El Fondo Monetario Internacional (FMI) advirtió la
necesidad de apuntar a "tasas reales
positivas" en su último comunicado en donde confirmó un avance en las
negociaciones con la Argentina. El día de ayer, la Reserva Federal decidió
combatir la inflación retirando de manera acelerada el estímulo monetario lo
que representa una suba de las tasas de interés para 2022 luego de que EEUU
experimentara una suba de la inflación acelerada del 7%, la mayor en más de 30
años.
Pero
EEUU no fue el único país que se vio obligado a subir las tasas. También lo
hizo Brasil donde el banco central llevó a
cabo recientemente su segunda subida consecutiva de las tasas de interés en 150
puntos básicos y prometió que el ciclo de endurecimiento más
agresivo del mundo no terminará hasta que las estimaciones de inflación vuelvan
al objetivo.
El
banco brasilero elevó la tasa hasta el 9,25% y anticipó otra subida de la misma
magnitud en febrero, lo que lleva a los economistas a estimar que la tasa puede
llegar hasta el 12% a principios del próximo año. El 1 de septiembre, Chile
también optó por la misma estrategia: el Banco Central subió la tasa de interés
referencial al 1,5%, por encima de lo esperado, debido al potencial efecto en
la inflación de una sólida recuperación económica tras el impacto provocado por
la pandemia de coronavirus. Perú, México y Colombia también fueron por el mismo
camino.
En
este marco, el Banco Central (BCRA) con la mirada puesta en 2022 y un cambio en
las condiciones internacionales cuya suba de tasas impacta en las economías emergentes,
también se vio obligado a acelerar el proceso después de más de un año sin
modificaciones. La tasa de interés de referencia está en
valores negativos del 13% teniendo en cuenta la inflación.
La
tasa real negativa desincentiva el ahorro en pesos. En ese sentido, Martín
Guzmán expresó esta semana mientras defendía el Presupuesto 2022, que hay que
incentivar el ahorro en moneda local. En parte, para que el ahorro no vaya a
parar al dólar que impacta en las reservas, en los precios y en la suba de la inflación.
Según
confirmaron fuentes oficiales a Ámbito, el Banco
Central analiza su primer aumento a la tasa de interés en más de un año que
rondaría el 3%. La autoridad monetaria aplicará esa suba para reducir la brecha
en las tasas de interés reales -ajustadas por inflación-. Quizá la suba de
tasas tenga un doble beneficio: acordar posiciones con el FMi y también, en
adoptar una política monetaria que contenga la inflación que se espera para
2022, ser mayor.
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