En las primeras
horas del día después de la derrota oficialista en las elecciones legislativas
los activos argentinos tendían mayormente a la suba, con bonos soberanos en
torno al 2% de ganancia y acciones de empresas argentinas que cotizan en Nueva
York con leves subas. A la espera del inicio de las operaciones para una
lectura más clara del impacto de las urnas en los mercados, los primeros
análisis de bancos y fondos de inversión analizan al resultado como positivo
para el mercado y para las probabilidades de un acuerdo con el FMI. Pero al
mismo tiempo esperan más sacudones en el futuro, una aceleración en el
ritmo de avance del dólar oficial y dudan de la posibilidad de que se aplique
un programa económico creíble.
Uno de los primeros
en dar su visión de los resultados fue Goldman Sachs, a través de su
economista Alberto Ramos. A través de una nota distribuida entre sus clientes,
la institución financiera consideró que en líneas generales el resultado es
positivo para el mercado, aunque la volatilidad macro y financiera seguirá
siendo elevada.
Los resultados de
las elecciones de mitad de período en Argentina muestran el rechazo de los
ciudadanos a la actual combinación de políticas y probablemente serán tomados
por el mercado como un “positivo neto”, sostuvo el análisis.
“Una composición del Congreso más favorable a
los mercados podría conducir a controles y equilibrios más eficaces y, en
última instancia, a un cambio de régimen político en 2023, pero también existe
el riesgo de políticas más populistas a corto plazo”, advirtió la nota.
“Perder el control
del Congreso implica que el gobierno tendría que negociar con una oposición más
fuerte y re energizada que podría llevar a un proceso de elaboración de
políticas ruidoso y volátil”, agregó.
Por su parte, JP
Morgan concluyó que la derrota oficialista fuerza al Gobierno a decidir el
programa económico a seguir.
“El hecho de que la
oposición ganara las elecciones a nivel nacional y la coalición gubernamental
perdiera la mayoría en el Senado ayuda a revisar las probabilidades sobre la
cuestión del camino político más probable a seguir, en particular a la hora de
evaluar la probabilidad de una combinación de políticas más pragmáticas o
radicales a futuro”, sostuvo el análisis que lleva la firma del economista
Diego Pereira.
“En nuestra opinión, la probabilidad de una
radicalización heterodoxa con una autarquía financiera casi completa (es decir,
que Argentina entre en mora con el FMI) disminuye después de estos resultados”,
señaló.
“Esto no quiere
decir que el gobierno vaya a modificar la combinación de políticas en los
próximos días y aplicar un programa ortodoxo en el futuro. De hecho, es
probable que el gobierno tarde algunos días o semanas en reconstituir el
reparto de poder interno en la coalición de gobierno. Además, el gobierno
tendrá que negociar con terceros partidos y, eventualmente, con el bloque de
Juntos para la gobernabilidad. Aunque un si bien no se puede descartar un
accidente político, y el contexto económico y social va a resultar de los
próximos meses, creemos que la idea de caer en la morosidad con el FMI no
tendrá apoyo político después de estos resultados”, agregó.
“El escenario que
valoramos como más probable podría caracterizarse como un cóctel de políticas
heterodoxas combinadas con pinceladas de consolidación fiscal limitada. Es
decir, un esfuerzo político mínimo destinado a asegurar un acuerdo con el FMI
podría evitar las nefastas implicaciones de la autarquía financiera, pero sería
insuficiente para asegurar una tendencia creíble a la baja de la inflación y,
por tanto, un crecimiento sostenible sobre la base de un stock de capital
creciente”, dijo.
“Asignamos una baja
probabilidad para un programa político creíble y sostenible”, concluyeron.
Por su parte, BTG
Pactual consideró que el resultado de la elección será bien recibido por los
inversores, aunque el escepticismo continuará. En particular, esperan que acelere
la suba del dólar en el corto plazo y que haya una devaluación en enero o
febrero.
“Creemos que la
combinación de una coalición oposición fuerte y gobierno muy débil, y un
mensaje relativamente moderado del gobierno debería ser positivo para las valoraciones”,
del mercado, analizó por su parte BTG Pactual en un informe firmado
por Alejo Costa y Sofía Ordonez.
Sin embargo, los
“inversores seguirán siendo escépticos y esperarán a ver la reacción del
gobierno, en un contexto en el que la presión sobre las tasas y el tipo de
cambio continuará”, agregó.
“El gobierno tendrá
que empezar a abordar algunas de las consecuencias de sus recientes políticas,
enfrentando una cierta liberación de la inflación en trámite (la nafta se
ajustaría en diciembre, también los servicios de Internet), la necesidad de una
moneda más débil (esperamos una aceleración del ritmo de depreciación en
noviembre/diciembre, y eventualmente una devaluación en enero/febrero), y una
mayor brecha cambiaria (las intervenciones del Banco Central deberían reducirse
significativamente para salvar las reservas internacionales)”, agregaron.
“Las medidas que se
avecinan darán una pista de las posibles medidas dentro de un programa del FMI,
para el que el calendario del Congreso de Fernández sugiere que deberíamos
tener noticias en las próximas semanas o días. Los inversores, por tanto,
esperarán esos avances, y creemos que el escepticismo continuará, a pesar de
considerar que las valoraciones deberían ser aún más altas tras ver los
resultados electorales de ayer, que sugieren que el peronismo está condenado a
corto plazo”, concluyeron.
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