Por Ruben
Ramallo - La necesidad de modificar la política cambiaria actual y la forma de
hacerlo es materia de discusión permanente entre analistas y operadores y por
qué no, dentro del propio Gobierno.
Varios
son los analistas que consideran que el esquema de ajuste aplicado en los
últimos meses está llegando a su fin, por lo que de ahora en más cabría
esperar una aceleración de la tasa de devaluación.
Para
el economista Emmanuel Alvarez Agis "la actual estrategia que está
llegando a un límite, pero el Gobierno buscará evitar un salto discreto
del dólar por su efecto inflacionario y recesivo, por lo que se espera que
como mínimo se acelere el ritmo de variación mensual del tipo de cambio
oficial".
Por
su parte, desde Delphos Investment especulan que "un camino a seguir seria
la continuidad del esquema actual con algunos
retoques para disminuir la pérdida de reservas por la
intervención en el dólar oficial y en los mercados financieros".
Desde
las esferas oficiales coinciden en parte con la visión del sector privado, pues
en general consideran que lo que se plantea es pasar a una devaluación diaria
en línea con la inflación o ligeramente por encima.
No obstante, la historia
no "bendice" este tipo de política cambiaria, ya que suele generar
expectativas de mayor devaluación,
incentivando la demanda, con el inmediato.
Es
más, fueron varios los intentos en tal sentido que terminaron de la peor
manera, es decir con saltos significativos de la paridad.
En
definitiva, más que una salida para el tipo de cambio oficial, se estaría
ingresando en un laberinto del que será difícil emerger y aún más si
se lo hace "por arriba".
El
dólar, ¿está caro o barato?
Los
argumentos a favor o en contra son de lo más variados, y para ello suel
apelarse, entre otras cuestiones a las siguientes:
•
La situación actual del tipo de cambio multilateral real
•
La brecha que lo separa del dólar blue
•
El agotamiento de la actual estrategia cambiaria
Una
forma de analizar la situación actual del tipo de cambio oficial es mediante lo
que técnicamente se denomina "tipo de cambio multilateral
real".
Según
el Banco Central "este índice mide el precio relativo de los bienes y
servicios de la economía argentina con respecto al de los de los principales 12
socios comerciales del país, en función del flujo de comercio de
manufacturas". La forma de obtenerlo es a partir de un promedio
ponderado de los tipos de cambio reales bilaterales de los principales socios
comerciales del país.
Por
la metodología a partir de la cual se elabora, se constituye como una de las
medidas amplias de competitividad (de tipo precio).
Luego del violento salto que
mostró a la salida de la convertibilidad, el indicador se estabilizó en un
nivel elevado hasta 2008, para luego comenzar a descender en forma sistemática
hasta fines de 2015, pese al salto que se registró a principios de 2014.
Pero a partir de ese momento entró en una especie de meseta, que pese a sus altas y bajas se
mantuvo hasta el presente.
En
este contexto, es interesante mostrar qué sucedió en cada uno de los períodos
presidenciales, desde 2011 a hoy, expresado en pesos de hoy:
•
2003 a 2007: el promedio del período fue de $160, con una variación entre
máximos y mínimos del 21%
•
2007 a 2011: el tipo de cambio real comenzó el período a $160, pero fue
descendiendo en forma sistemática hasta terminar en $112, por lo que la caída
entre puntas fue del orden del 30 por ciento, mientras que el promedio fue de
136 pesos.
•
2011 a 2015: el precio promedio fue de $98, pero con un máximo de $112 y
un mínimo de apenas $74, con una brecha entre ambos del 64 por ciento.
•
2015 a 2019: es el período con mayor diferencia entre el mínimo ($74) y el
máximo, que fue de $149. mientras que el precio promedio es prácticamente igual
al actual.
•
2019 a hoy: si bien el lapso es la mitad de los anteriores, es el que
muestra la menor volatilidad.
Cabe
señalar que el precio actual coincide con el promedio de todo el período
($104), en un punto intermedio entre el mínimo ($74) y el máximo ($149).
La
brecha "condena" al dólar
Más allá de lo que muestra el
gráfico, es decir que se estaría en un punto de relativo equilibrio, un
tema que puede ser determinante para el futuro del tipo de cambio oficial es la
brecha que lo separa del blue, que ronda el 100 por ciento, que según los
economistas no tienen muchas chances de extenderse en el tiempo.
En
tal sentido, la historia también indica que la forma de reducirla es mediante
la convergencia al precio más elevado, con todo lo que implica
un salto devaluatorio de cierta envergadura.
El
economista Jorge Vasconcelos, coordinador del IERAL de la Fundación
Mediterránea, señala que aún con sus
crisis recurrentes, "no ha sido común en la Argentina la existencia
de brechas cambiarias por encima del 100% que hayan perdurado por demasiado
tiempo".
Por
su parte, Guido Lorenzo, director ejecutivo de LCG. Sostuvo que "La propia
existencia de la brecha
genera distorsiones que hacen muy visible que algo no está
funcionando bien. No obstante, hay riesgos de intentar resolver la cuestión cambiaria, como
algo aislado".
Por
lo tanto, según su opinión "si el Gobierno se empecina en querer achicar
la brecha, y para ello está dispuesto a convalidar un aumento del tipo de
cambio oficial, lo único que logrará será impulsar toda la nominalidad al
alza.
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