Por Luis Beldi - Todo el
mercado, de alguna u otra manera, acentuó el viernes su cobertura en dólares.
Las elecciones del próximo domingo van a encontrar una importante cantidad de
ciudadanos que no quieren que el futuro los sorprenda con pesos en sus
bolsillos. El día después de los comicios genera desconfianza.
Si bien los precios
de la divisa no variaron, hubo fuertes negocios y grandes intervenciones del
Banco Central, que pudo comprar una importante cantidad de dólares en la
plaza mayorista, por las restricciones que aplicó a las entidades sobre sus
tenencias de divisas hasta fin de mes. En el mercado oficial de los dólares
financieros, donde utiliza el bono AL30D para las operaciones de dólar MEP o
Bolsa, intervino con casi USD 25 millones, su volumen de aparición más elevado
después del último ajuste al cepo. Pudo bajarlo, pero no tuvo más remedio que
dejar que corriera y suba a $ 181,26 ( 70 centavos).
También intervino
en la plaza del GD30 donde se hace fuerte el contado con liquidación. Negocia a
la par del MEP. Allí también intervino, algo que en octubre era excepcional y
en noviembre se hizo habitual. Por eso el dólar MEP cerró en $ 205,22 ( $1) y
el contado con liquidación se mantuvo en $ 215 aunque contra acciones en el
Senebi, la plaza donde las operaciones se hacen cara a cara con el operador y
no se publican en pantalla, superó $ 216.
Extraña quietud
El “blue” o dólar
libre se mantuvo en $ 199, pero en la plaza mayorista el Central
sorprendió bajando al dólar 2 centavos a $ 99,95, algo que no ocurría hace 22
meses. Esto se debió a que, al atarles las manos a los bancos, le restó demanda
de importadores al mercado y hubo más oferta de los exportadores. De esta
manera, además de bajar al dólar oficial pudo comprar nada menos que USD 200
millones y elevar las reservas en 209 millones a USD 42.785 millones.
exportadora cuya
acción subió fuertemente el viernes
Pero atrás de esa
demostración de supuesta fortaleza del anclaje del dólar, hay varias
manifestaciones firmes de que el mercado está convencido de que habrá
devaluación y que puede ser de entre 30 y 50%, revisando lo que sucedió
históricamente en situaciones similares.
Por eso los
bonos que están atados al precio del dólar oficial (dollar linked), tuvieron
fuertes subas y algunos dan rendimientos negativos. El T2V2 aumentó 0,91%;
el TV22, 0,51% y el TV23, 0,48%. Los mercados de futuro también marcaron su
presunción devaluatoria y el Banco Central vendió fuertes cantidades en las
posiciones que van de fin de noviembre a enero para evitar que cierren en
precios más elevados. El dólar a fin de año vale $ 107,39 y a fin de enero $
114,10. Esto equivale a una tasa de 6,25% mensual o 75% anual. Las operaciones
de dólar sintéticos combinando bonos dollar linked con venta de futuros fueron
intensas, los jugadores obtienen una tasa elevada con esta combinación.
También la
Bolsa demostró que apuesta a la devaluación. El S&P Merval, el índice
de las acciones líderes, subió 1,79% de la mano de Aluar ( 5,68%) y Ternium
( 4,7%). ¿Qué tienen en común estos papeles? Que sus principales ingresos
provienen de las exportaciones, por lo tanto una devaluación mejoraría
notablemente sus balances. Este razonamiento se extendió al índice general de
las acciones donde San Miguel ( 7,6%), exportadora de limones, y Agrometal
( 7,05%) fabricante de maquinarias agrícolas, sobresalieron.
En la Argentina el
“todo tiene que ver con todo”, fue reemplazado por “todo tiene que ver con el
dólar” y así seguirá esta semana.
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