Miércoles 8 - Por Rafael Mathus Ruiz - En medio de las
discusiones técnicas en Washington entre el Gobierno y el Fondo Monetario
Internacional, Estados Unidos reiteró ayer que la Argentina debe lograr un
acuerdo “sólido” con el organismo que facilite el retorno del país al sistema
financiero global. El mensaje llegó a través del principal asesor del
presidente Joe Biden para América Latina, Juan González.
Mientras las discusiones del gobierno de Alberto Fernández con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) ganan temperatura, Estados Unidos reiteró que la
Argentina debe llegar a un acuerdo “sólido” con el organismo que facilite el
retorno del país al sistema financiero, una vara elevada en medio de la
expectativa instalada de que, a lo sumo, la negociación derivará en un programa
“light” que dejará problemas de fondo sin resolver.
Juan González, el principal asesor del presidente Joe Biden para América
Latina, brindó un puñado de nuevas señales a favor de un acuerdo en la
conferencia virtual Gzero Summit, organizada por el Eurasia Group. González
dijo que la estabilidad de la Argentina era importante para la Casa Blanca y
afirmó que era optimista sobre las negociaciones. Además remarcó que las
tratativas actuales entre el organismo y la Argentina ofrecen “la oportunidad
de pasar la página de 20 años y reafirmar el valor de las instituciones de
Bretton Woods y devolver a la Argentina al sistema financiero”.
González dijo además que el eventual programa entre el país y el Fondo
tiene el potencial de “ser transformador para la Argentina y nuestras
relaciones bilaterales”.
“El FMI ha aprendido que no siempre se puede usar un modelo para
prescribir la política macro en un entorno político. Hay que reconocer el
contexto interno, la dotación de factores, a fin de cuentas, los argentinos
tienen que idear un plan”, dijo el funcionario.
“Necesitamos estabilidad en la región. Brasil y la Argentina son muy
importantes para nosotros”, remarcó el funcionario.
El gobierno de Biden ya había pedido anteriormente un plan sólido del
Gobierno para brindar su respaldo definitivo ante el Fondo. Estados Unidos es
el principal accionista del organismo, y el apoyo de la Casa Blanca es crucial
para conseguir la aprobación final del board al nuevo programa. El propio
González también se había referido en varias oportunidades a las negociaciones
en curso. En una de esas ocasiones, a fines de septiembre, dijo que el acuerdo
enviará una “señal poderosa” al resto de los mercados emergentes en unaa época
en la cual la pandemia del coronavirus ha sembrado crisis económicas en todo el
mundo y ha elevado las necesidades de financiamiento.
Una señal
poderosa
“La forma en la cual la Argentina resuelva su relación con el FMI
enviará una señal poderosa a los mercados emergentes, que están atravesando
ellos mismos unas crisis económicas muy problemáticas”, había dicho González a
fines de septiembre. “Nos hemos involucrado activamente para tratar no solo de
desarrollar una relación bilateral constructiva con la Argentina, sino también
de ayudar a facilitar el diálogo con el FMI”, agregó.
Las últimas declaraciones del funcionario llegan justo cuando la
negociación entre el Fondo Monetario y la Argentina ingresan en la recta final
hacia un nuevo entendimiento, el número 22 de la historia. Un equipo técnico
del Ministerio de Economía trabaja esta semana en Washington con los
funcionarios del staff del organismo, Julie Kozack y Luis Cubeddu, para “armonizar”
las metas y los números del plan oficial. Pese a los avances, el acuerdo, se
prevé, se terminará recién a principios del próximo año.
La expectativa instalada desde hace tiempo en Estados Unidos es que el
nuevo acuerdo entre el Fondo y el Gobierno será “light”: logrará patear para
adelante los vencimientos de la deuda del año próximo, que suman alrededor de
18.000 millones de dólares, aunque sin llegar a poner en marcha reformas de
fondo que terminen de encarrilar la economía. Pero tanto el gobierno de Biden
como el FMI han dicho que aspiran a un programa que logre estabilizar a la
Argentina y la coloquen en un sendero de crecimiento sostenible.
Desde el Gobierno han dejado trascender que aún es factible llegar a un
acuerdo técnico con el staff antes de fin año. Pero las últimas señales que
arrojó la negociación –que en línea con el perfil histórico de este tipo de
discusiones con el Fondo, avanzan bajo un fuerte hermetismo– apuntan a un ida y
vuelta con números que probablemente se extienda más allá de este año, hacia
principios de 2022. La directora gerente del Fondo, Kristalina Georgieva, dijo
el viernes que todavía queda “mucho por hacer” y le puso paños fríos a
conseguir un entendimiento en las próximas semanas, al indicar: “Estaremos
listos cuando estemos listos”.ß
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