Por
Javier Blanco - El Gobierno tomó ayer del mercado $129.100 millones tras
concretar la primera licitación de deuda del mes y aceptar la totalidad de las
625 ofertas de compra que recibió por un monto total de $130.632 millones por
los bonos en pesos de distinta clase que ofreció.
Fue
al cabo de una subasta que había sido convocada por el Ministerio de Economía
con objetivos en apariencia modestos: buscaba captar unos $60.000 millones,
cifra que duplicaba los vencimientos algo inferiores a los $30.000 millones de
corto plazo que enfrenta.
Sin
embargo, las metas eran algo más ambiciosas de cara a refinanciar vencimientos
totales de deuda por $313.000 en el mes (ahora reducidos a $180.000 millones) y
a la necesidad de conseguir algún extra de financiamiento nuevo para cubrir un
déficit primario que, según proyectan los mercados, podría llegar a los
$450.000 millones, dados los abultados compromisos que enfrenta la
administración Fernández. Es especial, si no quisieran forzar tanto al Banco
Central (BCRA) al que ya le pidieron emita $120.000 millones el lunes pasado.
Tal
vez por eso la Secretaría de Finanzas, aunque fijó montos bajos, apuntó a
maximizar a la vez la captación de fondos al ofrecer un menú de ocho
instrumentos con vencimientos que van de los 16 días a los 28 meses (hasta
marzo de 2024) e incluyó cinco títulos en pesos a tasa fija (Lelites y Ledes),
dos con ajuste por inflación (T2X3 y TX24) y otro atado a la variación de
registre el dólar oficial (TV23D), es decir buscando cubrir los distintos
perfiles de demanda del mercado.
“Tasa
fija para el corto plazo a la vez que convalidaron la demanda de cobertura
cambiaria e inflacionaria, pero ofreciendo instrumentos a mayor plazo [de 16
meses en adelante] apostando por descomprimir el perfil de vencimientos en
2022”, tradujo el analista Adrián Yarde Buller, de Facimex Valores.
Los detalles
Las
letras de liquidez (las más cortas y dirigidas exclusivamente a la demanda de
fondos de inversión) fueron colocadas con tasas del 34,65% y 35,25% anual y
aportaron unos $24.500. Las letras de descuento (Ledes), por vencer de 106 a
167 días y que pagarán tasas del 42,12% al 43,50% anual, a su vez atrajeron
unos $47.500 millones.
Por
último, con los instrumentos de cobertura contra inflación, por vencer en
agosto de 2023 y marzo de 2024 y colocados con tasas del 2,24% y 2,8% por
encima del recorrido que registre el IPC en esos plazos, y contra devaluación
(caduca el 28 de abril de 2023 y se colocó con una tasa negativa del 0,31%), se
captaron más de $57.000 millones en total, lo que muestra que esa demanda sigue
firme (aportó casi la mitad de los fondos, aunque Economía haya estirado los
plazos).
Con
la emisión pactada en el día, el Gobierno ya colocó $684.425 millones en deuda
nueva en lo que va del año. “Es una tasa de refinanciamiento del 122% anual y
el financiamiento neto acumulado del mes suma cerca de $100.100 millones”,
destacaron en Finanzas.
También
detallaron que del total del financiamiento obtenido ayer, el 18% correspondió
a instrumentos con vencimientos en 2021; 38%, a títulos por vencer en 2022;31%,
a bonos que caducarán en 2023 y el 13% restante, en 2024, en relación a los
plazos. A su vez, “el 56% del monto adjudicado fue en instrumentos a tasa fija;
el 24%, en ajustables por CER, y el 20% restante, en vinculados al dólar”.
En
las semanas que restan del mes, el Gobierno deberá captar los algo más de
$180.000 millones que necesita para los pagos de deuda que le restan, y
conseguir algún dinero extra en la última subasta si no quiere forzar al BCRA a
emitir hasta unos $300.000 millones más antes de fin de año agotando los
límites fijados al respecto.
Todo
en medio de expectativas inflacionarias que no dejan de subir y cuando ya no
quedan dudas del impacto que la sostenida emisión espúrea de dinero está
teniendo en la suba sostenida del costo de vida.ß
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