Por Javier Blanco - Ante un mercado expectante de señales, el Banco
Central (BCRA) validó por segunda jornada consecutiva una aceleración en el
ritmo de ajuste al alza que aplica al tipo de cambio oficial en relación con el
ejecutado en los últimos 10 meses.
El BCRA mantenía pisado el dólar para tratar de quitarle combustible a
la inflación, generar las condiciones para que el Gobierno pueda mostrar
menores deteriores de los ingresos de cara a las elecciones y mejorar sus
chances, apuestas fallidas en ambos casos.
La entidad permitió que el mayorista vendedor cerrara a $101,54, tras
haberse operado buena parte del día a $101,51. Subió 12 centavos respecto del
cierre de $100,42 previo al feriado que sembró dudas entre operadores,
temerosos de que esa suba hubiera estado vinculada solo a la inactividad del
día siguiente.
“Será clave monitorear lo que haga el BCRA para ver si efectivamente ya
estamos transitando una nueva senda en el ritmo de depreciación del peso”,
había sostenido ayer por la mañana en su reporte diario la consultora Delphos
Investment, reflejando esa sensación.
El presidente del BCRA, Miguel Pesce, había anticipado al mercado la
semana pasada (al exponer ante industriales) que daría vía libre a una
aceleración en el deslizamiento del dólar comercial “a medida que baje la
inflación”.
Sin datos que indiquen que esa precondición se haya dado aún, en el
mercado coinciden en creer que la medida se anticipó para que la entidad no
deba invertir una cantidad de reservas que agudice el estrés que esta tenencia
vuelve a sufrir y solo para que siga ajustando a razón de cuatro o cinco
centavos por día, como lo hizo erosionando la competitividad del peso.
Hora de acelerar
El ritmo de ajuste de la actual semana, de mantenerse, supondría una
tasa de devaluación del peso del 33% promedio anualizada que más que duplica la
del 16% de actualización que esta variable había mostrado en promedio durante
el segundo y el tercer trimestre del año.
“Ya se observan indicios de una aceleración, lo que era anticipado por
los operadores. Resta ver si resulta una estrategia definitiva que apunta a
reducir la brecha cambiaria en vista a facilitar un acuerdo con el FMI o si es
la antesala de algún saltito como el de enero de 2014, ya que, pese a la
aceleración, sigue el saldo mayoritariamente negativo en las intervenciones”,
observó el analista Gustavo Ber.
El achicamiento progresivo de la brecha se ve facilitado, además, por la
tendencia bajista que muestran en los últimos días los dólares financieros y el
paralelo, en un mercado condicionado por la mayor demanda de pesos tradicional
de fin de año, dados los compromisos que enfrentan las empresas para pagar
aguinaldos y anticipos vacacionales.
El dólar mayorista acumula un avance de 38 centavos en lo que va de la
semana (dos centavos por encima del alza que registró en toda la semana
previa), camino que profundizó en una rueda en la que el volumen de contado se
amplió hasta los US$842,708 millones ( 6%) y en la que el BCRA debió aportar
otros US$90 millones de sus reservas propias que así acentúan su tendencia a la
declinación y se sumergen en niveles cada vez más críticos.ß
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