD 4.522 millones para ejecutar durante el 2022. Y
como se trata de dinero que proviene de los DEG del propio FMI, podrían ser
utilizados para paliar las consecuencias de la pandemia, según la fórmula
original de lo que marcaba el propio organismo como destino del dinero. Si se
aceleran las negociaciones, también podrían entrar en juego los USD 738
millones que se le deben pagar al FMI en enero, y que también debían liquidarse
con los DEG.
De lo que no podrá zafar el gobierno es de pagarle al Club de París los
USD 195 millones correspondientes a la segunda cuota del acuerdo cerrado con
ese organismo en junio de este año y que implica dos cancelaciones antes del
cierre final de marzo del año próximo cuando deberían pagarse al Club unos USD
1.900 millones por el préstamo total. La intención de Guzmán es que una vez
cerrado el Facilidades Extendidas comenzar a negociar con los países que
integran ese otro organismo.
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