El
ministro de Economía, Martín Guzmán, se refirió ayer a la Evaluación Ex-Post
sobre el fracaso del stand-by agreement (SBA) firmado en 2018 y señaló que
quedó demostrado que el dinero se usó para “pagar deuda insostenible”.
“Hubo
un salvataje a acreedores privados que habían entrado a hacer una apuesta en
2016”, sostuvo Guzmán en relación con los datos que se divulgaron del informe.
También dijo que se utilizó para financiar activos externos. “Los números son
muy claros”, afirmó en diálogo con C5N, y agregó que alrededor de US$21.000
millones se usaron para pagar deuda insostenible, y US$24.000 millones, para
financiar salida de capitales del país.
La
difusión del informe, confeccionado por el economista noruego Odd Per Brekk,
tuvo lugar el mismo día en que el Gobierno concretó el pago de un vencimiento
de deuda al Fondo Monetario Internacional por 1900 millones dólares.
Guzmán
destacó que en la reunión de directorio del Fondo, donde se trató la auditoría,
se afirmó que “debería haber habido una operación de deuda [una acción que
comparó con la reestructuración llevada adelante en 2020 con acreedores
privados] y medidas para regular la salida de capitales”.
El
funcionario indicó que los controles de capitales deberían haberse aplicado
“antes para que no pase lo que efectivamente pasó”. Aun así, admitió que hubo
países que no pensaron de la misma manera y lo atribuyó a una discusión
geopolítica. De todas maneras, se mostró abierto a la idea de que haya un
análisis más profundo. “Al Fondo le hace falta una revisión mayor sobre lo que
hizo el gobierno de [Mauricio] Macri”, expresó. Guzmán cree, como otros
funcionarios del Gobierno, que el préstamo al gobierno anterior fue una acción
política más que técnica, por el monto otorgado en tiempo récord.
“Es
necesario que haya una evaluación seria, [saber] si se cumplieron o no las
normas y el Estatuto del Fondo Monetario. Se supone que un préstamo del FMI no
debería usarse para financiar la salida de capitales, y en los números es claro
que eso ocurrió en el país”, consideró.
El
ministro no dio pistas concretas sobre cuándo podría firmarse un acuerdo con el
Fondo. Sí dijo que el gobierno argentino pretende llevar adelante un programa
económico que mantenga la senda “del crecimiento con inclusión”. En este
sentido, descartó –al menos por el momento– políticas de ajuste.
“Esto
es un paso adelante, pero ilustra también las diferencias que existen dentro
del Fondo, cuando vemos que hay un conjunto amplio que constituye al FMI con
que están de acuerdo con que acá se debería haber hecho otra cosa, pero otros
no son tan autocríticos. Nosotros estamos trabajando para lograr como Estado
Nación poder llevar adelante el programa que quiere la Argentina, de
crecimiento con inclusión”, explicó.
El
ministro de Economía puso de manifiesto, además, que, según el informe “se
tendría que haber entendido mejor el fenómeno inflacionario en la Argentina”. Y
señaló que el organismo identificó “múltiples causas” que lo originan.
“No
se podía atacar como lo hizo el gobierno de Juntos por el Cambio solo con la
tasa de interés y haciendo que se emita menos de golpe. Eso fue un descalabro,
empeoró la situación de la economía real y terminó profundizando la recesión”,
analizó.
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