Por Javier Blanco -
El Banco Central vendió ayer US $40 millones de sus reservas ysuma US $390
millones desde el jueves.
El Banco Central
(BCRA) cerró ayer sus intervenciones sobre el mercado de dólar al contado con
un saldo vendedor que promedió los US$40 millones, cifra representativa del 11%
del volumen de US$364,5 millones operado en la jornada.
De este modo,
acumuló una racha vendedora de cuatro ruedas, lapso en que se desprendió de un
total de US$390 millones, según cifras preliminares.
El monto en
realidad es mayor si se agregan los dólares que pierde a diario por intervenir
para tener bajo control al menos una parte de la brecha cambiaria (mediante venta
de bonos), tarea en la que dilapidó unos US$2400 millones en los últimos doce
meses (a razón de US$30 millones por día en las últimas semanas).
La entidad lleva
vendidos US$60 millones en las dos primeras ruedas del mes (contando los US$20
millones vendidos anteayer), un monto inferior a los US$114 millones que había
utilizado en el mismo lapso inicial de octubre y que se puede tomar como
parámetro, ya que fue antes de disponer la prohibición general al pago
anticipado de importaciones que rigió hasta el viernes pasado.
Esto ofrece una
idea de un escaso impacto de la demanda liberada con las flexibilizaciones a
los pagos por importaciones vigentes desde ayer, aunque parece prematuro para
sacar con conclusiones.
Por lo pronto,
ayer, “la demanda prevaleció nuevamente exigiendo nuevas intervenciones
oficiales para compensar la insuficiencia de la oferta”, observó el operador
Gustavo Quintana, de PR Cambios.
Todo fue al cabo de
una rueda en la que el BCRA no se apartó del manual, que supone habilitar
ajustes homeopáticos para el tipo de cambio oficial (que avanzó de $99,81 a
$99,86 para la venta en el día), lo que hace que haya aumentado apenas 18,9% en
lo que va del año, es decir, 21 puntos menos que la inflación que se estima
acumulada hasta octubre.
Manotazo de ahogado
La medida
restrictiva de comienzos de octubre ayudó a reducir notablemente la demanda de
divisas (los datos de recaudación ya mostraron una caída del 6,6% en los
derechos de importación) y le permitió al BCRA cerrar ese mes recomprando
US$219 millones para sus reservas pese a que la cuenta corriente cambiaria
potenció el rojo que ya había comenzado a mostrar en septiembre, con un déficit
de US$785 millones.
Claro que fue a
costa de provocar tensiones y cortes en las cadenas productivas locales –por
insuficiencia de algunos insumos– o faltantes de mercaderías, además de un
salto en la brecha cambiaria, que toco 108% (el máximo en doce meses) y sigue
en alza aprovechando los pesos emitidos y ociosos que salieron a calle.
La dinámica que
tomó el mercado no sorprende a los analistas ni a las autoridades del BCRA, que
saben que les toca transitar semanas complicadas, porque a la retracción
tradicional que muestra la oferta de divisas (por factores estacionales), se
agrega la especulativa relacionada con las inminentes elecciones, en un
contexto en que la economía y la política no aportan previsibilidad. En
especial, tras permitirse que los pagos por importaciones se cancelen en parte
cuando la mercadería comprada –y a ser enviada al país– ya está en el puerto de
despacho.
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