Por Patricio
Eleisegui - La decisión oficial de profundizar su apuesta por los
hidrocarburos, atada ahora a un proyecto de ley que apunta a promocionar la actividad
mediante cierta previsibilidad en los precios, garantía de volúmenes
comercializados y libre disponibilidad de divisas para el 50% de las
exportaciones, entre otros ítems, marca una diferencia rotunda respecto de
lo que se venía haciendo a nivel país en términos de búsqueda de alternativas
energéticas.
El impulso que comenzó a exhibir la generación de energías
renovables a partir de la ley 27.191, reglamentada en 2016, va perdiendo
potencia y dirección. Más allá de los pronunciamientos políticos de ocasión, el
segmento comenzó a mostrar síntomas fuertes de parálisis en lo que
hace al lanzamiento y la promoción de nuevos emprendimientos.
Al margen del programa Renovar –que contemplaba inversiones
por u$s7.000 millones– y la iniciativa Mater, que fija criterios para la
compraventa de energía entre privados (ambas apuestas activadas en 2016 y 2017), la
política oficial desde fines de 2019 a esta parte no ha pasado de la puesta en
marcha de proyectos definidos e iniciados durante el macrismo.
Si bien Alberto
Fernández, en actividades como la Cumbre Internacional de Líderes sobre el
Clima, anunció el objetivo de lograr un consumo eléctrico basado en un 30% en lo que
aporten las renovables para 2030, expertos en energía señalan a iProUP que,
a este ritmo, Argentina ni siquiera alcanzará a cumplir el compromiso del
20% fijado para 2025 por la legislación vigente.
Estado actual
Según datos
acercados a iProUP desde Montamat
& Asociados, en 2021 sólo inyectaron nuevos megavatios emprendimientos de
los planes Renovar y Mater lanzados por la gestión Cambiemos.
"En lo que va del 2021, la
participación de las renovables en la matriz eléctrica llega al 12% de la
demanda total del país, lejos todavía del 16% que establece la
Ley 27.191 para fines de 2022. Se espera que con las licitaciones Renovar
1.0, 1.5, 2.0 y Mater se puedan incorporar 1.303 MW (megavatios) adicionales de
potencia renovable este año", señala.
El experto advierte que el Gobierno
tampoco cumplirá con las metas de potencia adjudicada. Es
decir, habrá iniciativas que nunca se concluirán. En diálogo
con iProUP, Daniel Montamat,
ex secretario
de Energía, remarca que la actual gestión no volvió a generar
planes y define como "trunca" la tendencia de crecimiento de la
matriz renovable iniciada cinco años atrás.
"El contexto
económico creó un freno importante. La decisión oficial de restringir los
dólares afecta a este sector tanto en lo que hace a los precios del megavatio
como al ingreso de insumos importados que, más allá de lo que se pueda
generar en algún momento en el país, son clave para impulsar los
proyectos", señala el exfuncionario.
Además, remarca que "la decisión del Gobierno de
incentivar el petróleo y el gas" se fundamenta en que "no quiere que
se les vayan más dólares por la importación".
"Los más de
1.200 megavatios en construcción serán una gran inyección pero se seguirán
incumpliendo las pautas de la ley. Además de que no se lanzaron nuevos
proyectos, es muy importante remarcar que Argentina cuenta con
inconvenientes fuertes en infraestructura", agrega.
El peso del riesgo
En ese sentido, el
ex secretario de Energía señala que "todo lo que es capital intensivo está
detenido por la situación económica. Las tasas de riesgo país, además,
hacen que cualquier opción de financiamiento externo resulte carísima. Por
otra parte, no se emiten señales de seguridad para el repago de las inversiones
que se lleven a cabo".
Montamat alerta que "hacia adelante, la
perspectiva es preocupante. Otra vez, no hay un plan a largo plazo y las
decisiones de inversión y precios de la energía, lamentablemente, continúan
atados a
resultados electorales".
"La
administración anterior trabajó en recuperar la matriz energética. Recibió un
déficit en la balanza comercial energética y terminó por casi equilibrar los
números. Este año, volverá a concluir con desequilibrio", expone el
exfuncionario.
Advierte que "el precio de la electricidad mayorista
pasó de tener un subsidio del 30% al actual 60%. Se están repitiendo
los mismos errores de otros momentos: si no creás más energía, la economía entra en
shock. Y, en el caso de las renovables, la dirección que se tomó hasta el
momento pasa por no avanzar más allá de los proyectos que ya se
licitaron".
Julián Rojo,
experto del Instituto General Mosconi, también asegura a iProUP que la falta de financiamiento
traba la generación de energías renovables: "Los planes como el
Renovar no se han vuelto a repetir. El país se ve complicado para licitar más
proyectos. No aparecen créditos accesibles ni mucho menos avales".
"El plan Renovar se lanzó con un riesgo país del orden
de los 800 puntos. Hoy está en casi 1.600. Este sector requiere de una inyección
fuerte por su componente tecnológico", sostiene.
Rojo especifica
que los parques eólicos representan el 70% de los
aportes. Luego sigue la energía solar, con el 10% dentro de lo que se
genera en concepto de renovables".
La posición de las empresas
Según un trabajo acercado a iProUP desde la Cámara Argentina de
Energías Renovables (CADER), que nuclea a los principales actores del rubro, estos son
los ítems que no permiten el crecimiento:
Equilibrios
macroeconómicos: "La Argentina necesita que las tarifas eléctricas estén
basadas en un esquema eficiente de subsidios segmentados que respeten la
equidad y eviten errores de inclusión o exclusión. A fines de 2020, la
cobertura de costos medios del sistema eléctrico ya se ubicaba en el orden del
50%, implicando una asignación presupuestaria superior a u$s4.500 millones, 59%
superior al año anterior"
Restricción de
transporte: "Las limitaciones de la red son el principal desafío a corto
plazo para aumentar la participación de las energías renovables en el sistema.
La infraestructura actual sólo permite llegar hasta algo más de 12%"
Financiamiento: "Es
una barrera clave para el crecimiento de las energías renovables de gran escala
y del sistema de generación distribuida. Argentina sólo recibió 5% del volumen
de inversiones realizadas en Latinoamérica entre 2008 y 2019. Teniendo en
cuenta su peso relativo en la región, en términos de PIB y población, ese nivel
debería ser significativamente mayor"
Créditos al sector
privado: "La relación créditos sobre el PBI se ubica en 12,6%, muy
inferior al promedio de los países latinoamericanos, donde alcanza niveles en
torno al 50%. El BICE puede ser un instrumento de segundo piso determinante
para mejorar la inclusión financiera y la asignación de recursos a proyectos
sustentables en el país"
Por último, CADER deja en evidencia que falta un
programa estratégico de transición energética hacia el 2030.
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