Por Sofía Diamante
- La industria petrolera logró un nuevo hito en septiembre, luego de que la
producción alcanzara los 532.566 barriles por día. De esta manera, superó el
récord anterior de 528.782, que había alcanzado en marzo 2020, previo al
desplome por la pandemia. El gran motor del sector sigue siendo Vaca Muerta,
que ya representa un tercio de la producción total, con 174.416 barriles
diarios, según el último informe de Regional Investment Consulting (Ricsa).
Estos resultados,
sin embargo, son producto de las inversiones realizadas hace más de un año y de
que se conectaron los pozos petroleros que habían sido perforados antes de la
pandemia, pero que tuvieron que cerrarse durante la cuarentena y ante la caída
de la demanda de combustibles.
Por lo tanto, el
récord no es un reflejo de la situación actual. De hecho, el sector no es muy
optimista a futuro debido al congelamiento de los precios locales de los
combustibles y a la brecha con los valores internacionales.
En la Argentina hay
44 compañías operadoras, pero la que lidera por lejos la producción local es
YPF, con 240.493 barriles por día, lo que representa el 47% del total.
A YPF le siguen Pan
American Energy (PAE) –la petrolera de la familia Bulgheroni–, con una
producción diaria de 100.947 barriles en septiembre y una participación de
mercado de 19%; Vista Oil –la compañía que fundó Miguel Galuccio–, con 30.733
barriles y una representación del 6% del total; Pluspetrol, con una producción
de 29.296 barriles por día y 5% del mercado, y Tecpetrol –la petrolera del
grupo Techint–, con 16.975 barriles y 3% del share. Es decir, el mercado es
liderado por cinco empresas con raíces argentinas.
Entre las
petroleras internacionales, se destacan la china Sinopec (13.995 barriles ) y
la anglo-holandesa Shell (13.361). Mucho más lejos en el ranking de producción
están la francesa Total (8055 barriles) y las estadounidenses Chevron (7277) y
ExxonMobil (2345).
Cuando se observa
la producción por provincias, de Neuquén, donde está el corazón de Vaca Muerta,
sale el 40% de la producción total (198.641 barriles por día). Luego le siguen
Chubut (139.132), Santa Cruz (70.268) y Mendoza (57.036).
La producción
convencional representa el 52% del total, mientras que el no convencional (la
técnica con perforación de pozos horizontales, que se utiliza en rocas más
dura, como la formación Vaca Muerta) significa el 34%. Sin embargo, esta última
técnica creció 9,5% en septiembre en comparación a agosto y 53,3% interanual.
Al mismo tiempo, la declinación del convencional cae al 2,6% anual.
Los números de
crecimiento de la producción proveniente de Vaca Muerta son para ilusionarse
con la productividad de la cuenca neuquina. Sin embargo, sin inversiones, está
el riesgo de que las reservas de petróleo queden bajo tierra. Hay tres
condiciones básicas que piden las empresas para seguir apostando por la
Argentina: poder girar parte de las divisas al exterior (nadie aumentará sus
inversiones si no puede sacar las ganancias), establecer un sendero de precios
parecido a los valores internacionales y que no las obliguen a reestructurar
deuda, como ocurrió tras un pedido del BCRA para moderar la salida de dólares.
“Si la situación
actual no cambia, es probable que no estemos hablando de una performance tan
positiva dentro de un año”, indicaron en reserva en una petrolera
internacional. “La producción no convencional, a diferencia de la convencional,
declina muy rápido si no se hacen perforaciones constantes. Por eso se necesita
un ciclo de inversión continuo, si no la producción empieza a caer muy rápido”,
agregó.
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