Por Carlos
Arbia - Una gran parte de los analistas locales y de Wall Street creen que el
Gobierno de Alberto Fernández podría sufrir menos financieramente en
caso que el resultado electoral del 14 de noviembre próximo sea favorable a la
oposición. En cambio, si se revirtiera el resultado de las PASO del 12 de
septiembre pasado existe una probabilidad muy alta de que el mercado financiero
se complique.
Pero más allá de un
resultado en contra o a favor del oficialismo lo más relevante desde el 15 N
será como seguirá la relación con el FMI en los próximos meses y si
el gobierno cerrará la renegociación del acuerdo antes de fines de marzo del
año que viene. La primera señal que espera el mercado financiero local e
internacional es que se pague el vencimiento de unos 1900 millones del próximo
22 de diciembre.
Los números
muestran que desde que este gobierno asumió la Argentina pagó
al FMI unos u$s4.174 millones. Fueron u$s2.282 millones de intereses
y u$s 1.892 millones de capital. Todavía restan pagar esos u$s 1900 el próximo
22 de diciembre. El año próximo vencerán otros u$s18.000 y en el 2023
otros18.000 millones. En el 2024 cuando finaliza el acuerdo vencen unos
u$s4.500 más.
Si se toma la tasa
del mercado, hoy es del 20%. Es lo que indica el índice de riesgo país. Entre
seis y ocho por ciento, pagaría la Argentina con una economía
tendiendo a la normalizada. En tanto que al FMI se le pagaba el 3 por ciento.
El motivo concreto por el cual estos cargos aumentan desde noviembre es que
empiezan a correr los 36 meses desde que Argentina tiene el crédito con el FMI
por encima de la cuota que le corresponde (187,5%). Así está establecido en las
reglas del organismo, y que la Argentina pretende modificar vía
el G-20.
Por eso la
Argentina pasa a pagar la tasa de interés máxima que
el Fondo establece para este tipo de créditos: 4,05%. Esa tasa surge
de sumar el 0,05% tasa de interés, el 1% básico de cargo, un 2% por acceder a
un préstamo superior al 187,5% de la cuota de Argentina y por último el 1%
porque el monto que el país adeuda por arriba del 187,5% de su cuota persiste
hace más de 36 meses. De acuerdo a una estimación de la consultora ACM, los
costos de las sobretasas significan unos u$s 1.252 millones anuales. Si el
nuevo acuerdo no está listo para antes de fines de marzo próximo entonces la
Argentina estará en problemas.
La dupla que
financiera que integran el ministro de Hacienda, Martin Guzmán, y el presidente
del BCRA, Miquel Pesce, confía en que el ingreso de dólares de
diciembre, con la liquidación de la cosecha fina, será suficiente para empezar
a equilibrar el mercado cambiario. Y así se podría manejar un aumento del tipo
de cambio oficial a un ritmo mayor al actual, pasando de 1% a 3 ó 4% por
mes.
La opinión de los
expertos
El escenario más
probable para el dólar oficial es ir a un ajuste de 3% a 4% mensual durante el
verano (contra el 1% mensual actual), al tiempo que se ensayan señales de
moderación por el lado fiscal. En tanto el economista de FMyA Fernando
Marull explica que "para el verano 2022 asumimos que se va a
transitar con más cepo y más brecha cambiaria. Hay un 30% de probabilidad de un
salto cambiario como en el de enero de 2014". Lo que se observa con más preocupación en los últimos días es una nueva
caída de las reservas del BCRA y el aumento del dólar contado con liqui que
está en alrededor de los 215 pesos y una fuerte suba del riesgo país por encima
de los 1700 puntos básicos más allá de la baja del dólar paralelo.
El analista
financiero Christian Buteler manifestó que "no se puede pretender
mantener el tipo de cambio estable con una inflación al 3 o 3,5 por ciento
mensual, por lo cual es lógico que el precio continúe subiendo en los próximos
días por lo que el 200 peso no implicará ningún tipo de techo para el
blue"
El pronóstico sobre
lo que podría suceder a partir del 15 de noviembre es difícil de predecir.
Es muy poco también lo que se puede hacer en los próximos días desde el punto
de vista fiscal, cambiario y monetario. Pero no habría que descartar alguna medida
sorpresiva si el mercado se pone muy en contra. La semana pasada, para cuidar
las reservas internacionales, el BCRA le prohibió a los bancos
incorporar dólares a sus balances hasta fin de mes.
El gran problema que plantean los analistas es que no se
ensanche lo que los analistas llaman la "brecha de la brecha" un
elemento adicional que apareció en el mercado financiero luego de los refuerzos del cepo cambiario que
el BCRA y la CNV vienen realizando desde julio pasado. Se trata de la
diferencia que existe entre el dólar paralelo de 200 pesos y dólar Contado Con
Liqui que está entre los 215 y 220 pesos donde no hay intervenciones del BCRA.
Es el tipo de dólar que se opera a través de bonos y acciones argentinas con
cotizaciones en Buenos Aires y también en Nueva York. En esa "brecha de la
brecha" se encuentra hoy el principal problema para el equipo
económico.
No se trata de un
mercado pequeño, informal, y poco transparente como el blue. Es un mercado
en donde buscan cambiar sus pesos devaluados por dólares caros las empresas
locales y los fondos de inversión internacionales que quieren sacar al exterior
esos dólares antes de las elecciones legislativas del próximo domingo.
Lo ocurrido hasta
ahora sorprendió a las autoridades económicas que proyectaban para esta época
un dólar blue por debajo de los $195. "El objetivo
de Guzmán pasaría por repetir las medidas adoptadas luego del pico
que hizo el dólar en noviembre del año pasado. Pero deberá encauzar un acuerdo
con el FMI, seguir achicando el déficit fiscal y aumentar gradualmente el
ajuste del tipo de cambio oficial para salir del ritmo actual del 1%
mensual" manifestó a iProfesional el economista de IEB Norberto Sosa.
Por su
parte Marcelo Elizondo, titular de la consultora DNI destaca que hay
un antecedente que le da algunas chances a Guzmán.
"A fines de
octubre del 2020 el dólar libre voló a $190 y la brecha cambiaria llegaba en
aquel momento al 130%. Seis meses después, a partir de un comportamiento
fiscal y monetario mucho más ajustado, el tipo de cambio bajó a $140 y la
brecha se había achicado a sólo el 60%. Pero la situación luce más compleja,
sobre todo en el plano político. El Gobierno podría quedar en una situación
mucho más endeble si el resultado electoral es negativo para el oficialismo que
generaría mucho ruido que podría generar mucha complejidad para cualquier
decisión de política económica que se quiera adoptar" manifestó Elizondo.
Una de las señales
más importantes de la semana pasada que dio el equipo económico fue que
el Tesoro Nacional comenzó a subir la tasa de sus bonos en
pesos que se ubicó en el 48% anual en la última licitación y el Central
absorbió en un solo mes más de $230.000 millones, aumentando 5,5% el stock de Leliq y pases que ya supera los 4 billones
de pesos y por el que se paga a los bancos y al estado que tienen eses letras
unos 10.000 millones de dólares al año. Esta es una señal que indica la
preocupación del equipo económico por evitar antes de fin de año un colapso
cambiario inflacionario y monetario.
Un reciente informe
de la consultora Equilibram que dirige el economista Diego
Bossio, explicó que "la tasa de interés que está pagando al Tesoro
por colocar deuda en pesos ya está en 48% anual para bonos que vencen en marzo
y ese es el costo de evitar una mayor dolarización de portafolios de los
inversores locales. También agrega que "por su lado el BCRA comenzó a
acelerar para absorber el excedente de pesos".
Pero una de las
señales más complejas que tendrá que dar el equipo económico después
de las elecciones es algún tipo de definición con respecto a los subsidios
económicos que el Gobierno gasta para mantener las tarifas de servicios
públicos de gas y luz congeladas y también el precio de los combustibles frente
a los rumores que podría haber cambios en la secretaría de Energía luego de las
elecciones que no beneficiarían a Guzmán.
Hay que recordar
que Guzmán buscó este año generar un aumento de tarifas del 18% en dos etapas,
pero el Gobierno, en particular la vicepresidenta Cristina Fernández de
Kirchner y el gobernador Axel Kicillof, solo le permitieron aplicar un solo
aumento del 9% en mayo para luz y gas. Por la desautorización que tuvo se
enfrentó con el subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo a quien
despidió pero luego tuvo que reincorporarlo por orden de la vicepresidenta.
El tema tarifario
es uno de los más complicados que tiene el ministro en su agenda desde
el 15N y tal vez sea uno de los aspectos que genere mayores problemas
con los técnicos del FMI que quieren entre otras cosas una reducción de esos subsidios
y la eliminación de los controles cambiarios desde el momento en que comience a
regir un nuevo acuerdo.
El atraso tarifario
también es importante en el caso de los combustibles. El precio del barril
de petróleo en el mercado internacional es de unos 80 dólares mientras que
el llamado barril criollo que el gobierno les paga a las petroleras llega a 55
dólares. En el caso del gas el precio internacional del millón de BTU es de 5,5
dólares y en nuestro país se paga 3,5 dólares. Con respecto a los combustibles
este fin de semana el presidente de YPF Pablo López manifestó que el precio de
la nafta súper debería costar 1,7 dólares.
El último
diagnóstico antes de las próximas elecciones del equipo económico da
cuenta que la situación financiera es manejable siempre que exista respaldo
político, pero luego de las elecciones deberán dar señales claras al
mercado.
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