Por Natalia
Donato - La decisión que el
Banco Central (BCRA) adoptó a comienzos de octubre en materia de pagos de
importaciones para evitar que la sangría de dólares siga creciendo, generó una
gran cantidad de reclamos por parte del sector privado y, lo que es peor,
desencadenó en problemas concretos para producir. Se lo hicieron saber al
Gobierno desde distintas cámaras empresarias y hasta hubo varios encuentros de
sus directivos con la cúpula de la entidad monetaria para intentar resolverlos.
Mientras tanto,
pasó el mes y el Central lleva comprados unos USD 550 millones, frente a las
ventas por más de USD 600 millones durante los mismos días de octubre del año
pasado.
La norma que
restringió los pagos anticipados/a la vista y sólo permitió acceder al mercado
libre de cambios una vez que la mercadería esté nacionalizada –algo poco
habitual en la operatoria de comercio exterior– vence este domingo 31 y la idea
del BCRA es avanzar hacia una flexibilización, según confirmaron fuentes
oficiales a Infobae. “El objetivo es liberar los pagos escuchando las
necesidades de las cámaras empresarias con las que se estuvo trabajando. El
principio es que no vamos a afectar ninguna cadena productiva por falta de
insumos”, dijeron las fuentes.
En las últimas
semanas, directivos de la entidad mantuvieron encuentros con entidades como la
UIA, la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), la Asociación de Empresarios
Nacionales (ENAC); la Asociación de Fábricas de Autocomponentes (AFAC) y la
Cámara de Bicicletas, entre otras. En todos los casos, los planteos apuntaron a
la necesidad de poder pagar anticipadamente los bienes de capital y los
insumos, ya que, en el primer caso, ningún proveedor del exterior produce una
máquina sin un anticipo, mientras que en el segundo, dependiendo del insumo y
del vínculo que exista con ese cliente, tampoco aceptan despacharlo sin contar
con un pago previo.
El presidente del Banco
Central (BCRA), Miguel Pesce, se reunió con varias cámaras empresarias para
analizar el impacto de los controles al pago de importaciones y revisar la
norma
Los pagos a la
vista, en tanto, también fueron restringidos por la normativa del BCRA. ¿Cómo funcionan? El
proveedor envía la mercadería y la empresa local la paga una vez que está
embarcada, o incluso ya en la Aduana –antes de ser nacionalizada– contra la
documentación correspondiente. En este caso, si la compañía no cumple, los
productos terminan en depósitos fiscales y luego el proveedor puede reclamarla
de vuelta. Desde el 6 de octubre, cuando el organismo monetario sólo permitió
acceder al MULC una vez que la mercadería ingrese a territorio argentino,
“muchos proveedores no lo aceptaron y quedó mucha producción en el puerto”,
dijo a este medio un empresario miembro de la UIA.
“Les pedimos que
liberen los pagos a la vista para la mercadería que ya está en el puerto. Hay
mucho que quedó ahí y las empresas están pagando estadía porque no pudieron hacerse
de la documentación para el pago. Eso me generó algunos problemas para hacer
líneas específicas de productos”, reclamó el empresario. A su vez, consideró
que “será fundamental que vuelvan a permitir un cupo de USD 1 millón –hoy fue
reducido a USD 250.000– para pagos anticipados de bienes de capital e insumos”.
Desde la UIA se le
planteó al titular del BCRA, Miguel Pesce, y al vicepresidente
primero Sergio Woyecheszen que las más perjudicadas con estas medidas
fueron las pequeñas y medianas empresas, ya que las grandes tienen mayor
espalda y habitualmente vínculos más sólidos con sus proveedores. Lo mismo las
que tienen su casa matriz en el exterior y la operatoria es entre ellas. En
esos casos, no hay inconvenientes. Las fuentes de la entidad fabril explicaron
que los funcionarios justificaron la medida planteando que “hubo empresas
que pagaron plantas completas que tendrían que finalizar en 2024 de forma
anticipada”.
“Saben que tienen
que flexibilizar, pero no saben cómo hacer para que no se le desmadre. Todas
las empresas estaban adelantando pagos, pero no pueden separar la paja del
trigo. Muchas empresas patearon los pagos a proveedores diciendo que
después de fin de mes se regularizará, pero si se vuelve a extender habrá
problemas”, dijo una fuente del sector automotriz, desconfiado de que el BCRA
avance con la flexibilización.
El directivo
explicó además que para el lanzamiento de nuevos vehículos, se requieren
matrices y moldes, por lo que si no se logra pagar los anticipos, los
proveedores no los producen y la terminal tiene que posponer su lanzamiento.
“Eso no es una buena noticia porque ese auto también se fabrica en otro lugar
del mundo, por lo que puede decidirse que la exportación no se haga desde la
Argentina”, dijo el empresario.
“En el BCRA fueron
claros de que van a hacer todo lo posible para que los dólares para la materia
prima y la maquinaria van a estar para sostener el crecimiento y las
exportaciones. Entre enero y agosto no tuvimos problemas y logramos que
las ventas industriales al exterior crecieran 40%. En septiembre comenzaron las
restricciones de las SIMI y en octubre, la de los pagos del BCRA. Les
pedimos que regularicen ambas cosas para que no se caiga el abastecimiento”,
sostuvo el presidente de la Unión Industrial de la Provincia de Buenos Aires
(UIPBA), Martín Rapallini.
Desde el sector de
comercio exterior, precisaron que en este mes de controles “hubo renegociación
de términos y condiciones con los proveedores, hubo varios días de suspensión
de ventas y hay una gran incertidumbre sobre cuál será el costo de reposición”.
“Los niveles de
stocks vienen bajando desde la pandemia porque es imposible reponerlos al ritmo
normal. El efecto no es sobre estos 30 días; lo de este mes probablemente se
vea en enero porque la mercadería por los mismos tiempos de la compra y el
embarque de la mercadería”, dijeron las fuentes.
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