Por Mariano
Boettner - El
Gobierno decidió acelerar las negociaciones con el Fondo Monetario
Internacional y enviará a principios de
diciembre para su discusión en el Congreso un proyecto que incluirá
las proyecciones económicas de los próximos años que negoció con el staff
técnico del organismo. En
los últimos meses el ministro de Economía Martín Guzmán y los
funcionarios del FMI se embarcaron en un tira y afloje sobre estimaciones para
los próximos años de déficit fiscal, inflación, reservas, crecimiento económico
y tipo de cambio. El Poder Ejecutivo pondrá esos números sobre la mesa
para debatirlos con la oposición y darle peso político transversal a las
conversaciones con Washington.
En su primer
mensaje tras conocerse el resultado de las elecciones parlamentarias, en las
que el oficialismo volvió a perder a nivel nacional aunque logró recortar parte
de la distancia que hubo en la provincia de Buenos Aires, el
presidente Alberto Fernández anticipó que la agenda económica del
Frente de Todos continuará con uno de los temas más urgentes: la resolución de
las negociaciones con el Fondo Monetario, que llevan ya 15 meses sin
definiciones.
El jefe de Estado
adelantó que en la primera semana de diciembre el oficialismo ingresará en el
Congreso un proyecto de ley que incluirá una serie de proyecciones
macroeconómicas plurianuales, que en esencia es el fondo de la discusión
con los técnicos del organismo financiero. Según explicaron desde el Gobierno,
esto no implica que en las próximas dos semanas haya un consenso con el staff
del FMI, sino que el Gobierno avanzará con su propia propuesta e intentará
darle soporte político en el parlamento.
“Quiero anunciar
que, en la primera semana de diciembre de este año, enviaremos al Congreso de
la Nación un proyecto de ley que explicite el ‘Programa económico plurianual
para el desarrollo sustentable’”, dijo Alberto Fernández en un
mensaje grabado en la Residencia de Olivos antes de partir hacia el búnker
electoral en Chacarita.
El Gobierno decidió acelerar las negociaciones
con el Fondo Monetario
“Ese
programa contemplará los mejores entendimientos que nuestro gobierno haya
alcanzado con el staff del FMI en las negociaciones que lidera nuestro
ministro de economía, Martín Guzmán, sin renunciar a los principios de crecimiento
económico e inclusión social a los que me he referido previamente. Ésta es
una decisión política que cuenta con el pleno aval del Frente de Todos. Ha sido
el fruto del trabajo conjunto con la Vicepresidenta de la Nación, el Presidente
de la Cámara de Diputados de la Nación y mi gabinete de ministros y ministras”,
mencionó el jefe de Estado.
Según explicaron
a Infobae fuentes oficiales, el anuncio de Fernández no conlleva
como lectura que la negociación está cerrada o que finalizó. “Seguiremos negociando
y que enviaremos un proyecto de ley que incluya todos los entendimientos
alcanzados en las negociaciones”, comentaron. Es, en términos
prácticos, un update de lo que se pudo alcanzar hasta el
momento en el ida y vuelta con los funcionarios del Fondo Monetario.
De todas formas, se
encargaron de mencionar desde la Casa Rosada, los números que estarán plasmados
en ese proyecto de ley “son los números del Gobierno, no los del FMI. El
FMI tendrá que aceptarlos después”, dejaron entrever. El Congreso había
sancionado el año pasado una ley enviada por Martín Guzmán en la que preveía
que cualquier programa con el Fondo debería pasar primero por el Congreso.
De esa manera, la
secuencia del acuerdo con el FMI se perfila de la siguiente manera: la
discusión parlamentaria sobre las proyecciones macroeconómicas de los próximos
años, su eventual sanción en el parlamento, un regreso del Gobierno hacia el
staff del FMI con el texto hecho ley, y una recta final en la que el directorio
del Fondo Monetario deberá rechazar o dar el aval a esos números.
El Gobierno busca
acompañamiento de la oposición en la negociación con el FMI. La nueva
estrategia de negociación también puede ser leída en tono de presión hacia el
Fondo Monetario, algo que los propios Fernández y Guzmán habían dejado entrever
en declaraciones de las últimas semanas, en que resposabilizaron al organismo
por la demora en el acuerdo. Es decir, con este proyecto buscará dotar a
las conversaciones con el FMI de cierto vigor político producto de una
potencial sanción en el Congreso. El consenso político suele ser, además, una
de las condiciones que pone el Fondo para avanzar con programas financieros.
El Presidente
aseguró que la decisión anunciada este domingo cuenta con el respaldo de toda
la coalición de Gobierno, algo que incluso desde despachos oficiales leían
como una demostración de aval al ministro Guzmán, uno de los nombres más
mencionados para un recambio en el elenco ministerial desde la derrota en las
PASO.
El programa
plurianual es, en rigor, el corazón de las discusiones con el staff del
Fondo. Ese programa, que aparece como uno de los reclamos principales del
sector privado hacia la conducción económica del Gobierno, incluye típicamente
estimaciones de variables críticas que forman parte de las deliberaciones con
el FMI. Entre ellas, el sendero de reducción del déficit fiscal de los próximos
años, cómo será la velocidad de recorte en las tasas de inflación, proyecciones
de variaciación del PBI, nivel de reservas en el Banco Central y, en ese sentido,
cómo deberían ser de acuerdo a este último factor, los controles de capitales.
Quedará por
resolver, en lo sucesivo, distintas cuestiones de la nueva
estrategia: cómo será la negociación con la oposición para buscar un
entendimiento sobre los números que le llevarán al Fondo Monetario, cómo
quedarán desde diciembre la correlación de fuerzas en las dos cámaras, qué
respuesta tendrá el staff técnico del organismo sobre los números que lleve el
Gobierno en caso de conseguir la sanción y si tendrá, más adelante, el apoyo
geopolítico suficiente para que ese consenso pase por el directorio.
“Es tiempo también
de resolver el problema derivado de la deuda contraída por el Gobierno que me
precedió con el Fondo Monetario Internacional. Ese es el escollo más
grande que enfrentamos para continuar en la senda de la recuperación económica
y de la construcción de un país con más equidad. Debemos enfrentar este
desafío para reparar, en la medida de lo posible, el enorme daño que este
endeudamiento ha provocado, y cuyas consecuencias pesarán sobre varias
generaciones”, dijo en su discurso Fernández.
“En esta nueva
etapa profundizaremos nuestros esfuerzos para llegar a un acuerdo sustentable
con el FMI. Debemos despejar las incertidumbres que conllevan deudas
insostenibles como ésta. Y debemos hacerlo preservando las condiciones que nos
permitan seguir por el sendero de la recuperación con generación de empleo,
apuntando al mismo tiempo a una reducción persistente del mal inflacionario”,
continuó.
Por último, dijo
que el Gobierno trabajará “de forma incansable para lograr el apoyo de la
comunidad internacional en la construcción de mejores condiciones de
financiamiento para llevar a cabo el programa de políticas públicas que como
Nación soberana que somos”.
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