Miércoles 8 – Por Mariano Boettner - La discusión técnica con el
equipo del FMI versará sobre distintos indicadores decisivos para la
macroeconomía de los próximos años, como el crecimiento del PBI, el nivel
del déficit fiscal y su financiación, la inflación, la brecha cambiaria y las
reservas internacionales, entre otras. Este lunes continuaron las negociaciones
que fuentes oficiales solo remarcaron como “de bajo perfil”.
También
habrá, en el marco de ese debate técnico, distintos límites que el Fondo
Monetario intentará imprimirle al programa económico, sobre todo en algunos
aspectos que históricamente en programas financieros de este tipo el organismo
financiero considera imprescindibles. El acuerdo que negocia la Argentina y el
FMI es un Extended Fund Facility (EFF) que tiene diez años de duración, cuatro
años y medio de plazo de gracia y que buscará despejar vencimientos de los USD
43.200 millones que faltan devolver a Washington, la mayor parte en 2022 y
2023.
Según
un informe de la consultora Abeceb difundido solo ante clientes, las tres
cuestiones que el FMI buscará pulsear con el Gobierno en estos días serán
tres: un ajuste fiscal para hacer sustentable la deuda, la recomposición
de reservas para evitar problemas de liquidez externa y por último, un control
sobre la expansión del crédito doméstico para controlar la inflación. “No habrá free
lunch. Los tres puntos implican costos”, consideraron desde esa consultora.
Respecto
al primer punto, Abeceb mencionó que “no se puede recurrir a la aceleración de
la inflación para licuar los salarios, transferencias y pensiones, como hizo
Guzmán en el primer semestre. El paso fundamental es ajustar tarifas. El
Congreso, incluyendo el kirchnerismo, debe empezar por aprobar el
presupuesto. No hay que olvidar que si se logra mantener la recuperación,
jugará a favor la recaudación tributaria. Asimismo, la sustentabilidad de la
deuda se facilita cuando el PBI crece. Y también cuando los intereses a pagar
caen. Aquí hay que ver si el FMI acepta una reducción de la tasa”, explicaron.
El
Gobierno aceleró tratativas con el FMI y espera conseguir un entendimiento
técnico en los próximos días
Respecto
al déficit primario, Guzmán busca que el 2022 pueda terminar con un 3,3%
del PBI para 2022. Por su lado, de acuerdo a estimaciones privadas, el Fondo
Monetario busca una cifra más cercana al 2,5% del PBI. De esa forma, la
diferencia entre una posición y otra sería de unos $350.000 millones.
Sobre
las reservas, Abeceb apuntó que “es uno de los desafíos de corto plazo más
difíciles pues implica diseñar un nuevo régimen cambiario al tiempo que se
debe corregir la paridad para reducir la brecha. Probablemente el FMI acepte un
desdoblamiento cambiario siempre que se ordene el existente. Por ejemplo,
apuntando a pasar a un tipo comercial y otro financiero. Pero el timing va a
ser crucial”, mencionaron.
Por
otro lado, dijeron que “una corrección exagerada con un pass through (traslado
a precios) alto como el nuestro juega en contra de la inflación. Para suavizar
el salto cambiario hay que conseguir reservas por otros medios. El
gobierno podría recurrir a incentivos fiscales para adelantar liquidaciones
–por ejemplo, reduciendo temporalmente las retenciones a la cosecha fina– pero
tiene costo fiscal”, continuó Abeceb.
El
tercer punto es el control sobre la expansión del crédito doméstico, que según
la consultora “tiene como condición necesaria el control del déficit fiscal”.
“El FMI suele ser estricto en lo que hace a la evolución de los agregados
monetarios e, incluso, suele equivocarse por exceso más que por
defecto. Quizás se exija que el gobierno utilice más las tasas de interés
como forma de favorecer la demanda de activos domésticos; un costo importante
es que aumenta el déficit cuasifiscal del BCRA”, concluyeron desde ese centro
de estudios fundado por Dante Sica.
La
negociación de la deuda con el FMI no solo estará marcada por las
condicionalidades y prioridades de cada lado de la mesa, sino del desarrollo de
una compleja secuencia que el organismo sostiene para acordar un programa
financiero con un país miembro. Así las resumió la consultora ACM en un informe
reciente:
-En
primer lugar, acciones previas: según la consultora, se tratan de “medidas
que el Gobierno se compromete a tomar antes de que el Directorio del FMI firme
el nuevo acuerdo, tanto como mensaje al Directorio en torno al compromiso en la
implementación del programa como también como base necesaria para que,
eventualmente, el programa tenga éxito”, explicaron.
En
ese sentido, ampliaron que el FMI en su página oficial menciona como acciones
previas la eliminación de controles de precios o la aprobación oficial del
Presupuesto con el marco fiscal del programa. “En este sentido, parece poco
probable que el Gobierno muestre disposición a desmantelar la estructura de
controles que ha puesto en práctica en el ultimo tiempo, aunque habrá que ver
qué ocurre con la formulación de las metas fiscales anunciadas implícitamente
en el envío del Proyecto de Ley de Presupuesto 2022″.
-Criterios
de ejecución cuantitativos: se trata de criterios “objetivos y
cuantificables” que las autoridades del FMI observan a medida que evoluciona el
acuerdo “de forma de contrastar que se esté implementando el programa
acordado”, apuntaron desde ACM. “Las variables que usualmente se establecen
metas cuantificables son el Déficit Fiscal, Agregados Monetarios y
Reservas Internacionales Netas (RIN)”, enumeró la consultora.
-Criterios
de ejecución estructurales: son medidas de reforma cruciales para el
cumplimiento del programa y, sobre todo, para los objetivos de largo plazo del
programa. Generalmente, no son cuantificables y se encuentran asociados a
regulaciones excesivas, mala performance de ciertos bienes públicos o falta de
protección social. Entre ellas cabe resaltar las reformas laborales,
medidas para mejorar el funcionamiento del sistema financiero, objetivos de
Gasto Social o reforma de las redes de protección social, reformas
previsionales, tributarias, etcétera”, resumió ACM.
Según
creen en Gobierno, la delegación que llegará a los Estados Unidos el fin
de semana no tendrá la potestad de cerrar la negociación de manera definitiva,
sino que esa última instancia tendrá lugar más adelante. Los funcionarios
argentinos explicarán cuestiones de coyuntura económica y de perspectivas
de la economía argentina y para definir determinadas líneas de trabajo para la
recta final de la negociación.
Los
funcionarios argentinos explicarán cuestiones de coyuntura económica y de
perspectivas de la economía argentina y para definir determinadas líneas de
trabajo para la recta final de la negociación. La aspiración de máxima del
equipo económico es poder tener concretado un entendimiento con el staff y
haber completado su tratamiento legislativo antes de fin de año.
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