Sábado 18 - Por Mariano Jaimovich - El rechazo
en el Congreso al proyecto de ley de Presupuesto 2022 deja una serie
de secuelas para el Gobierno, no sólo porque es un tema central para conocer
cómo se va a administrar el país el año que viene, sino que también impacta
desde lo político, debido a que exhibe una marcada debilidad del oficialismo.
Esto es algo que también puede repercutir en otro de los temas
claves a los que debe apuntar la actual gestión, que es intentar realizar un acuerdo con el Fondo Monetario
Internacional para renegociar la deuda que debe cancelar Argentina en los
próximos años. De hecho, en lo inmediato, de enero a marzo, se tienen que pagar
alrededor de u$s3.000 millones.
De hecho, se sostiene que, bajo este escenario, la negociación con
el FMI será "más difícil" en el corto plazo.
Esto se desprende del último informe que acaba de publicar la consultora
económica LCG, cuyo fundador es Martín Lousteau.
Respecto al rechazo del proyecto de Presupuesto este viernes
en el Congreso, afirma que "tenía muchas
falencias", resaltando que la discusión pasó, principalmente, por la
pauta inflacionaria del 33% para 2022 y las fuentes de financiamiento de la
brecha fiscal.
"Supuestos irrealistas que invalidaban todas las partidas que,
además, eran inconsistentes con las proyecciones
macroeconómicas generales", sentencian estos economistas.
Y agregan: "Si bien es relevante, desde un punto de vista
económico, estar a menos de 10 días hábiles de empezar el ejercicio sin el presupuesto, es más importante el impacto político. Con esto, finalmente, se materializaron las dificultades del
oficialismo para gobernar sin mayorías en las cámaras".
En especial, este hecho lo traslada a la perspectiva de que el
mismo Congreso será el encargado de aprobar el acuerdo
con el FMI.
Por lo tanto, desde LCG consideran que si fue "imposible" de
negociar una ley (por el presupuesto) para un solo año, un proyecto que
involucre varios años de compromiso "será imposible".
"Así, la negociación
con el FMI queda cada vez más difícil de ser resuelta en el
corto plazo. Más aún si se suman las declaraciones de Gerry Rice
(vocero del FMI), acerca de la necesidad de seguir profundizando el intercambio
entre el país y el organismo", detallan desde la consultora cuyo director
ejecutivo es el economista Guido Lorenzo.
Es decir, la conclusión es que ahora no se sabe el estado de situación
de la negociación, pero, por los hechos sucedidos, todo parece que no
terminará pronto.
"El FMI no va a ceder tan fácilmente a aceptar un
programa que pueda poner en riesgo la estabilidad económica y política de
Argentina", advierten desde LCG.
Por eso, opina que si
la evaluación que efectúa el FMI se ubica entre firmar un acuerdo para que
Argentina no ingrese en default o no firmar, a la espera de armar un plan
sostenible, "lo más probable es que prime lo último".
"Hoy al FMI le sale más caro el costo reputacional de mostrar un
nuevo fracaso con el país, que los casi u$s3.000 millones que Argentina debe
pagarle en marzo", enfatizan los economistas de esta consultora.
De hecho, el propio ministro de Economía, Martín Guzmán, afirmó que
el revés en el Congreso "afecta las negociaciones" con el
Fondo.
Temas de fondo
De acuerdo a la visión de LCG, la discusión del presupuesto parece ser la
primera de muchas peleas que se darán en el Congreso, y "empieza a mostrar
que los próximos dos
años de gobierno del oficialismo se pueden transformar en un calvario para la
coalición gobernante".
Al respecto, detalla que la falta de diálogo y la vocación sobre el
final de la jornada por parte de oficialismo (Máximo Kirchner) y oposición,
"empieza a hacer perder esperanzas sobre la idea original de un
gobierno peronista dialoguista de Alberto Fernández, uno de los principales
atractivos del dispositivo electoral que ganó en 2019".
Y acota: "El Gobierno, además, sigue empecinado en mostrar victorias pírricas: una inflación
(engañosa) del 2,5% en noviembre, una actividad que crecería doble dígito,
pero con pobreza, indigencia, desempleo y precariedad que no entusiasman a
nadie".
Esto, finalizan los economistas, en medio del "clima de
desencanto", donde el Presidente está con un discurso "alejado de la
realidad", ya en una situación donde Cristina Fernández, supuestamente, le
dio el "visto bueno" para que avance con la gestión.
"De la economía de la no planificación a la promesa de
planes quinquenales muestran las pocas convicciones del ejecutivo, la falta de
una mirada estratégica y, de a poco, desnudan el mayor de los temores del
peronismo: perder la presidencia en 2023. Falta mucho dicen los analistas
políticos, pero lo importante es la tendencia", concluyen desde LCG.
Para agregar que, en este clima, cualquier aspiración a que este
gobierno reelija son "falsas esperanzas".
Es decir, sostienen los analistas que en lugar de que se empiece a ver
un proceso de ajuste y diálogo
para encontrar consensos, se está optando por el "saraseo y la dilatación
en el tiempo" de las definiciones importantes para el futuro cercano
del país.
Por lo que finaliza que el "fracaso de la
política empieza a ser cada vez más visible".
"Si bien el surgimiento de nuevas figuras y el rebalanceo de poder
a favor de la UCR son novedades, no logran revertir un humor social
apagado. Algo que no puede generar expectativas sólidas sobre un destino
próspero en los próximos lustros. Basta con ver los precios de
los activos argentinos para notar esa falta de
confianza", concluyen los economistas de LCG.
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