Por Melisa Reinhold
- En las últimas semanas los precios de los dólares libres se dispararon y se
encendieron las alarmas entre los argentinos. Aunque se gana en pesos, la regla
general es ahorrar en la moneda norteamericana. Y durante los últimos años la
capacidad de ahorro no hizo otra cosa que caer: al pasar el ingreso a dólares,
hoy se cobra menos de un tercio de lo que se ganaba cuatro años atrás.
La semana pasada se
conoció la actualización del salario promedio de los trabajadores registrados
(el llamado Ripte), que incluye a públicos y a privados. En septiembre, los
ingresos aumentaron un 4,2% (cifra superior a la inflación de ese mes, que fue
del 3,5%), traduciéndose en unos $94.157,71. Si a ese número se lo compara
frente al contado con liquidación (CCL) comprado mediante acciones, una de las
cotizaciones que sirven como una suerte de “termómetro” de la economía del país
(alejado del cepo y los controles del Gobierno), en septiembre el salario Ripte
fue de US$489.
Nery Persichini,
economista y jefe de Estrategia de GMA Capital, elaboró un informe sobre cuánto
cobraban los trabajadores durante los hitos políticos y económicos más
relevantes de los últimos años.
Al analizar los
ingresos con un dólar CCL constante, descontando la inflación acumulada que
tuvo la moneda estadounidense en los últimos 25 años, en febrero de 1995 los
empleados cobraban $928,29. Era la época de la convertibilidad, por lo que el
sueldo representaría unos US$1718 actuales. Hoy se gana un 28,4% de ese total.
“Pero la Argentina,
en los últimos años de la convertibilidad, tuvo una recesión muy larga, además
del condimento social crítico que terminó en la crisis de diciembre de 2001”,
recordó Persichini. Para fines de ese año, el salario promedio era de $884,83,
unos US$1066 de ahora. Es decir, en 2021 los ingresos son menos de la mitad que
en diciembre de 2001 (un 45,8%) medidos en dólares.
“En enero de 2002
fue el salto cambiario, el desmontaje de la convertibilidad, y en junio el tipo
de cambio nominal llegó a un récord cercano a $4. En seis meses pasamos del 1 a
1 a $4 por dólar, claramente fue un overshooting. Con capacidad ociosa, pobreza
muy alta y la inflación que se había disparado, se tocó un piso de salarios de
US$316”, agregó el economista.
Para noviembre de
2015, cuando Cristina Kirchner terminaba su segundo mandato, el salario Ripte
era de $15.526,15 o, en dólares cons“Estas tantes, US$1214. Es decir, el
ingreso actual es equivalente al 40% de lo que se cobraba en ese entonces.
La cifra siguió
escalando. Dos años más tarde, en noviembre de 2017, se registró el salario
máximo de la época macrista: los trabajadores cobraban un promedio de
$26.177,33 (US$1667). Hoy no se completa la tercera parte (29,3%).
“Al año siguiente,
como hubo inacción fiscal, el ajuste lo hizo el mercado vía tipo de cambio y
fue desordenado. Se desequilibró el escenario, hubo problemas con el FMI. Lo
paradójico es que con un salario de US$1000 Macri perdió la elección
presidencial de 2019 y se desplomó el salario real, porque el mercado volvió a
ajustar y el dólar pasó de $45 a $60 en un día. ¿Después? Reperfilamiento,
default, más cepo, la historia conocida”, explicó Persichini.
En julio de 2019,
antes de las PASO, cuando el dólar pegó un fuerte salto tras la victoria de
Alberto Fernández, el ingreso Ripte era de $43.290,96. El equivalente a US$1051
o, visto de otra forma, ese ingreso en septiembre de este año era un 46,5% del
salario de entonces.
Para el corto plazo
las proyecciones no son mejores. En septiembre, último mes con datos
disponibles, el salario era de US$489 y el dólar CCL con acciones del Grupo
Financiero Galicia se vendía a $192,50. caídas se explican por varios factores.
La economía hace 10 años que está estancada, tenemos el mismo nivel de
actividad, incluso antes de la pandemia. Hay una cuestión de productividad que
se refleja en los salarios. Después, el salario real también cayó y eso también
afecta al salario en dólares. Con los ajustes que tuvo la Argentina y la
volatilidad cambiaria, el golpe de gracia fue la devaluación del dólar contra
el dólar libre, que le da una cuota adicional de caída. La foto de hoy
seguramente sea un poquito peor”, concluyó.
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