Sábado 13 - Por Carlos Arbía - El resultado de las elecciones del próximo
domingo será clave para saber cómo se transitarán los dos años que quedan del
mandato de Alberto Fernández para la política, las finanzas y la
economía.
Por lo general
las crisis económicas, este gobierno transita por una de las peores de la
historia, han debilitado a los gobiernos, pero solo una como la presidencia de
Fernando De La Rúa se debilitó antes de cumplir los dos años. El caso de
Alberto Fernández es bastante parecido, pero podría ser peor desde el punto de
vista financiero en el caso que la crisis política actual no se solucione. Esto
es la pelea que libran el presidente y la vicepresidenta Cristina Fernández de
Kirchner que estalló luego de la dura derrota del oficialismo en las
PASO.
De acuerdo a un
reciente estudio de la consultora M&S los próximos dos años serán un
período de interacción extrema entre política y economía. Intrínseca en el
sentido de que será inherente al período histórico que se viene, una
inestabilidad que estará en la esencia, en la raíz de lo que serán 2022 y 2023.
El trabajo de la
consultora focaliza que "el destino de la segunda mitad del mandato de
la Alianza peronista se jugará a lo largo del verano de la mano de
una triple definición: una política respecto a para dónde saldrá disparada la
Alianza gobernante; la segunda si habrá algún tipo de acuerdo con el FMI y la
tercera referida a cuál será el manejo de la política macro - cambiaria. ¿Qué
significa un dólar a 205 pesos? ¿que implica una brecha cambiaria superior al
100 por ciento donde un dólar un dólar del comercio exterior para importar y
exportar vale 100 y un dólar para comprar cualquier bien en el país vale 205
peso?"
En ese aspecto el
trabajo plantea tres postulados generales para evaluar la situación cambiaria presente y futura:
El dólar no
oficial a 205 pesos es un valor "caro" típico de períodos de
alta inestabilidad macro, no híper, no rodrigazo (que son más altos, bien
arriba de 300 pesos): o sea es caro, no raro; es caro, no carísimo;
La brecha superior
al 100% sí es inusualmente alta incluso para la frondosa historia argentina de
desaguisados macroeconómicos: o sea, parece insostenible sostenerla en esos
guarismos sin consecuencias;
El dólar oficial a
100 pesos no es barato, no está muy atrasado; pero en momentos de tan alta
inestabilidad y tan alta brecha, se está quedando "corto" y se
"atrasó" alrededor de 15% a lo largo de 2021: o sea, se encamina en
algún momento a una corrección impuesta por la realidad. Dólar a 200
El dólar no oficial a 205 pesos hoy es muy
caro, y el reflejo de la incertidumbre política, la inestabilidad macro que se arrastra y que "no se sabe casi
nada" sobre qué va a pasar a partir del 15 de noviembre. Es un dólar
producto de una macro desordenada y desajustada y puede generar que lleguen más
turistas extranjeros a la Argentina en el futuro cuando se abran todas las
fronteras.
El valor promedio
de la serie del dólar no oficial a lo largo de estas dos décadas completas es
180 pesos de hoy. El problema es la brecha cambiaria que hoy supera
el 100 por ciento.
De acuerdo a la
opinión del economista Alfonso Prat-Gay, "la brecha cambiaria es
un indicador de malestar económico, de que hay algo que no se está haciendo
bien, esa brecha plantea una relación bastante directa entre nivel de desajuste
cambiario y el nivel de votos. Vinculación que, es cierto, no se dio en las
primarias de 2019 donde no había brecha porque no había cepo, pero igual el
Gobierno perdió. El ajuste o lo hace el mercado o el Gobierno, y el del mercado
es más doloroso y ocurre cuando el Gobierno no hace nada".
En tiempos de
inestabilidad política y económica, el dólar libre y la brecha son
una caja de resonancia, un termómetro de la incertidumbre y los desajustes
macro fiscales, monetarios, de precios etc. Un dólar caro y una
brecha alta son la consecuencia, pero el origen son los desajustes de la macro.
El problema es que
este Gobierno siempre contesta reprimiendo: si sube el dólar pone más cepos, si
suben los precios busca controlarlos más. El problema no se soluciona, sino que
se agrava. El cepo cambiario o el control de los precios solo sirven
para tratar de controlar las consecuencias y no las causas.
¿Qué sucederá con el
Frente de Todos tras el 14N?
Pero en el actual
contexto a la esperable derrota electoral se le sumará la debilidad intrínseca
del formato de la alianza gobernante y se abren varios escenarios. Qué
posibilidad hay que el Presidente Alberto Fernández retome el manejo del
gobierno en el caso que el oficialismo y la vicepresidenta pierdan la mayoría
en el senado. Qué posición adoptará la vicepresidenta. Confrontará,
cooperará o no con el Presidente lo acompañara o dará un paso al costado. Qué
postura adoptarán los gobernadores e intendentes del partido justicialista.
Cómo serán los movimientos en ambas cámaras de Diputados y Senadores oficialistas
en el Congreso. Cómo se reacomodarán las figuras de La Campora y el
justicialismo en la provincia de Buenos Aires.
Con todas estas
preguntas sin responder no puede descartarse hasta fines de 2023 problemas de
gobernabilidad como tampoco más cimbronazos macro. El 10 de diciembre de 2023
es pensar a muy largo plazo. Las últimas tragedias económicas fueron en los
setenta tras la muerte de Perón (El Rodrigazo del 75), en los ochenta (Las dos
hiper de Alfonsin en 89 y 90) y en 2001 (El fin de la Convertibilidad).
La gran pregunta es
si después de las elecciones para salir del problema cambiario el
Gobierno realizará una devaluación ordenada en torno al 30 por ciento en el
mercado del dólar oficial y si el FMI le solicitara al Gobierno entre otras
cosas que elimine los controles de precios, los controles cambiarios y que
libere las tarifas de servicios públicos de luz y de gas para firmar un nuevo
acuerdo para reducir el gasto en subsidios para mejorar los números fiscales.
Con respecto al
acuerdo con el FMI hay que destacar que el Gobierno, en particular el
ministro Martin Guzmán, hizo dos reclamos políticos al FMI. Son
demandas para mostrarle al ala izquierda del oficialismo y sobre todo a la
vicepresidenta, que hay conquistas en esa negociación. Ese primer reclamo era
que el plazo para devolver el préstamo que había tomado el gobierno de Mauricio
Macri con el Fondo se extendiera a 20 años. Pero esa demanda fue dejada de lado
por el organismo.
El segundo de los
pedidos es que baje la sobretasa por el préstamo que le hizo a
la Argentina. En la declaración final del G20, el propio G20 le pide al
Fondo Monetario Internacional que se haga cargo de ese reclamo, pero por ahora
no hay una contestación. Si se redujera esa sobretasa el ahorro de la Argentina
serian entre 1000 a 1200 por año.
Este valor es la
décima parte de lo que paga el BCRA a los bancos y al estado mismo en concepto
de intereses por las Leliqs (Letras de Liquidez) que tienen en su poder.
El BCRA emitirá este año más de 2 billones de pesos para financiar gran parte
del déficit fiscal y para evitar que esos pesos no terminan impactando en la
inflación, los esteriliza emitiendo más Leliq cuyo stock ya supera los 2,5
billones de pesos.
En este momento el
BCRA paga aproximadamente unos 10.000 millones de dólares por año solo de
intereses que son 10 veces más de lo que pretende reducir de la sobretasa que
se le pagaría al FMI. El problema son hoy las Leliqs, no en la sobretasa que
cobra el FMI. Por lo tanto, el BCRA tendría que revisar su política de
emisión y esterilización de pesos para que la inflación no siga subiendo y el
stock de Leliq que junto con pases hoy llegan a los 7,5 billones de pesos no
sea inmanejable en el futuro.
"El planteo
base es que este gobierno no va a implementar un plan de estabilización
fiscal - monetario - cambiario y mucho menos entrará en el campo de las
reformas estructurales. Por lo tanto, el escenario que viene será uno de
convivir con la inestabilidad macro y la alta inflación", dice el informe
de M&S.
Otro problema a
resolver después de las elecciones son los subsidios a las tarifas de
servicios públicos. Con respecto a los subsidios hay que considerar que el
50 por ciento del costo de la energía lo paga el estado. El precio de la nafta
lo subsidian las petroleras en particular YPF por alguna razón su presidente
Pablo Lopez manifestó que en condiciones estables el litro de nafta debería
costar 1,7 dólares debería costar 170 por el dólar oficial o 350 por el dólar
paralelo y en promedio vale 100 pesos.
Hay que considerar
que el Estado les paga a las petroleras unos 55 dólares por el barril
criollo de petróleo mientras el barril en el mercado internacional vale 80
dólares y paga 3,5 dólares por el millón de BTU de gas mientras que en el
mercado internacional vale 5,5 dólares. Una gran parte del déficit fiscal, unos
2,5 puntos del PBI, tiene que ver con los subsidios a las tarifas de
electricidad y gas que paga el estado.
De acuerdo a los
datos expuestos por el experto Daniel Gerold recientemente en un evento de
la Cámara de Comercio de los Estados Unidos (Amcham) los subsidios a
la energía van a pasar el año que viene de unos 9.000 a 16.000 millones de
dólares por el aumento de los precios de los combustibles a nivel
internacional. Además, explicó que las importaciones de energía van a pasar de
4500 a 7500 millones de dólares. Esto implica que las reservas líquidas que
tiene hoy el BCRA no alcanzan para pagar ese monto.
En el aspecto
político es importante destacar que las últimas elecciones reflejan que
al oficialismo que pierde la elección de medio término se le reducen
las posibilidades para ganar la presidencial siguiente y se le abre a la
oposición. Esto marca un escenario de debilidad para el que sigue gobernando y
tiende a generar segundas mitades de mandato más pobres y tratar de durar para
llegar al final.
Las dos excepciones
a esta regla fueron 2009 y 2017. En 2009, el kirchnerismo perdió las elecciones
de medio término, pero CFK fue reelecta en 2011 gracias a la mejora
económica de esos años. En 2017 el oficialismo de Cambiemos ganó la elección
legislativa de medio término, pero la crisis cambiaria de mediados de 2018 y
hasta septiembre de 2019 hizo pedazos la idea de la reelección de Mauricio
Macri con un préstamo del FMI de 44,000 millones de dólares.
En esta oportunidad,
de confirmarse la derrota del Frente de Todos (FDT) el próximo
domingo, las chances de mantener el modelo kirchnerista después del 2023 son
bastante reducidas. El mejor de los escenarios económicos hasta las PASO del
2023 sin un acuerdo con el FMI que de previsibilidad económica sería una
especie de estanflación. Estancamiento con inflación.
Hay un caldo de cultivo para que la inestabilidad aumente y
el peligro es una mayor inflación a la actual que anualizada llega supera el
50% anual. La tasa de interés de Leliq que paga el BCRA a los bancos y al estado permanecen fijas en
alrededor del 38 % anual y probablemente suban si los EEUU comienzan a aplicar
una política de restricción monetaria para bajar la inflación probablemente
provoque una suba de las tasas de interés en ese país y en el mundo en general.
Además de lo
político, se requerirá que en algún momento se converge a algún tipo de acuerdo
con el FMI y en ese marco se consensue internamente un mínimo de
racionalidad en el manejo de la política macroeconómica que por ahora no está
presente.
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