Por
Fernando Bertello - Supercampaña de trigo con rindes altos y miles de millones
de dólares que ingresarán al país por exportaciones, en un momento en el que el
Gobierno necesita más divisas.
Pese
a las dificultades que soportó en algunas regiones agrícolas del país, con
falta de lluvias y heladas tardías, la cosecha argentina de trigo, de la mano
de rindes altísimos en la región central, se encamina a marcar un nuevo récord:
22,1 millones de toneladas. Es un 30% más que el año pasado. Las exportaciones
del cereal y de su harina, en tanto, se ubicarán en US$4070 millones, también
una marca histórica apoyada por los buenos precios internacionales. Son US$1599
millones extras respecto de 2020.
La
proyección de cosecha la dio a conocer la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR),
que en el caso de la producción venía previendo hasta hace unas semanas 20,4
millones de toneladas. Sucede que con el avance de la cosecha están sorprendiendo
los rendimientos del cereal, pese a las adversidades. Los técnicos han
explicado en el último tiempo que una buena fertilización estuvo detrás de los
resultados que ahora se van visualizando en los monitores de las cosechadoras.
“Los
ajustes [para una mayor producción] son por la cosecha: con un 57% de avance,
los promedios están sorprendiendo. La campaña también alcanzó un nuevo nivel de
siembra: es la mayor de los últimos 19 años, con 100.000 hectáreas más y 6,9
millones de hectáreas implantadas. Los promedios de rindes están entre las
marcas más altas, muchos son récord en el centro de la región pampeana, como en
el centro y sur de
Santa
Fe. Los nuevos ajustes elevan el rinde promedio de 31 quintales por hectárea
(qq/ha) en noviembre a 33,6 qq/ha en diciembre”, señaló la Bolsa rosarina.
Respecto
de la tecnología que se aplicó para el cultivo, la BCR precisó: “En este ciclo
no se fertilizó para tener un rinde objetivo de 45 a 50 quintales; este año el
objetivo fue alcanzar los 60 a 80 quintales por hectárea”. Luego añadió: “El
otro hecho es que el pequeño productor de baja escala este año hizo una
inversión en tecnología inédita, y en fertilización se puso al mismo nivel que
los productores de punta”.
Para
tener en cuenta, de acuerdo con otro informe reciente de la BCR, se estima que
el 31% de la oferta total del cereal se destinará a la molinería, en tanto que
un 58% se exportará como grano. Brasil es el primer comprador individual, con
alrededor de un 45% de las compras totales.
Otro
punto destacado viene por el lado de lo que significa el complejo triguero: les
da trabajo a 387.459 personas, lo que equivale al 11,6% del empleo generado por
las cadenas agroalimentarias argentinas, según la BCR.
Del
total del empleo de la cadena triguera, la producción primaria comprende a
65.262 puestos de trabajo. La etapa de la comercialización ocupa a 147.147
personas. En tanto, entre otros sectores, en la industrialización del cereal
(molinería) hay 135.041 ocupados.
En
este contexto, otro aspecto clave hay que buscarlo en lo que reportará de
exportaciones el complejo trigo. Según la BCR, en 2020 aportó US$2471 millones.
En tanto, para el ciclo 2021/2022 generará US$4070 millones.
La
Bolsa rosarina lo explicó así: “Las exportaciones de
trigoargentino2021/22seestima que alcancen un volumen de 13 millones de
toneladas, por un valor FOB de US$3891 millones”. A esto hay que sumar unos
US$179 millones por harina del cereal.
En
cuanto a los derechos de exportación, la previsión es que en 2022 ingrese a las
arcas del Estado el equivalente a US$461 millones, sumando el cereal y la
harina de trigo.
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