Por Andrés
Sanguinetti - La industria electrónica logró recuperar los niveles de
producción previos a la pandemia, con subas que llegan hasta el 78% si se las
compara con 2019 pero el consumo no acompaña
todavía esa recuperación, ya que las ventas se mantienen frenadas, en
especial en los rubros de televisores y acondicionadores de aire.
Por
lo menos así se advierte en un documento elaborado por la Asociación de
Fábricas Argentinas Terminales de Electrónica (Afarte) que, en base a
datos del Ministerio de Industria de Tierra del Fuego, sostiene que entre enero
y octubre pasados se fabricaron 2.329.725 unidades, un 46,3% más que en el
mismo período de 2020 y un 62% más que en 2019.
En
materia de acondicionadores de aire las subas son más pronunciadas ya que se
fabricaron 1.117.610 equipos, un alza del 119% respecto del año pasado y del
78,24% en comparación con 2019.
El
reporte también destaca que en el mismo período se produjeron 8.415.729 de
celulares, marcando una suba del 84,6% en comparación con el 2020 y del 35,3%
con relación al mismo lapso del 2019.
Al
respecto, Federico Hellemeyer, presidente de Afarte, advirtió que si
bien las cifras de producción son alentadoras en las comparativas interanuales,
"el consumo viene rezagado, particularmente en las categorías de
televisores y acondicionadores de aire".
Para
el ejecutivo se debe tener en cuenta que la comparación de los niveles de
fabricación se realiza contra 2019 por lo atípico que fue el 2020 como
consecuencia d la pandemia de Covid-19, que generó el cierre de las plantas
durante casi tres meses y alteró el suministro de insumos y comercio
internacional.
"Y
cuando hablamos del 2019 es necesario recordar que ese no fue un buen año, de
hecho en volúmenes de producción fue el peor año de los diez anteriores",
agrega.
Si se suman las proyecciones
para noviembre y diciembre, se estima que al terminar el año se habrán
fabricado en torno a los 9.75 millones de celulares; 2.75 millones de
televisores y 1.25 millones de
acondicionadores de aire, cifras que también son mayores a las alcanzadas por
la industria en los dos años anteriores.
Sin
embargo, los niveles de consumo no están acompañando estos incrementos ya que
en el reporte de Afarte se asegura que en todos los rubros se fabricaron más
unidades de las demandadas.
De
hecho, un informe de la consultora especializada GFK estima que las ventas
de televisores entre enero y octubre de este año, que llegaron a
1.477.455 unidades, tuvieron un incremento de tan solo el 8,9% en comparación
con el mismo período del 2020 cuando se comercializaron 1.356.715 de equipos. Y
todavía están un 4,77% por debajo de las ventas de 2019 que fueron de 1.551.473
unidades.
En
cuanto a los aires acondicionados, en los primeros 10 meses de este año se
vendieron 580.853 equipos. Es decir, un 14,43% más que en el 2020 pero un
12,91% menos que en el 2019.
En
el rubro de celulares, el trabajo asegura que las ventas mostraron una
mejor performance, con 7.280.527 teléfonos vendidos entre enero y octubre,
marcando una suba del 50,86% con relación al año pasado y de un 23,15% frente a
los datos del 2019.
"Nuestro sector no
escapa a la crisis económica general que afecta al país y que condiciona el
poder de compra de los consumidores en el mercado interno", advierte el
titular de Afarte al analizar las cifras del reporte.
Sostiene
también que, habiéndose recuperado, durante el 2021, los niveles de producción
después de los cierres de las plantas de tres meses en el 2020 y los quiebres
de stock correspondientes, en la segunda mitad de ese año el objetivo para el
2022 es lograr una recuperación en la dinámica de consumo de todas las
categorías.
"Para
conseguir esta meta, es clave brindar al cliente la más variada oferta de
financiamiento, facilitando el acceso a nuestros productos", agregó.
En
este sentido, hizo referencia a herramientas como las líneas de los planes
"Ahora" del gobierno nacional como "esenciales para estimular la
demanda".
Prórroga
acordada
Los
datos sobre el consumo de equipos electrónicos se conocen dos meses después de
la decisión del presidente Alberto
Fernández de prorrogar hasta el año 2038 del régimen de promoción
industrial de Tierra del Fuego y de haberse creado el fondo fiduciario
destinado a diversificar la producción en la provincia.
Las
dos medidas fueron difundidas el 23 de octubre pasado mediante sendos decretos
presidenciales informados en el Boletín Oficial.
La
primera dio vía libre a la continuidad del régimen que nació en el 1972 y que
establece ciertos beneficios impositivos para las empresas radicadas en esa
zona, aclarando que luego de su vencimiento se podrá extender "por 15
años", siempre y cuando Brasil también mantenga su propia política fiscal
en "la Zona Franca Manaos".
Al
informar sobre este reparo, las autoridades nacionales consideraron que, de lo
contrario, el mercado local podría perder frente a la industria del país vecino
que tiene un mecanismo similar pero que vence recién en el 2073.
Se
trata de una prórroga celebrada por las empresas integrantes de Afarte ante la
inminencia del vencimiento
del régimen que permite exenciones de IVA, Ganancias, impuestos internos y
derechos de importación.
Además,
el sector tiene plazo hasta el 31 de diciembre del 2023 para que se presenten
nuevos proyectos industriales o se readecúen los vinculados a la producción de
productos electrónicos, componentes, y tecnologías conexas, siempre que no
afecten los encarados en el territorio continental y que se trate de bienes que
no se fabriquen en la provincia.
Como
parte del acuerdo con Afarte, también se anunció la creación del llamado Fondo
para la Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina, que otorga ventajas
fiscales a empresas que "se comprometan a realizar aportes mensuales
obligatorios" a este nuevo instrumento financiero.
Es
decir, a cambio de mantener el régimen de promoción industrial las empresas del
sur deberán impulsar proyectos que permitan ampliar las actividades que se
realizan en la provincia y para mejoras en infraestructura que contribuyan al
desarrollo de la isla.
La iniciativa regirá durante
los 15 años de prórroga de régimen y comprendería inversiones finales
por u$s1.500 millones.
En
el Decreto, se especificó que el aporte de cada empresa tendrá que ser
"equivalentes al 15% del beneficio obtenido en concepto de Impuesto al
Valor Agregado por la venta de los productos", excepto lo correspondiente
por la fabricación de "autopartes que sean utilizadas en unidades cuyo
destino final sea la exportación".
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