Por
Natalia Donato - Los
números fiscales son una de las obsesiones del Fondo Monetario Internacional
(FMI), y más aún cuando el déficit se financia con emisión monetaria, como
sucede -en parte- en la Argentina. En el marco de la negociación que los
técnicos del organismo están llevando adelante con el equipo económico para
reestructurar una deuda de USD 44.000 millones, el resultado fiscal
primario es uno de los ejes más relevantes de discusión, ya que el Fondo podrá
aceptar un punto de partida de déficit elevado, pero exigirá un plan descendente
hasta alcanzar el equilibrio primero, y luego superávit. El objetivo, claro
está, será que el país pueda repagar su deuda.
¿Desde
dónde entonces arrancará la Argentina para ir reduciendo gradualmente el rojo
fiscal? Con los datos a septiembre, ninguna estimación privada llega a
proyectar el número establecido en el Presupuesto 2021, que comenzó siendo del
4,2% del PBI para el sector público no financiero y luego bajó a 4% cuando el
Gobierno actualizó las cifras, al presentar el proyecto de gastos y recursos del
año próximo. Las previsiones de las consultoras rondan el 3%, al considerar
dentro de los ingresos el aporte solidario. De esta manera, el déficit se
ubicaría un punto porcentual del producto más bajo del estimado.
¿El
ministro de Economía, Martín Guzmán, ganó finalmente la pulseada, luego de
debatir públicamente con la vicepresidenta Cristina Fernández? No hay dudas de
que el gasto se aceleró a partir de la segunda mitad del año, pero desde
el ala más dura del kirchnerismo consideraban que había un margen todavía mayor
para inyectar recursos en la calle y revertir así el resultado electoral de las
PASO. Eso no se logró, aunque el oficialismo pudo achicar bastante la
diferencia en la provincia de Buenos Aires.
Luego
de las PASO, Cristina cuestionó la política fiscal que venía aplicando el
ministro Martín Guzmán, y exigió acelerar el gasto
Pasados
los comicios, y a un mes y medio de que termine el año, el ministro podrá
mostrar un mejor resultado fiscal que le servirá como carta de presentación en
la negociación con el Fondo. “Guzmán al final se salió con la suya y estuvo
haciendo los deberes para llegar mejorar la meta fiscal, que es una de las
llaves para entrar al FMI”, afirmó el economista de Analytica, Ricardo
Delgado.
Según
sus estimaciones, a octubre el déficit primario acumula 2,3% del PBI, pero sin
incluir los DEGs ni el aporte solidario. Sumándole este impuesto, baja a 1,8%
del producto, por lo que el año podría cerrar en torno a 3% y en no más de 3,6%
si se excluye el tributo extraordinario de la cuenta. Pero la comparación cabe
hacerla considerando estos recursos, debido a que cuando el Gobierno proyectó
4% del PBI de rojo primario, ya había recaudado este aporte. “Mi hipótesis es
que el ‘plan platita’ fue para la tribuna. Y se está emitiendo más porque
estacionalmente tenés un aumento del déficit. Pero no hay una explosión de
financiamiento en pesos para financiar ese rojo”, remarcó Delgado.
Con
un déficit primario hasta septiembre de 1,3% del PBI, incluyendo el aporte
solidario, los datos de octubre -que se conocerán la semana próxima- le sumarán
0,5% del producto adicional. Lo mismo sucedería en noviembre para llegar al
último mes del año con un aumento de 1 punto del producto de déficit, por lo
que el número del año sería de 3,3% del PBI, proyecta la consultora Equilibra.
El economista Lorenzo Sigaut Gravina remarcó que habrá una
aceleración del gasto entre octubre y diciembre y que “es probable que
aprovechen para pagar más deuda flotante, como por ejemplo adelantarle pagos a
Cammesa”, lo que podría elevar el déficit hasta 3,6% del producto.
De
ser así, el rojo primario en todo el año ascendería a $1,5 billones, a raíz de
un gasto primario que treparía a $9,2 billones (21% del PBI) e ingresos que se
ubicarían en los $7,7 billones, es decir, 17,6% del producto, de acuerdo con
los números de esta consultora. Para Sigaut Gravina, y en línea con el
argumento que utilizó oportunamente Guzmán para defenderse de las críticas de
la Vicepresidenta, “el gasto creció mucho y el déficit pudo bajarse debido
a que los ingresos también aumentaron fuertemente”.
“Es
la forma virtuosa de reducir el déficit de la que habla Guzmán. Cristina
planteaba que si había más recursos había que gastar más y en realidad lo que
hay que hacer es aprovechar esa situación para mejorar el resultado
fiscal. El gasto se hizo, aunque es cierto que estaba la expectativa de
que el gobierno iba a quemar las naves y finalmente no lo hizo”, planteó el
economista. “Porque en 2022 no vas a tener los ingresos extraordinarios de este
año, ni por retenciones ni por el aporte solidario”, explicó.
Sobre
el ritmo de crecimiento del gasto, remarcó que durante el primer semestre
creció 32% interanual -se compara con un mismo período de 2020 con un fuerte
gasto por la pandemia-, pero ya en el tercer trimestre el ritmo se aceleró al
50% y la proyección para el último es de un alza del 64 por ciento.
La
pregunta es cuál será el esfuerzo fiscal previsto para 2022, y “ahí el
presupuesto es bastante mezquino”, dijo el economista. El proyecto de ley
establece un rojo de 3,3% del PBI, pero si este año termina en esos niveles o
algo menos, el número para el año próximo debería ser más bajo, en el marco de
un acuerdo con el FMI. Los ingresos, por lo pronto, volverán a estar
subestimados por el solo hecho de que se prevé una inflación del 33%, cuando el
mercado prevé un piso del 50 por ciento.
A
su turno, Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal
(IARAF), coincidió con sus pares respecto de que no se llegará al número fiscal
proyectado en el presupuesto, ya que “el crecimiento del gasto tendría que ser
muy elevado en la última parte del año y no parece viable”. Por ejemplo, las
erogaciones de capital aumentaron 113,6% en los primeros nueve meses del año y
deberían trepar 558% interanual en el último trimestre para cumplir con la meta
que se fijó el gobierno en el cierre fiscal presentado con el proyecto de
presupuesto 2022; lo mismo sucede con el gasto en personal: creció 45,9% hasta
septiembre y debería aumentar 104% entre octubre y diciembre, dijo el analista.
“Dada esa situación, tenemos 3 escenarios, pero el promedio nos está dando un
déficit primario de 3% del PBI”, sostuvo Argañaraz. Su cálculo, como los del
resto, excluye los DEGs pero incluye los recursos del aporte solidario.
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