Por
Juan Manuel Barca - La buena noticia en diciembre es que el campo podría
liquidar más de US$ 2.000 millones de la cosecha fina de trigo y aportar parte
de los dólares frescos que necesita la economía. La mala noticia es
que las reservas caerán aún más, la brecha seguirá elevada y el
Banco Central seguirá experimentando dificultades para comprar
divisas en el mercado de cambios.
Así,
para los economistas, el tablero de control que mira tanto el gobierno como el
mercado mostrará un deterioro el último mes del año, con buena parte de las
luces encendidas en rojo. La excepción será la demanda de pesos, que
en diciembre se reactiva por el gasto de las fiestas y las vacaciones,
compensando la mayor emisión para el pago del aguinaldo a los empleados
públicos y jubilaciones.
"Diciembre
es el mes de mayor déficit fiscal así que la emisión monetaria es muy grande,
por otro lado, también es el mes de mayor demanda de dinero, lo que hace que la
emisión no sea tan peligrosa. Si el gobierno da algunas señales de
credibilidad, la brecha puede bajar, si pierde reservas todos los dias, el
mercado va a estar asustado, dijo Andrés Borenstein, economista jefe de
Econviews, para quien transitar el verano "va a ser más complicado".
Uno
de los indicadores sensibles es el stock de divisas disponible del Banco Central para
manejar el tipo de cambio. Los analistas estiman que después del pago de US$
1.880 millones el próximo 22 de diciembre al FMI bajará a entre US$ 2.000 y US$
3.500 millones. La otra vía de salida será la intervención en el mercado
financiero, el mercado oficial y los dólares para ahorro como turismo. En
total, se irán más de US$ 2.000 millones en diciembre, según cálculos privados.
La
pérdida de US$ 2.600 millones en lo que va del año por intervenir sobre la
brecha cambiaria llevó la semana pasada a endurecer las restricciones y
liberar los dólares financieros, haciendo saltar los tipos de cambio implícitos
de dichos bonos arriba de los $200 y llevando la brecha al 110%, en línea con
las cotizaciones del dólar bolsa (MEP) y el contado con liquidación (CCL) del
segmento no regulado.
¿Por
qué se corrió el Central del mercado financiero? "Desde las PASO, vendió
más de US$ 1.000 millones para contenerlos. Hasta el viernes 12 (previo a las
elecciones de noviembre) vendió a un ritmo promedio diario de más de US$ 50
millones, el doble que en julio -el peor mes-. Terminado el período electoral y
en las vísperas del acuerdo con el FMI, el Banco Central intenta cuidar
(algo) las reservas", explicó Juan Pablo Albornoz, analista de Ecolatina.
La
gran incógnita es la política de devaluación en el mercado oficial que seguirá
el Banco Central. Hasta el momento, optó por mantener un ritmo de suba del
dólar del 1% mensual por detrás de una tasa de inflación que en octubre fue del
3,5%, mientras se incrementó la brecha cambiaria desde el 75% en junio.
Así, para cumplir la pauta de un dólar a $ 102,40 a fines de diciembre, la
divisa debería subir 1,4% en lo que resta del año.
Ese
incremento difiere con buena parte de lo que esperaban los pronósticos privados
para esta altura del año. "La aceleración del deslizamiento estaría
siendo retrasada por las autoridades económicas para evitar ser un factor
de ajuste de los precios, en un marco donde la suba semanal que marca nuestro
relevamiento de precios se mantuvo elevada en noviembre", advirtió EcoGo
en su informe semanal.
La
mejora en la oferta de divisas del sector agrícola, que había desaparecido en
la semana previa a la elección, permitió al BCRA reducir las pérdidas
por venta de divisas a US$ 18 millones diarios promedio, luego de 13 jornadas
consecutivas donde tuvo que desprenderse de US$ 118 millones por día,
acumulando en ese período un drenaje de US$ 1.440 millones, según la consultora
dirigida por Marina Dal Poggetto.
En
un escenario con menos reservas, sin embargo, los analistas ven cada vez
mayores dificultades para sostener una tasa de devaluación inferior a la la
inflación y, a la vez, que el FMI acepte una brecha superior al 100%. El
representante argentino ante el Fondo, Sergio Chodos,
anticipó a Clarín la semana pasada que el desarme gradual de los
controles para unificar las cotizaciones es uno de los principales puntos que
se negocia con el organismo.
El
ministro de Economía, Martín Guzmán, espera obtener una señal del
organismo antes de las Fiestas que le permita calmar al mercado. Pero el tiempo
corre. "Mantenemos nuestro escenario que el BCRA intentará endurecer el
cepo y “gradualmente” acelerará la devaluación del dólar oficial, para defender
el nivel de reservas internacionales. Al menos hasta que haya acercamiento entre
el Gobierno y el FMI", señaló la consultora FyMA.
De
lo contrario, los economistas sostienen que aumentará la magnitud del
desequilibrio cambiario, se incrementará la pérdida de competitividad de la
moneda y habrá más chances de una devaluación desordenada en el futuro. La
contracara de una aceleración del tipo de cambio es su impacto en
precios y los ingresos en un contexto de inflación superior al 50% anual y
pobreza del 40%, que podría crecer aún más.
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