Sábado 11 - Por Rafael Mathus Ruiz y Francisco Jueguen - Tras
una semana de reuniones técnicas en Washington, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) afirmó que serán necesarias “más discusiones” para
finalizar el acuerdo por la deuda y ofreció por primera vez una hoja de ruta
para bajar la inflación y encarrilar la economía. Allí, subrayó la necesidad de
una reducción “gradual” del déficit fiscal, la acumulación de reservas y la
baja de la emisión monetaria.
Si
bien el Fondo reconoció que “hubo avances”, dejó entrever que aún resta
recorrer un trecho para terminar de perfilar el programa. Sin embargo, fuentes
del Ministerio de Economía dijeron que no perdían las esperanzas de cerrar un
acuerdo este año.
Luego
de una semana de reuniones técnicas en Washington, el Fondo Monetario
Internacional (FMI) afirmó que serán necesarias “más discusiones” para
finalizar el acuerdo para refinanciar la deuda por US$45.000 millones con el
organismo, y brindó por primera vez una hoja de ruta a recorrer para bajar la
inflación y encarrilar la economía, en la cual se destacan la reducción
“gradual” del déficit, el financiamiento del Banco Central (BCRA) al Tesoro y
la acumulación de reservas.
Si
bien el Fondo reconoció que “hubo avances” en el trabajo técnico, también dejó
entrever que todavía resta recorrer un trecho para terminar de perfilar el
programa económico, desterrando virtualmente la posibilidad de llegar a un
acuerdo antes de que termine el año, tal como aspiraba el Gobierno.
Durante
las reuniones esta semana en la embajada argentina en Washington se analizaron la
evolución de la economía, las perspectivas de crecimiento, la inflación y la
balanza de pagos de la Argentina. El Fondo reconoció que la recuperación de la
actividad y la inversión es “más fuerte de la esperada” este año, y, en una
postura que fue bienvenida en el Gobierno, remarcó la importancia de tejer “un
marco de políticas para sostener de manera duradera la recuperación económica y
las mejoras en las condiciones sociales y laborales”.
Con
todo, el acuerdo aún parece lejano, aunque el Gobierno se mostró satisfecho y
ofreció una lectura positiva de las reuniones. El staff del FMI, encabezado por
Julie Kozack y Luis Cubeddu, dijo que hubo “un entendimiento general” sobre la
necesidad de mejorar de manera “gradual y sostenible” las finanzas públicas para
mejorar las inversiones en infraestructura, tecnología y focalizar el gasto
social, una frase que da a entender que todavía resta “armonizar” las metas
finales del nuevo programa.
En
una definición que brindó por primera vez una virtual hoja de ruta para la
política económica, el Fondo dijo que para atacar la “persistente y alta
inflación” se requiere un “enfoque múltiple que implique una reducción del
financiamiento monetario del déficit fiscal, una política monetaria adecuada
con tasas de interés reales positivas y una coordinación de precios y
salarios”.
“Esto
también debe estar respaldado por políticas para acumular reservas
internacionales, incluso mediante la promoción de la inversión extranjera
directa y las exportaciones,que crecieron de manera muy sólida este año,
especialmente en los sectores de valor agregado”, continuó el comunicado del
organismo.
El
FMI también destacó que se avanzó en las medidas para desarrollar el mercado de
capitales interno, fortalecer la efectividad del gasto público y mejorar las
operaciones de política monetaria, y remarcó que también hubo acuerdo en buscar
un “amplio apoyo”, tanto doméstico como internacional, para garantizar el éxito
del nuevo plan.
“Los
equipos acordaron que un amplio apoyo, tanto a nivel nacional en la Argentina
como de la comunidad internacional, también sería fundamental para el éxito
general del programa económico”, señaló el organismo. “Si bien serán necesarias
más discusiones, el equipo del FMI y las autoridades argentinas siguen
plenamente comprometidos con su trabajo conjunto sobre un marco y políticas
para un programa respaldado por el FMI”, cerró.
Aunque
el comunicado puso paños fríos a la expectativa oficial de cerrar el nuevo
acuerdo antes de que termine el año, el Gobierno hizo una evaluación positiva
al remarcar que hubo mayores entendimientos para cerrar un nuevo programa que
permita refinanciar los vencimientos de deuda que tomó el gobierno de Mauricio
Macri por 57.000 millones de dólares, el más elevado en la historia del
organismo.
Desde
el oficialismo interpretaron además que el FMI volvió a reconocer que el
problema de la inflación es “multicausal”, y abordarlo requiere un enfoque
macroeconómico integral, aunque en Washington persiste la idea de que la causa
principal de la inflación es el financiamiento monetario del déficit fiscal.
En
el Gobierno también reconocieron que existe una coincidencia con la visión
oficial acerca de la importancia de sostener la recuperación de la economía. El
Gobierno siempre ha intentado encauzar la negociación bajo el mantra “crecer
primero, pagar después”. Desde la óptica oficial, ese punto refuerza la línea
del ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre la necesidad de que el programa
acordado incluya políticas macroeconómicas que le den continuidad a la
recuperación fuerte que está viviendo la Argentina.
Ni
el Fondo ni el Gobierno indicaron cómo y cuándo continuarán las negociaciones,
una incógnita que arraigó la expectativa de que el entendimiento final llegará,
recién, a principios del año próximo, cuando termine el receso por las fiestas
de fin de año.ß
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