Por Annabella Quiroga - A doce días de las elecciones, el riesgo país se sigue recalentado.
Este martes sube 0,6%, a 1733
puntos básicos, un nuevo récord desde que se cerró el canje de deuda en
septiembre de 2020.
En los dos días que
transcurrieron de noviembre el indicador de JP Morgan -que mide el
sobrecosto de la deuda argentina con relación a lo que pagan los bonos del
Tesoro de los Estados Unidos, considerados los más seguros del
mundo- ya avanzó 1,2%. Y acumula un alza de 26,3% en el año.
El riesgo país
refleja lo que ocurre con los bonos argentinos, que se desplomaron 35% desde
que se realizó el canje de deuda y caen 14% en el año. Esto es
consecuencia de la incertidumbre del mercado ante el panorama
económico local.
Hay un cóctel de razones detrás de esta suba. La principal
es la demora en cerrar el acuerdo con el FMI, pese a las promesas reiteradas del
Gobierno que asegura que las conversaciones están encaminadas.
A esto también se
suman las inconsistencias macroeconómicas, la escasez de las reservas
internacionales con las que cuenta el Banco Central,
el mayor intervencionismo estatal y la mala performance del déficit público. Estas son las cinco claves de la suba
del riesgo país.
Demoras en el acuerdo con el FMI
"Lo que que
más está afectando el riesgo país es el enfriamiento en las relaciones con el
FMI y la probabilidad creciente de un default con el organismo en
diciembre o a principios de 2022", sentencia Nery Persichini,
economista jefe de GMA Capital.
"El mercado
duda cada vez más de que se pueda llegar a un acuerdo con el Fondo Monetario
antes de marzo, cuando vence el período puente con Club de París y el
Gobierno debe pagar un vencimiento de unos US$3.000
millones al FMI", remarca Lorena Giorgio, economista jefe de
Equilibra.
Los desequilibrios macroeconómicos
Para Matías
Carugati, director de la consultora Seido, "la dinámica del riesgo país de
Argentina está explicada casi totalmente por cuestiones locales: refleja una
muy alta incertidumbre sobre las perspectivas macroeconómicas".
"La economía
tiene fuertes desequilibrios y las probabilidades de un ajuste desordenado
son relevantes. Las perspectivas para la deuda publica son negativas, lo que se
refleja en el precio de los bonos (caen) y, por lo tanto, en el riesgo país
(sube)", indica Carugati.
Más intervencionismo estatal
"La suba del
riesgo país es parte de un proceso de gran desconfianza de los
inversores por el aumento del intervencionismo del Estado en la economía
con medidas poco amigables para el mercado", señala el
analista económico Jorge Neyro.
"Hacia
adelante se puede esperar una profundización de las políticas intervencionistas
y esto hace que el riesgo país toque máximos. Los inversores se refugian en el
dólar y se desprenden de activos locales porque resulta muy dudoso
que se paguen en tiempo y forma según las perspectivas actuales",
resalta.
Alto gasto público
"Hay una gran
incertidumbre sobre las políticas económicas postelecciones, especialmente
acerca de cuándo se va a acordar con el Fondo y si Argentina va a poder
hacer reformas macro relacionadas con el gasto público que puedan
conducir a que en tres o cuatro años, cuando lleguen los vencimientos de los
bonos, el país pueda hacer frente a esta deuda", explica Neyro.
Para Lorena
Giorgio, "los bonos a diferencia de las acciones reflejan los
desbalances macro crecientes de la economía argentina, el riesgo de un shock
cambiario en el corte plazo, la insostenibilidad de los controles
cambiarios y los controles a las importaciones".
"Para que haya
una recuperación sostenida de los títulos hace falta que haya mayor claridad
sobre el rumbo económico y un plan de desmantelamiento de las restricciones
cambiarias. Parte de esto podría ponerse sobre la mesa del acuerdo con el
FMI", sostiene Persichini.
Debilidad de las reservas
Otro de los motivos
que empujan al riesgo país es la preocupación por las reservas. Giorgio plantea
que a la incertidumbre sobre el rumbo de la economía, "se le suma que
a pesar de los controles estrictos, el Central sigue perdiendo reservas en su
intervención cambiaria diaria y volvió a incrementar la cantidad de
divisas que sacrifica para contener la brecha. En los últimos tres
días volvimos a un promedio diario de ventas de US$20 millones. Además,
las ventas en el Mercado Unico y Libre de Cambios (MULC), que tras el freno a
los adelantos a las importaciones habían mejorado, ahora se han erosionado
y el Central ya no logra un resultado comprador neto".
"El Gobierno
creó tanta distorsión en el mercado cambiario que se volvió relevante la brecha
entre el contado con liqui libre que opera a través de acciones (hoy en $
217) y el contado con liqui intervenido con AL30 (hoy en $
179,4). Esta brecha se volvió más relevante porque denota la pérdida de efectividad del Banco Central en
poder impactar en el precio de los tipos de cambio paralelos", apunta.
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