Por Salvador Di
Stéfano - El escenario monetario y cambiario comienza a complicarse,
y es hora de relevar en los principales indicadores
que podrían disparar el pánico en la city.
Reservas. Al 22 de octubre suman U$S 43.038 millones,
si le descontamos los encajes, los créditos y el efectivo para enfrentar pagos
de corto plazo, las reservas netas suman U$S 5.867 millones, si le restamos el
oro nos quedan en U$S 2.359 millones. Casi no hay reservas en el Banco Central,
luz roja para este indicador.
Pasivos monetarios
altos. Los pasivos
monetarios en el Banco Central son la suma de la base monetaria más el stock de
lebac y pases. La base monetaria suma $ 2.965.241 millones, el stock de lebac $
2.186.437 millones y los pases $ 2.129.220 millones. La deuda en lebac y pases
es superior a la base monetaria y esto lo calificamos como una luz roja para el
mercado.
Deuda en el Banco
Central. La deuda del
Banco Central es la suma del stock de lebac y pases, si la mediamos en dólares suma U$S 43.362 millones, y se ubica
por encima del stock de reservas brutas que alcanzan los U$S 43.308 millones.
Luz roja para el mercado.
Monto a vencer en
el mercado de futuro del dólar. En
el mercado del futuro del dólar Matba Rofex el monto de contratos a vencer suma
U$S 4.755 millones, y representa el 11% de las reservas brutas. Desde nuestro
punto de vista, cuando el monto de contratos a vencer supera el 10% de las
reservas, este indicador nos comienza a preocupar. Recordemos que, según el
prontuario argentino, cuando los mercados comienzan a evidenciar una probable
perdida para el Estado, la intervención asecha. Luz roja para este indicador.
Depósitos en
dólares. Los depósitos en
dólares en el sector privado suman U$S 16.162 millones, y registran una caída
de U$S 194 millones en los últimos 30 días, esto implica una baja del 1,2% del
stock. Seguimos en luz verde, si perdemos el 3% del stock pasamos a luz
amarilla, y si llega al 5% se enciende la luz roja. La baja de los depósitos en
dólares, traerá aparejada una caída de las reservas, ya que los encajes
constituidos en dólares suman U$S 11.529 millones, y si hay retiro de depósitos
caerán las reservas, que en los niveles actuales lucen bajas. Los préstamos en
dólares son muy bajos.
Emisión monetaria. En los primeros 6 meses del año el
Banco Central emitió a un ritmo de $ 55.000 millones por mes. En los 4 meses
del segundo semestre viene emitiendo a un ritmo de $ 200.000 por mes. A todo
esto, hay que sumarle que pagó intereses que en el primer semestre suman $
95.384 millones por mes. En 4 meses del segundo semestre sumarían $ 125.500 por
mes. Esta es otra luz roja para el mercado.
Variación del dólar
y la inflación. En 9 meses
la inflación fue del 37% anual, y en igual período la devaluación del dólar
oficial fue del 17,3% y del blue del 10,0%. Para octubre, estimamos que la
inflación treparía al 40% anual, y que el dólar oficial y el blue se alinearían
con una suba del 18,5% para todo el año. Claramente estamos con un atraso
cambiario, que en algún momento nos generaría una restricción externa, esto
implica menos exportaciones, más importaciones y un saldo de balanza comercial
menos favorable. Luz roja para este indicador.
Balanza comercial. Esta es una luz verde que te quiero
verde, las exportaciones en los últimos 12 meses suman U$S 70.995 millones,
mientras que las importaciones U$S 57.982 millones, esto nos da un saldo de U$S
13.013 millones. Este ingreso de dólares es el más importante de la balanza
cambiaria del Banco Central, gracias a este superávit de 5 números tenemos el
actual nivel de reservas. Lo que preocupa un poco es la tendencia, ya que en
los últimos 12 meses las exportaciones crecieron U$S 11.673 millones, y las
importaciones U$S 16.992 millones, esto nos hace pensar que el superávit 2022
podría ser menor. En este punto estamos bien, es luz verde, pero hay que
monitorearlo, porque los precios de los productos que exportamos han caído, y
la sequía que se avecina nos puede devolver menos cantidades de la tierra.
Conclusiones
Hay más luces rojas
que verdes. Este año nos
salvaron los buenos precios de los productos que exportamos, logramos un gran
ingreso de dólares, buena recaudación de derechos de exportación, y esto nos
permitió mantener un nivel de reservas respetable.
Nos preocupa la
gran emisión monetaria que se transforma en un pasivo
difícil de manejar en el corazón del Banco Central. Esto es el origen de la
mayor inflación que tuvimos en el año 2021.
La tenue,
pero preocupante baja de depósitos en dólares del sector
privado antes de las elecciones, es el indicador a monitorear. Esta baja de
depósitos, no implica que habrá corte de crédito, ya que los dólares están
mayoritariamente en el Banco Central para sumar reservas, lo que sucederá es
que caerán las reservas y esto podría cambiar el nivel del dólar de equilibrio
para fin de año.
Las reservas van a
caer para diciembre, tenemos
muchos vencimientos de deuda, y hay un drenaje de divisas para intervenir en
los mercados y mantener al dólar bolsa o MEP y al Contado con liquidación
congelado en $ 180. Es el único congelamiento de precios que vemos en el
mercado, a costa de perder reservas que van de U$S 5 a U$S 20 millones por día.
Desde ahora a fin de año, podríamos perder entre U$S 200 y U$S 800 millones
según el grado de intervención que se utilice.
La narrativa
utilizada por el ministro de economía preocupa ya que ha radicalizado el
discurso, y no parece tan claro un inminente acuerdo con el FMI.
Las
preocupaciones vertidas en esta nota se reflejan en la tasa de retorno de
los bonos soberanos. El bono soberano con vencimiento en
el año 2030 bajo ley Argentina vale en el mercado U$S 35,88 sobre una paridad
de U$S 100,00 y su tasa de retorno es del 22% anual. Con semejante rendimiento,
no hay cola de inversores para comprarlo, más bien lo compran en pesos y venden
en dólares para acopiar billetes, el bono es una bisagra para llegar a
tangibilizar la moneda extranjera.
Las elecciones y el
fin de un plan económico que
no ha dado resultado, nos pone en la antesala de un cambio en el plan monetario
y cambiario, el desafío será si lo hacen en diciembre o en el primer trimestre
del año 2022. El plan venció, solo falta saber cuándo le hacen el restyling.
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