Por José
Calero - En la Argentina del cepo cambiario, donde los dólares financieros
rondan los $200 y le empatan o ganan al blue, trabajar para una empresa del
exterior y cobrar en moneda extranjera le puede cambiar la vida a más de uno.
Pero hasta dónde la mano de
obra argentina está barata en dólares y cuáles son las condiciones
que deben darse para hacer rendir ese diferencial cambiario.
En
trabajar para el exterior están pensando muchos millennials, y otros no tanto,
que observan cómo se abren oportunidades en servicios vinculados con
la informática, call centers, curso de posgrados y otras
innumerables opciones.
Tras
las últimas devaluaciones, se incrementó en forma notable la cantidad
de freelancers que trabajan para compañías del exterior, muchas de
las cuales están asentadas en Miami.
Según
la Universidad Católica Argentina (UCA), ya no alcanza con un empleo formal
para salir de la pobreza. El 20% de los trabajadores con empleos estables
estuvo por debajo de la línea de pobreza el año pasado y llegó a 27% para
aquellos que tienen trabajos precarios. En ambos casos, la situación se agravó
respecto del año anterior.
Tal
vez por eso también, cada vez más trabajadores especializados miran al
exterior. Se estima que en la
Argentina hay casi medio millón de personas trabajando para afuera, aunque la
mayoría no lo hace en forma constante, sino por etapas.
Pero
uno de los problemas es cómo cobrar esas divisas, ya que si pasan por la
Argentina, el Banco Central las liquida a dólar oficial. Es decir, a la mitad
de su valor en el mercado blue.
"Hay
gente que logra trabajar para el exterior, pero debe tener una cuenta
afuera, donde le depositan los dólares. Es el caso de jóvenes que hacen diseño
gráfico, gente que da cursos de posgrados o programadores, pero no es algo que
puedan hacer las empresas, que están obligadas a liquidar sus divisas ante el
BCRA", explica el economista Aldo Abram, uno de los que está siguiendo
este fenómeno.
La
devaluación hizo a los argentinos "baratos y sumamente competitivos, pero
en forma individual. No es un fenómeno masivo ni a nivel empresas", aclara
Abram en diálogo con iProfesional.
El salario
promedio en dólares de los trabajadores estables llegó a las elecciones en
u$s476, lo que implica una caída de 32% en los dos primeros años del Gobierno
de Alberto Fernández, según informó el economista Esteban Domecq, director de
la consultora financiera Invecq.
Además,
los salarios medidos en dólares muestran una caída acumulada de 67% desde
principios del 2018 por lo que
"estamos con el salario en dólares más bajo en quince años", advirtió
el economista.
"El
salario promedio en dólares (trabajadores estables) llegó a las elecciones en
u$s476, lo que implica una caída de 32% en los dos primeros años de Alberto
Fernández y una caída acumulada de 67% desde principios del 2018. Estamos con
el salario en dólares más bajo en quince años...", escribió Domecq en su
cuenta de Twitter.
La
pandemia dejó a muchos argentinos sin empleo y, los que pueden, están
buscando reconvertirse a través del trabajo freelance. La oferta de
empleos desde el exterior es cada vez mayor y en divisas, cada vez más
atractiva. A esto se suma que ofrece flexibilidad horaria y que los
argentinos tienen aún prestigio en el mercado de mano de obra internacional.
Hay
puestos que están ofreciendo u$s200 la hora, como en el caso de programadores
por objetivo, aunque no se trata, en general, de empleos con gran continuidad.
2022:
se esperan más exportaciones de servicios
El Gobierno eliminará
completamente a partir del 2022 las retenciones a la exportación de servicios
producidos en el país y consumidos en el exterior. El objetivo será fomentar
la creación de empleo de calidad, generar divisas y corregir una medida aplicada a partir de
2018, que perjudicaba al sector.
La
medida fue muy bienvenida por la cámara del sector (Argencon) y por los grandes
jugadores del sector empresarial, como Accenture, Globant, PWC y Ernest &
Young, entre otros.
La
economía del conocimiento genera divisas, indispensables en esta etapa que
viene donde el Banco Central tiene las reservas al límite y depende de un
acuerdo con el FMI. De hecho, en el Gobierno estiman que la economía del
conocimiento puede duplicar sus exportaciones -llegar a los u$s 12.000 millones
anuales-, y también la cantidad de empleados.
Exportación
de conocimiento argentino
Las
exportaciones de servicios constituyen una fuente de generación de valor
novedosa, que tiene múltiples virtudes, desde la creación de puestos de
trabajo, hasta la oportunidad de incremento de divisas.
La
industria de servicios (informática y programación, servicios profesionales,
diseño) exportó durante 2020 un total de u$s5.700 millones, siendo sus
principales destinos EE.UU. y la Unión Europea. Incluso, el sector ya es el segundo complejo exportador,
sólo superado por el complejo oleaginoso-cerealero.
El perfil de los
trabajadores remotos
A
pesar de lo que se cree, uno de cada
tres trabajadores independientes en América Latina tiene más de 39 años, y uno
de cada diez sobrepasa los 50.
Están
motivados por una oferta de empleos cada vez mayor y más atractiva en términos
económicos: más aún con la cotización del dólar en la Argentina.
La
mitad de los argentinos que se emplearon como freelancers el año anterior lo
hizo para brindar tareas a compañías del exterior. Además, el 70% de los
proyectos que se crearon a nivel local fueron para clientes
internacionales, en el marco de la modalidad de contratación a distancia.
El
65% de las iniciativas remuneradas tuvieron como destinos a otros países.
Tecnología,
diseño y análisis, los más buscados
Cada vez se solicitan más
argentinos para desarrollar análisis estadístico, programación de bases de
datos, diseño gráfico, procesamiento, análisis de negocios, programación y data
entry, según
freelancer.com.
También
han surgido profesiones vinculadas con el machine learning, blockchain y data
mining, donde el fenómeno de las criptomonedas juega un rol determinante.
También
están muy ponderadas las profesiones vinculadas con contenidos, programación,
ingeniería y arquitectura, marketing y ventas, diseño y multimedia, finanzas y
negocios, soporte legal y administrativo.
Según datos del sitio Workana,
el promedio por proyecto ronda los u$s6.000, aunque varía en función del
nivel de especialización. La hora ronda los u$s200.
A
un tipo de cambio blue de $200, un proyecto puede redituar 1,2 millones de
pesos. Claro que siempre y cuando esas divisas puedan mantenerse fuera del
alcance del Banco Central o, como suele ocurrir en los últimos tiempos, ser
pasadas a criptomonedas, donde igualmente la AFIP ya puso también el ojo.
Por
lo pronto, las cripto comenzarán a tributar el impuesto al cheque, mientras que
Impositiva está monitoreando inconsistencias entre contribuyentes que son
monotributistas y poseedores de buena cantidad de monedas digitales.
Nivel
educativo, clave para demanda argentinos
A
partir de tener acceso gratuito a la universidad pública, los argentinos les
sacan ventaja a otros países, donde el acceso a la educación es muy
costoso. Eso explica la gran variedad de talento argentino en el segmento
IT, demandados desde los Estados Unidos, en especial Miami, pero también por
países como España, Reino Unido, Australia, México, India y Canadá.
Los portales de búsqueda
destacan como atributos de los argentinos la creatividad, flexibilidad y el
alto nivel de especialización.
Las
empresas se están volcando cada vez más a la modalidad de reclutar feelancers a
través de plataformas on line. Consideran que es clave para captar a las
generaciones más jóvenes, que creen cada vez menos en la relación de
dependencia y ponderan la flexibilidad horaria y los tiempos de descanso.
Argentinos
con la mira en el exterior
Un
sondeo de la consultora Adecco arrojó que el 40% de los profesionales
estaría dispuesto a emigrar si surgiera una buena posibilidad
laboral. Los más inclinados a
emigrar son desarrolladores informáticos, expertos en seguridad informática e
ingeniería de software, puestos que son en general los más requeridos.
La
evolución de la dinámica laboral, más allá del escenario cambiario, parece no
encontrar aún un punto de equilibrio y el dinamismo es constante.
Cada
vez son más los profesionales que trabajan en forma remota y reciben sus
dólares o euros en alguna cuenta bancaria en el exterior, sobre todo en
Uruguay.
Las
principales compañías de e-commerce deben competir a brazo partido con la fuga
de talentos que representa la demanda que llega desde el exterior para quienes
tienen buen nivel como programadores.
La
brecha, un problema para las empresas
Entonces:
¿la Argentina tiene chances de subirse a la ola que en su momento impulsaron
los gigantes asiáticos con su costo laboral más bajo?
"Imposible",
responde Abram. Y explica que se trata de "fenómenos puntuales, porque
existiendo el cepo no hay forma de que se equipare al de sudeste
asiático".
Explica
que una empresa de la economía el conocimiento que debe liquidar sus divisas en
el segmento oficial "se está quedando con el 50% o poco más de lo que
factura", como consecuencia de la brecha cambiaria.
Abram
advierte que "los cepos
cambiarios siempre generaron caídas de las exportaciones. Estamos muy por
debajo de lo que se exportaba en 2018. Ya los valores están bajando y
descenderán aún más".
Además,
dice que "el costo laboral en la industria también pesa. Hay muchos
sectores que están por las nubes en términos de dólares oficial. El retraso
cambiario trae eso".
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