Sábado
30 - Por Javier Blanco - El
Banco Central (BCRA) cerró ayer el mes del supercepo realizando la mayor venta
diaria de reservas de la gestión Alberto Fernández: tuvo que desprenderse de
US$290 millones para abastecer los pedidos de compra que habían logrado
atravesar los numerosos filtros que el sistema oficial impone antes de
autorizar la venta de algún dólar.
Para dar con una
venta de reservas internacionales mayor hay que remontarse al 25 de octubre de
2019, la jornada previa a las presidenciales que llevaron a Fernández a la Casa
Rosada, fecha en que la entidad –por entonces comandada por Guido Sandleris–
debió desprenderse de US$812 millones.
De esta manera, en
apenas dos ruedas, el BCRA debió sacrificar US$330 millones (había vendido unos
US$40 millones anteayer), cifra que supone el 44% de los US$751 millones
recomprados desde el miércoles 6, es decir, cuando entró en vigor la
prohibición de realizar pagos anticipados de importaciones y las nuevas
regulaciones sobre los dólares financieros.
Esa suma vendida en
apenas dos jornadas equivale al 20% de sus reservas líquidas (que hace una
semana rondaban los US$41.600 millones) o 4,4% de sus reservas netas (propias)
estimadas de acuerdo a la consultora Geres en US$7558 millones al vienes pasado
(considerando una tenencia de US$2445 millones en DEG –próximos a usarse para
un nuevo pago al FMI– y US$3556 millones en lingotes de oro).
Desde la entidad
adjudicaron el salto en las ventas a “la nacionalización de insumos lograda en
las últimas jornadas”, en referencia a que, según las normas, los pagos de las
compras al exterior solo se podían activar –hasta ahora– cuando esa mercadería
era descargada en puertos locales y quedaba en condiciones de ser despachada.
“Eso liberó la
posibilidad de nuevos pagos de importaciones que mayoritariamente se cursaron
en la jornada”, explicaron, antes de destacar que el saldo de intervenciones en
el mercado de contado terminó siendo favorable por “algo más de US$200
millones”, con lo que se convirtió al respecto en “el mejor octubre de la
última década”, dijeron. Como puede observarse, se trata una lectura que pasa
por alto que nunca en ese lapso la demanda privada de divisas había estado tan
bloqueada como en la actualidad.
Las operaciones del día
Todo ocurrió al
cabo de una rueda en que el volumen operado en el segmento de contado se amplió
hasta US$584,560 millones (es decir que la mitad de lo negociado salió de las
reservas líquidas) y en la que el dólar mayorista cerró a $99,52/99,72 por
unidad, para la compra y venta respectivamente.
Esto implicó apenas
tres centavos arriba del cierre previo y 1% arriba del último precio al que se
negociara en septiembre, lo que muestra que el ritmo de devaluación mensual del
peso no se modificó, aunque el BCRA la había acelerado marginalmente en las
últimas ruedas.
“En la jornada, la
demanda superó ampliamente la oferta, por lo que el BCRA tuvo que abastecer al
mercado con más de la mitad del volumen negociado aun cuando las primeras horas
las compras particulares sobre todo estuvieron trabadas por las nuevas
declaraciones juradas que los bancos pedían para cumplimentar la última
reglamentación lanzada antenoche por la comunicación ‘A 7385’”, hizo notar el
operador Sebastián Centurión, de ABC Mercado de Cambios (ver aparte)
“Se percibe cierta
anarquía política que deriva, lógicamente, en mayor demanda cambiaria. No hay
duda que las expectativas financieras no lucen promisorias. Y, pese a lo
delicado de la situación, lo que se ve es que las autoridades no reaccionan”,
observó el analista y consultor Roberto Drimer (VatNet).
La demanda de
cobertura cambiaria, en una jornada en la que el dólar anotó en el mundo su
mayor suba diaria desde marzo de 2020 (se ubica en 94,14 el índice dólar que se
mide contra otras seis divisas semejantes), quedó también reflejada en el
récord de operaciones con dólar futuro que se registró en el Matba/ Rofex, la
mayor plaza de negocios local con ese tipo de derivados.
Según los datos a
que accedió La Nación, se pactaron nuevos contratos en esa plaza por un equivalente
a US$1856 millones, a lo que hay que agregar otros US$351 millones pactados en
posiciones a vencer en los próximos meses en el Mercado Abierto Electrónico
(MAE).
“Es el mayor
volumen de futuros de dólar operado en lo que va del año”, afirmó el economista
y gerente de negocios de la administradora Southern, Javier Marcus.
El contrato más
operado fue el que se liquidará a fin de noviembre, es decir, luego de las
elecciones, posición en la que se notó una gran intervención del oficial,
coincidieron los operadores.
El BCRA había
cortado anteayer una racha de 14 ruedas sin cerrar con saldo vendedor por sus
intervenciones en el mercado de contado (o compró o quedó neutro) tras haber
dispuesto a comienzos de octubre restricciones sobre los importadores para
calmar una sangría de reservas que había alcanzado un promedio diario de US$96
millones en los cinco días previos.
Pero la prohibición
generalizada de cursar pagos anticipados por importaciones caducó con el mes.
Desde el lunes, los
insumos importados para la producción de bienes en el país podrán ser abonados
en el puerto de origen “por un monto límite equivalente al promedio de los
últimos doce meses”.
Si bien hay un
límite cuantitativo, los operadores creen que la flexibilización supondría una
situación “algo más holgada para los importadores”, que tuvieron pisadas sus
operaciones por varias jornadas.
Por esta razón es
que cabría esperar que el BCRA vuelva a estar del lado vendedor, al menos, “por
las próximas dos semanas”, apuntaron desde Portfolio Personal Inversiones
(PPI), en obvia alusión a las elecciones legislativas.
“Luego de ellas se
esperan algunos cambios en la política económica”, recordaron, por lo que no es
sencillo hacer proyecciones sobre lo que sucederá con el mercado cambiario, más
allá que el Gobierno insista en decir que una devaluación no está en sus
planes.ß
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