Por Rafael Mathus
Ruiz - WASHINGTON.– En medio de un rebrote inflacionario que se vislumbra más
terco de lo previsto, la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed, en la jerga
financiera) decidió tirar las riendas de la política monetaria al anunciar que
comenzará a frenar la compra de activos financieros, una medida implementada
para inyectar dinero en la economía y sostener la actividad que el banco
central norteamericano aplicó durante la crisis financiera global en 2008, y
resucitó el año anterior por la pandemia del coronavirus.
El presidente de la
Fed, Jerome Powell, dijo en una conferencia de prensa luego de que se anunciara
la decisión que espera una baja de la inflación a mediados del año próximo, una
vez que se resuelvan los cuellos de botella provocados por un fuerte aumento de
la demanda y una recomposición gradual, más lenta, de las cadenas de producción
globales.
“Es un momento
incierto, pero deberíamos ver bajar la inflación para el segundo o tercer
trimestre”, dijo Powell, en referencia al año próximo, ayer durante una
conferencia de prensa al término de dos días de reunión del Comité Federal del
Mercado Abierto de la Fed, el cuerpo que reúne a los presidentes de los bancos
regionales y toma las decisiones de política monetaria en Estados
Unidos. “Creemos
que podemos ser pacientes. Si una respuesta es requerida, no dudaremos”,
afirmó. Los principales índices bursátiles de Wall Street marcaron récords tras
la decisión.
Powell se preocupó
por desligar los movimientos futuros en la tasa de interés de la compra de
activos, y si bien indicó que el crecimiento de la economía se desaceleró
notablemente luego de un inicio de año a toda máquina, anticipó que volverá a
repuntar con el progreso de la campaña de vacunación. Pese a la enorme oferta
de vacunas y a las facilidades para acceder a una dosis, Estados Unidos ha
vacunado totalmente a menos del 60% de la población, un avance inferior al de
otras naciones desarrolladas debido a que hay casi 70 millones de norteamericanos
que aún se resisten a recibir una vacuna.
Cambio de rumbo
La decisión de la
Fed de comenzar a frenar la venta de activos marcó el primer cambio en la
política monetaria luego de que el año pasado el banco central norteamericano
apretó todos los botones de su tablero para sostener a la economía en medio de
la brutal recesión que provocó la pandemia del coronavirus.
Hasta hoy, la Fed
realizaba compras mensuales de bonos del Tesoro y otros activos financieros por
120 millones de dólares, y ahora comenzará a reducir esas compras a razón de 10
millones de dólares para los bonos oficiales y 5 millones de dólares para el
resto de activos.
El comunicado de la
Fed indicó que los avances de la vacunación y un fuerte apoyo de la política
económica los indicadores de actividad y empleo han seguido fortaleciéndose.
Los miembros del
Comité reiteraron su visión de que el repunte de la inflación se debe a
factores “transitorios”, pero no dejaron de notar que ha habido aumentos de
precios “considerables”. El precio de la nafta, uno de los termómetros para los
ciudadanos de a pie, ha subido a un máximo de siete años.
“La inflación es
elevada, reflejando en gran medida factores que se espera sean transitorios.
Los desequilibrios de oferta y demanda relacionados con la pandemia y la
reapertura de la economía han contribuido a aumentos considerables de precios
en algunos sectores”, indicó el comunicado.
La Fed remarcó que
el rumbo de la economía sigue dependiendo de la trayectoria de la pandemia, y
advirtió que persisten los riesgos para las perspectivas económicas.ß
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