Por Claudio
Zlotnik - "Esperemos que haya alguna novedad el fin de semana". Así,
enigmático, el funcionario clave del equipo económico se refiere a la cumbre de
presidentes del G20 que el próximo sábado y domingo tendrá lugar en Roma, y de
la cual participará Alberto Fernández. Hacia allí viajará junto a Martín
Guzmán.
¿A qué se refiere el hombre del Palacio de Hacienda? Las
fichas están puestas en la posible decisión del G20 de elevar una
recomendación al Fondo Monetario para que reduzcan las sobretasas que viene
pagando la Argentina por sus créditos al organismo.
En las últimas
semanas, el Presidente vino recolectado buena voluntad de distintos gobiernos
sobre ese punto en particular.
La última gestión
estuvo a cargo de Gustavo Béliz, secretario de Asuntos Estratégicos, quien se
reunió con el consejero nacional de Seguridad de los Estados Unidos, Jake
Sullivan. Hablaron de la relación entre ambos países y del acuerdo de la
Argentina con el Fondo.
Para ello -planteó
Béliz- sería necesario que el FMI revea su política de
tasas. Para lograr ese cambio, la postura de los Estados Unidos resulta
esencial.
En la Casa Rosada
todavía se desconoce en qué momento contarán con ese respaldo clave de la
administración Biden. Por lo pronto, no está agendado ningún encuentro -ni
siquiera informal- entre el primer mandatario estadounidense y el argentino.
Se sabe, Kristalina Georgieva ha quedado muy golpeada
después del "affaire China", y su apoyo histórico hacia la postura de la Argentina quedó debilitado. En su
última reunión con Georgieva, el propio Fernández se llevó el compromiso de la
titular del Fondo de analizar esa posibilidad, algo que el propio directorio
del organismo podría revisar.
Ambos volverán a
estar frente a frente este fin de semana en Roma.
Distinto es el caso
de la extensión de los plazos de los créditos, que no van más
allá de los diez años. Guzmán también viene reclamando una extensión de esos
vencimientos, de manera de darle aire a la economía argentina.
Para refrendar un
cambio de esa magnitud, haría falta una modificación en los estatutos del FMI,
lo que lleva tiempo y, sobre todo, acuerdos políticos entre los países socios.
En el Palacio de
Hacienda se niegan a hablar de un salto "a suerte y verdad". Guzmán
sigue impulsando un acuerdo con el FMI. Se trata de la misma postura desde que
llegó al ministerio. Con la diferencia que ahora, el economista
responsabiliza a los técnicos y directores del FMI por la demora en el pacto.
Lo hizo frente a
inversores y banqueros de Wall Street hace dos semanas, cuando se juntó con
ellos en Nueva York, y lo repitió en las últimas horas en Buenos Aires, a poco
de partir hacia Roma.
Guzmán tomó esa
postura ante las críticas internas por la falta de respuestas concretas y la
disparada del dólar "blue". El ministro siempre creyó que el acuerdo
con el Fondo sería estabilizador. Él no lo dice en público, pero puertas
adentro mira hacia Cristina
Kirchner, quien nunca le
dio la bendición para avanzar y cerrar trato antes de las
elecciones.
¿Cuándo se firmaría el acuerdo?
Entre las fuentes
consultadas en el gabinete económico hay unanimidad: nadie duda de que habrá acuerdo
con el FMI. Entre enero y febrero, tal cual adelantó el propio Presidente
ante los máximos empresarios del país.
La duda principal,
a esta hora, no refiere a si se llegará a un acuerdo -después de pagar u$s4.500
millones al FMI en el año es difícil pensar en otra alternativa- sino a la
dinámica política que se inaugurará después de las elecciones del 14 de
noviembre.
Concretamente a
la actitud que adoptará Cristina Kirchner una
vez que se rubrique el acuerdo.
De hecho, el propio
Alberto F. aceptó que hay diferencias entre ambos en relación a la manera de
llevar a la práctica el ordenamiento fiscal durante aquella reunión con los
empresarios en la Casa Rosada.
La revelación del Presidente va al punto candente en el
vínculo entre él y su vice. Cristina K. se lo reprochó en la carta pública post PASO. Sin embargo, y a pesar de aquel
contrapunto que desató una grave crisis política, aún no resuelta,
Desde las PASO
hasta acá no hubo ni IFE 4 ni bono extra para los jubilados, ni ninguna medida
que pueda aliviar la crisis que llevó al oficialismo a una
"catástrofe" electoral en septiembre.
¿Se impondrá la visión de Martín Guzmán después del 14N?
El dato objetivo es que el ministro elevó al Congreso
un Presupuesto con una pauta de rojo fiscal del 3,3% del PIB, por debajo al 4%
de este año. Aunque a esta altura, la previsión más racional es que el déficit de 2021 se ubique más cerca del
3,5%.
Lo cierto es que en
la cumbre de jefes de Estado de fines de mes en Roma, el Gobierno espera que,
por fin, haya un guiño político definitivo para que el FMI acceda a la demanda
para rebajar el sobrecosto que le cobra a la Argentina por el crédito de
u$s45.000 millones otorgados a la Argentina entre 2018 y 2019.
En el Gobierno hay preocupación por la aceleración que ha
tomado la dinámica dolarizadora en la última semana. No por esperadas, las turbulencias dejan de
intranquilizar.
El "blue"
récord pone presión a los precios de una economía que ya corre con una
inflación por arriba del 50% interanual.
Guzmán le había
prometido a Fernández y a CFK que a las elecciones se llegaría con una inflación mensual del 2% y
la interanual bien por debajo del 50%.
Ese fracaso del ministro derivó en el
desembarco de Roberto
Feletti en la secretaría de Comercio, y el anuncio del
congelamiento de una canasta de 1.247 precios de la canasta básica.
Al cierre de esta
edición, Guzmán no se había pronunciado sobre esa medida, lo que evidencia su
malestar y desacuerdo con la estrategia antiinflacionaria.
¿Podrán convivir
Guzmán y Feletti tras las elecciones? O, más bien, esa irrupción en Comercio
está previendo otro escenario y Feletti ya está en la línea de sucesión rumbo
al Ministerio.
Sólo el paso del
tiempo dará esas respuestas.
Mientras tanto, el Gobierno paga las consecuencias de sus
propios actos. La incertidumbre total sobre el rumbo que tomará a partir
del 14N volvió a recalentar el mercado cambiario, y la brecha volvió a
instalarse en torno al 100%.
Por eso, lo que
suceda justo antes de fin de mes será clave para indagar en lo que pueda
ocurrir en la segunda parte de la administración de "Los Fernández".
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