Por Liliana
Franco - "Es empezar otra etapa del Gobierno donde podamos
consignar todos nuestros
esfuerzos en terminar de recuperar la economía, que ya se está recuperando
mucho, en garantizar que el empleo genuino se cree, ir terminando con los
planes para que empiece la gente a tener empleo”, con voz ronca habló con los periodistas
acreditados al término del acto en la Plaza.
Lo
acompañaban sus amigos más cercanos el Secretario General de la
Presidencia, Julio Vitobello, el
canciller Santiago Cafiero; el ministro de Desarrollo
Social, Juanchi Zabaleta y el secretario de Asuntos
Estratégicos, Gustavo Beliz.
El
primer mandatario volvió a insistir con la necesidad de “ir terminando con los planes para que empiece la gente a tener
empleo genuino”.
Otro
de los objetivos del Gobierno es lograr un acuerdo con el FMI y al respecto
ámbito pregunto si se enviará en diciembre al Parlamento confirmó que "en eso está trabajando Martín (Guzmán)".
Tal
cual lo expresó en su discurso ante la militancia insistió en la necesidad de
no olvidar “la importancia que tiene en el tiempo que vivimos la educación,
la salud pública, la ciencia y la tecnología”.
Ante
la pregunta cómo será el llamado al dialogo, el primer mandatario señalo: “Ya
los invité a hablar, los invité a opinar” y luego hizo referencia a que el
ámbito de conversación es el Parlamento y que las “leyes se resuelven en el
Congreso”.
El
Presidente explicitó que “hay cinco leyes que para mí son muy importantes y que
tiene que ver con el futuro de la Argentina: la ley de Hidrocarburos, la ley
Agroindustrial, la ley de Compre Argentino, la ley de Electro Movilidad, la ley
de Industria Automotriz. Todo eso es algo que nosotros estamos esperando para
poder movilizar la economía mucho más”.
Frente
a las críticas por la oportunidad de realizar el acto reitero lo dicho en su
discurso “No es vencedor el que gana, es vencedor el que no baja los
brazos”.
La
unidad es la consigna que el Gobierno intenta instalar y, ante la pregunta si
en esta segunda etapa habrá más Albertismo o más Kirchnerismo, la respuesta fue
contundente: “Tiene mucho frentetodismo”. Estas
declaraciones sintetizan lo expresado en el acto donde en 18 minutos Alberto
relanzó su gobierno.
El
Presidente estuvo pendiente del acto ya que fue el lanzamiento oficial de esta
nueva etapa y una muestra de que el resultado electoral no afectó el ánimo del
gobierno.
Es
más, se dedicó en su despacho a preparar su discurso y el jefe de Gabinete,
Juan Manzur se ocupó de garantizar la presencia de intendentes y se logró una
presencia de La Cámpora, aunque curiosamente Máximo Kirchner no pudo llegar a
la Plaza de Mayo para escuchar el discurso el ministro del Interior “Wado” de
Pedro llegó recién promediando el discurso de Fernández.
“Fue
un día peronista”, se escuchaba entre las filas de los militantes en referencia al
día de sol brillante. La música de Gilda, L-Gante, Los Palmeras, se escuchaban
en los despachos de la Casa Rosada como así también llega el aroma de los
chorizos.
El
jefe de Estado estuvo desde el mediodía en la Casa Rosada y al rato lo llego el
gobernador Axel Kicillof quien se reunió con Manzur. Tanto fuera de la Casa
Rosada como adentro se observó un importante operativo de seguridad.
La
Plaza se colmó de militantes y también hubo columnas de manifestantes en los
alrededores y el clima fue sin duda de fiesta. Para los asistentes la perdida
electoral del Frente de Todos no logró quitarles el entusiasmo.
Este
multitudinario acto es claramente una muestra de fortaleza del gobierno y de
respaldo a Alberto Fernández,
afirman en los pasillos de la Casa Rosada. El enorme escenario mirando al
Cabildo fue el marco para el discurso del primer mandatario.
Retorno
Al
pie del escenario estuvieron los militantes mezclados con los ministros Matías Kulfas, Martin Guzmán, Santiago Cafiero, Juanchi
Zabaleta, entre otros. También en primera fila se pudo ver a Sergio Massa y el gobernador de la provincia de Buenos
Aires, Axel Kicillof mirando hacia el escenario junto con
otros funcionarios.
A
más de uno le llamó la atención la presencia de Juan Carlos Biondi, el exsecretario de Medios, quien estuvo en la Plaza y
no se lo veía por desde su salida del gobierno hace ya casi dos meses.
En
la Casa Rosada especulaban a que se debía su presencia y en algunas áreas se
observó preocupación. “¿Volverá?” se
preguntaban. Fue el propio Biondi que despejó dudas al afirmar: “Vine como militante peronista”.
El
acto es el comienzo de una etapa donde el gobierno toma la iniciativa, de
manera provocativa, para hacerle saber a la oposición de que “no son tan victoriosos” y por ende no “marcan la cancha”.
Es
más, provocó a quienes cuestionan al dialogo cuando dijo: “Si Macri no quiere hablar, que se quede solo con sus amigos
haciendo negocios. No hay problema” aunque evitó mencionar a
Horacio Rodríguez Larreta quién últimamente había cuestionado el llamado
presidencial.
También
y como minimizando al expresidente Macri lo comparó con Javier Milei, “Si Milei
no quiere hablar, que se quede encerrado con los compañeros que tienen que
niegan la diversidad y el terrorismo de Estado, nada que hablar tenemos con
ellos”.
Aunque
para no cerrarse a la convocatoria (ya que el Gobierno la necesitará para el
acuerdo con el FMI) y tendió un puente al decir: “Creo que dentro de la
oposición anida en muchos la vocación de construir juntos este país que hace
falta que se ponga de pie”.
Otro
punto interesante del discurso que muestra cual es la intención oficial hacia
la coalición fue cuando Alberto reconoció las diferencias internas y llamo a:
“Los matices y las diferencias empecemos a ponerlas sobre la mesa para que
lleguemos al 23 con toda la fuerza que necesitamos”.
Ese
llamado para el Presidente tiene un propósito: “Mi mayor aspiración es que en
el 2023 desde el último concejal hasta el Presidente de la República lo elijan
primero los compañeros del Frente de Todos”.
También
hizo referencia a que después de las elecciones “no pasó nada” y lo hizo
cuestionando a quienes: se prepararon para que esta semana sea un estallido en
la Argentina. Todos vimos cómo especularon con el dólar. Vimos cómo nos
avisaron que iban a terminar con las indemnizaciones. Soñaron con manotear la
presidencia de la Cámara de Diputados…. (en referencia a Juntos).
La
inflación fue parte del discurso cuando aseveró que: “enfrentar a los formadores de precios de una vez por todas, controlarlos
y decirles basta”.
La
idea es dar una imagen de fortaleza aún a pesar del resultado electoral y
mostrar que el Poder Ejecutivo cuenta con apoyo y la determinación para seguir
gobernando.
Despejaron,
al menos por el momento, la idea de que el jefe de Estado y su vice presidenta
tengan diferencias sobre la marcha de la gestión. Aunque, algunos allegados al
entorno presidencial admiten que sería bueno que Cristina Fernández de Kirchner
diera un mensaje.
Con
este acto el presidente comienza una nueva etapa de su gobierno con
la consigna de que “nadie nos ha vencido solo es vencido el que pierde sus
ganas de luchar”, y en el gobierno la idea es luchar para ser
elegidos en el 2023.