Por
María Julieta Rumi - El Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) tenía previsto
firmar ayer un aumento del 9,8% que regiría a partir del 1º de enero de 2022
para los prestadores de internet, telefonía fija y televisión por cable o
satélite que tengan hasta 100.000 accesos totales. La resolución saldría hoy en
el Boletín Oficial y sería el cuarto incremento oficial para el sector en un
año desde que salió el decreto 690/2020, que declaró servicio público a las
telecomunicaciones y determinó que los precios serían fijados por el gobierno
nacional.
En
esta oportunidad, sin embargo, no estaría contemplada la suba oficial para las
grandes compañías de telefonía celular y cable que, en su mayoría, tienen
medidas cautelares dictadas por la Justicia contra el decreto y siguen
estableciendo sus propios precios.
En
este sentido, hace unos días el vicejefe de Gabinete convocó a una reunión a
los directivos de estas empresas. Asistieron los representantes de Telecom,
Telefónica, Claro y Arsat, el presidente del directorio del Enacom y tres
directores.
Jorge
Neme planteó que la intención del Gobierno era buscar “puntos de acuerdo”. Que
se aspiraba a un “servicio esencial para el desarrollo de la sociedad en su
conjunto e insumo fundamental para la construcción de un sistema productivo
competitivo” y que “no era lógico ni razonable” que el tema esté judicializado.
Hubo un intercambio de opiniones y se acordó que las compañías presentarían una
propuesta para iniciar la negociación.
La
propuesta debería girar alrededor de tres ejes, según Jefatura de Gabinete:
definición de servicio público esencial, qué prestaciones incluiría; modos de
actualización de tarifas y línea de base de niveles de inversión para acompañar
el desarrollo tecnológico y mejorar el servicio. En los primeros días de 2022
habría una segunda reunión.
Los aumentos
El
primer aumento que otorgó el Gobierno post-DNU tuvo lugar hace un año, en
diciembre de 2020, cuando autorizó un incremento del 5% para los servicios de
telefonía fija, móvil, internet y cable, que habían estado congelados la mayor
parte de 2020 por la pandemia de coronavirus y la necesidad de trabajar y
estudiar desde el hogar (resolución 1466).
Dos
meses después, a fines de febrero pasado, el Enacom dijo que las empresas de
telefonía celular podían subir un 7,5% y un 2,5% adicional, en febrero y marzo,
y las de TV paga, internet y telefonía fija, entre el 5% y el 7,5% a partir de
marzo. Pero la condición era que devolvieran lo facturado en exceso en esos
meses (resoluciones 203 y 204).
Finalmente,
en julio pasado se autorizó un tercer y último incremento del 5% para la
telefonía fija, la móvil, internet y la televisión por suscripción con la misma
condición que el anterior: que se devolviera lo facturado por encima de lo
autorizado (resolución 862).
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