La posible disminución del crawling peg también desató algunas críticas. Una de ellas es que el principal impacto será el de agravar el atraso cambiario en los próximos meses. Esto se debe a que el dólar aumentaría solo 1% por mes, pero la inflación se mantendrá durante muchos meses por encima de ese nivel.
Al mismo tiempo, hay peligro que aumente la brecha cambiaria, como sucedió en los últimos días. Desacelerar el dólar oficial implicaría desoír por parte del Gobierno las advertencias de quienes hablan de atraso cambiario.
La consecuencia podría ser que los dólares financieros aumenten gradualmente para salir de esta situación, cuando el dólar oficial se movería en el sentido contrario. La consecuencia es el aumento de la brecha cambiaria, como sucedió en las últimas jornadas, superando el 10%. O bien obligaría al Central a incrementar el ritmo de intervención, en caso que los dólares financieros tiendan a subir a un ritmo mayor.
En la revisión del programa 2022-2023, el FMI le vuelve a recomendar al Gobierno una mayor flexibilidad cambiaria. De esta forma, se le daría al Banco Central mayores herramientas para acumular reservas, que es uno de los puntos más sensibles de la política económica.
Es cierto que Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, aseguraron que la reducción del ajuste del tipo de cambio oficial es el paso previo para la unificación del tipo de cambio. Pero esto no sucedería antes de las elecciones legislativas, que todavía están muy lejos en el calendario.
También hay expectativa por lo que pueda resolver el BCRA en relación a la tasa de interés y una posible disminución. Hace un mes, la tasa de política monetaria bajó del 35% al 32% y ahora se especula con una reducción adicional, considerando que las expectativas de inflación para el año la sitúan en poco más del 25%.
Sin embargo, no parece tan fácil bajar la tasa en enero, teniendo en cuenta que los dólares financieros están más firmes y que el contexto internacional luce más complejo.
No está tan claro, por lo tanto, que el Central defina tan rápido una nueva baja de tasas o podría definirla recién en febrero.
La lógica indica que la reducción del crawling para el dólar y de la tasa debería ocurrir casi simultáneamente. Hoy se empezarán a develar algunas de estas incógnitas.