Por
Luis Beldi - Si se miran
las apuestas al dólar futuro, el mercado cree que el anclaje se mantendrá
este mes y la divisa cerrará a $100,92. Pero para fin de diciembre esperan un
dólar de $105,10, lo que implica una devaluación de 4,14% y para enero creen
que el dólar estará en $111,19. Según las cotizaciones, de diciembre a
enero el valor del dólar mayorista aumentará 5,79% y desde hoy hasta fin de
enero será 10,50% más caro.
Que
lo diga cualquier persona podría sorprender porque es una cifra que se lanza al
aire gratuitamente. Pero cuando los que hablan lo hacen con cifras detrás
de las cuales está su dinero, la posibilidad de que se cumpla es más
cierta. Puede suceder que sean muchos los vendedores a ese precio, el
Banco Central incluido, pero sorprende que haya compradores que paguen esos
valores.
Las
señales en el mercado cambiario marcan un rumbo. Casi no hay intervención del
Banco Central porque, dejando de lado el oro y los swaps de China, las reservas
líquidas de libre disponibilidad son cero o están por debajo de cero y se
sostienen con préstamos cortos del Banco de Basilea, el Banco Central de los
bancos centrales del mundo.
Las afirmaciones y contradicciones en el mismo día de Miguel Pesce, el
titular del Banco Central y el choque de opiniones con el ministro de Economía,
Martín Guzmán, muestran las indefiniciones dentro del Gobierno sobre la
negociación con el FMI. Para muchos, el plan económico
prometido todavía es un borrador que está lejos de convertirse en un plan real
y el acuerdo con el organismo multilateral una posibilidad lejana.
Así
se explica que el riesgo país haya quebrado el récord por la baja de 1% de los
bonos argentinos de la deuda con legislación extranjera. Ahora subió 21
unidades ( 1,2%) a 1.816 puntos básicos, poco más de 300 puntos de los 2.147
puntos que tenían cuando se declaró el default. En un año el riesgo aumento más
de 80%. No son números para una economía que esté cerca de un acuerdo con el
FMI. Se puede aducir el derrumbe de la moneda turca, pero ningún país emergente
fue tan afectado como la Argentina en el valor de sus bonos.
De
hechos, los bonos AL30 que se utilizaban para intervenir en el mercado oficial
de MEP y contado con liquidación, parecen haber perdido su razón de existir y
no hay compradores que los quieran porque perdieron la motivación de generar
ganancias arbitrándolos dentro de la misma rueda porque, debido a la
intervención del Banco Central, estaban más caros a la mañana que al cierre.
Como esta operación se prohibió y el Central dejó de intervenir el mercado se
redujo a su mínima expresión, aunque el dólar MEP ahora cotice a $ 204,88
(-0,94 centavos).
El
contado con liquidación, que también redujo considerablemente sus operaciones,
finalizó la rueda con una baja de $1,49 a $216,74 en las operaciones libres. El
“blue”, que es ignorado por casi todos y no tiene negocios, bajó $1 a $200,50.
En
la plaza mayorista, donde el dólar subió 5 centavos a $100,63, el Banco Central
compró USD 130 millones y logró que las reservas suban USD 82 millones a 42.132
millones, pero pierden USD 534 millones en lo que va del mes.
En
la Bolsa se operaron $1.487 millones, un volumen que muestra que la salida
de este mercado es constante y que mientras los bancos sigan siendo objeto de
la desconfianza por los rumores alrededor de las Leliq del Banco Central que
mantienen en su poder, seguirán en baja y arrastrarán al resto de los papeles. El
S&P Merval bajó 0,37% y la caída de las ruedas post elecciones suma 12%
contra un dólar MEP que en ese lapso subió apenas 2,80%. O sea que el mercado
perdió casi 17% en dólares.
“¿Hasta
cuándo van a apostar a un mercado que todos los días baja? ¿Cuánto más tienen
que perder?”, se preguntaba un operador reflejando se desencanto y el de sus
clientes.
Los
ADR’s -certificados de tenencias de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva
York- operaron menos de lo habitual. El volumen alcanzó a $2.505 millones y
casi todos los certificados terminaron la rueda en baja. BBVA perdió 4,2% e
YPF, 3,4 por ciento.
Para
hoy se espera una rueda con menos movimiento por el feriado de los Estados
Unidos. Tal vez el alejamiento de los grandes jugadores calme la elevada
volatilidad que creció después de las elecciones intermedias porque esta
situación traba todas las operaciones con dólar cable o contado con
liquidación. La Bolsa será el centro de los inversores que intentarán recuperar
algo de lo mucho perdido.
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