La Argentina
exportó su mayor volumen en la última década a partir del auge en el precio de
los commodities agrícolas y acumuló operaciones de venta por más de u$s58.000
millones en solo nueve meses de recuperación económica de la postpandemia, un
nivel similar al endeudamiento solicitado al FMI durante el gobierno de
Mauricio Macri.
Ese fenómeno
permitió absorber una gran cantidad de dólares en la primera mitad del año, que
fueron claves, junto con el envío de fondos del FMI a través
de Derechos Especiales de Giro (DEG), para que el Banco Central llegue a fin de año con más reservas
internacionales en sus arcas.
A pesar de la
satisfacción en el Gobierno y el Central por el fuerte ingreso de dólares, en
tema seguido de cerca es que la suba de las importaciones en cantidades supera el nivel de actividad, por la decisión de las
empresas de acumular stocks ante las expectativas de devaluación. En
breve podría haber medidas o novedades sobre este aspecto.
El volumen de exportaciones creció 19,7% interanual en el tercer
trimestre y alcanzó el mayor nivel en los últimos 10 años. En los primeros nueve meses del año las exportaciones sumaron
u$s58.276 millones, según el INDEC.
Medidas en
dólares, las exportaciones crecieron casi 40% en los primeros nueve meses
del año. Pero el 70% de los que se exporta son bienes de origen agropecuario, por lo que está faltando una mayor
presencia de las manufacturas fabriles y la industria del conocimiento. En este
punto se avanzará en los próximos meses, principalmente con la sanción de la
nueva Ley de Hidrocarburos.
Lo cierto es que la
suba de precios internacionales de los productos del campo disparó el valor de
las exportaciones argentinas, según un informe de la consultora DNI. Sin
embargo, los analistas dudan sobre si los altos precios de la soja y otros
productos claves se repetirán en el 2022. En las últimas semanas se produjo una
baja en algunos precios internacionales que abren un interrogante. Aún
así, el poroto de soja está un 22% interanual arriba en octubre.
Todos sostienen que esos precios no se veían desde 2012.
En volúmenes, hubo
subas interanuales en el tercer trimestre en las manufacturas de origen
industrial (31,9%), productos primarios (27,9%), combustibles y energía (10,8%) y manufacturas de origen agropecuario (6,4%),
traccionadas por la recuperación de China y Brasil, y el alza de los precios
internacionales de la energía. En el sector fabril, las exportaciones
repuntaron por la mayor demanda global tras la parálisis del año pasado en
medio de la pandemia.
Los analistas
explican que la debilidad del comercio exterior argentino es que exporta lo
mismo hace una década y las ganancias siempre dependen de los precios. Para
aumentar las exportaciones pesqueras y engrosar la llegada de dólares, el
Gobierno decidió la semana pasada eliminar y reducir retenciones por la
exportación de productos de pesca, una medida que impactará en el 64% de
las posiciones arancelarias del sector y dejará el 33% de los productos con un
alícuota de 3% o 1%. En
concreto, la modificación del esquema tributaria afecta a los derechos de
exportación para la merluza sin piel en envases menores a 1 kilo y pescados
costeros, cuyo impuesto será suprimido.
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