Por
Esteban Lafuente - La inestabilidad económica local y la persistente inflación
son algunos de los factores que sostienen una tendencia que cruza gobiernos y
no se detiene: la dolarización de los ahorros de los argentinos. Según las
últimas estimaciones del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec),
son US$252.186 millones los fondos que los ciudadanos del país guardan fuera
del sistema local.
El
monto corresponde al tercer trimestre de este año y surge del último informe de
Balanza de Pagos, publicado ayer. La cifra, que ilustra la desconfianza de los
argentinos en el peso y el sistema financiero local, contempla fondos alojados
en cuentas bancarias del exterior, atesorados en cajas de seguridad o en “el
colchón”, tanto en dólares como en otras divisas.
Según
estas estimaciones del Indec, el volumen de dinero guardado fuera del sistema
creció un 2% y subió en US$4843 millones en los últimos 12 meses (el organismo
estimó este stock en US$247.434 millones al tercer trimestre de 2020). A su
vez, en el último trimestre de este año, el monto que los argentinos atesoran
fuera del sistema local creció en US$2215 millones.
No
es un fenómeno nuevo para la economía local. Años que acumulan crisis
económicas, cepos, confiscaciones de depósitos, inflación, cambios de moneda,
déficit fiscal, emisión y pérdida del poder adquisitivo sostienen un escenario
de desconfianza en el sistema local y de deterioro del peso. Así, la moneda
local se usa para hacer pagos y transacciones cotidianas (algunas, como las
propiedades ya se hacen en dólares), pero perdió su rol como reserva de valor,
y muchos de los que tienen capacidad de ahorro recurren al dólar u otras
monedas para preservar el valor de su ahorro.
El
dato, además, es elocuente si se lo compara con otras variables locales. Ese
stock de dinero guardado fuera del sistema equivale a seis veces las reservas
brutas del Banco Central, que al cierre de ayer se ubicaron en US$41.109
millones.
“Es
un stock muy significativo, que se ha venido acumulando en las últimas décadas.
Ya incluso en 2006 la Reserva Federal de Estados Unidos estimaba que la
Argentina era el país que más dólares billete per cápita tenía en todo el
mundo. Y a partir de eso vinieron 15 años de formación de activos externos muy
intensos, con lo cual no es un problema nuevo para la Argentina”, comentó
Martín Vauthier, economista de la consultora Anker Latinoamérica. Y agregó:
“Ese stock en la zona de US$250.000 millones es unas 100 veces las reservas
netas que tiene el BCRA, y esa es una cifra que muestra que al país no le faltan
dólares, de hecho, al sector privado le sobran. Al que le faltan es al
Central”.
Vauthier
dijo que este número más que reflejar la demanda de dólares muestra la
debilidad de la demanda de pesos. “Y eso es algo que está muy vinculado a la
inestabilidad macroeconómica de las últimas décadas y a las tasas de interés
reales negativas. Se ha venido agravando en los últimos años y se ve sobre la
brecha cambiaria y el muy ajustado stock de depósitos y de crédito en pesos
sobre el PBI”, señaló.
Y
este no es el único rubro que muestra cómo los argentinos atesoran bienes fuera
del país. El informe del Indec registra que en concepto de “Inversión directa”
(bienes, propiedades u otros activos físicos) los argentinos tienen declarados
US$42.049 millones. En comparación con igual trimestre de 2020, ese stock se
incrementó en US$1635 millones (4%).
En
tanto, la categoría “Inversiones de cartera”, que contempla títulos públicos,
acciones y otros instrumentos financieros, fue el de mayor crecimiento, en
sintonía con el alza que mostró este tipo de instrumentos a nivel global. Según
el informe del Indec, este rubro concentra ahorros por US$76.130 millones.
El
boom financiero en los últimos 12 meses quedó reflejado en las cifras
oficiales. Con respecto al tercer trimestre de 2020, las “inversiones de
cartera” declaradas por argentinos se incrementaron en un 14,6%. En términos
netos, la cuenta sumó US$9726 millones.ß
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