Ante el duro golpe que significó el dato récord de pobreza e indigencia, el Gobierno buscará retomar la iniciativa en las próximas semanas, apelando a su mayor capital político: la baja de la inflación. Las encuestas empiezan a mostrar fatiga en los números positivos del presidente Javier Milei, de la mano de la recesión y el aumento del desempleo, que impacta en todos los sectores de la economía y golpea en particular a la clase media. Numerosas familias que han integrado siempre ese conglomerado social se desayunaron ahora con que ya cayeron al segmento de pobreza, con todo lo que eso implica. Y ocurrió durante el gobierno de Milei, que aplicó un riguroso plan de ajuste que paralizó la obra pública y pegó en la línea de flotación de los sectores asalariados. Medidas que tomará el Gobierno para bajar la inflación En ese escenario, el Gobierno decidió recalcular los ajustes de tarifas previstos. El ministro de Economía, Luis Caputo, buscará una baja en las boletas de gas natural y electricidad, y resolvió que no se aplicará un nuevo incremento en los boletos de colectivos y de trenes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). A esto se sumará que la petrolera estatal YPF aplicará desde el martes una reducción -leve- en los precios de los combustibles. La próxima semana se difundirá la baja en el Punto de Ingreso al Sistema de Transporte (PIST) y se analiza algo similar en el Precio Estacional de la Energía Eléctrica (PEST), aunque continúa bajo revisión. Eso permitirá una reducción en los precios del gas -las boletas se han multiplicado hasta por cuatro en el invierno- y de la electricidad, respectivamente, que se trasladan a las facturas finales. Economía estima que la baja en las boletas de octubre debería llegar hasta el 6%, en buena medida porque se esperan temperaturas más altas que limiten la demanda de gas, aunque podrían presionar sobre el uso de aire acondicionado. La canasta de servicios públicos de luz, gas, agua y transporte de un hogar promedio en el AMBA sin subsidios alcanzó en septiembre los $140 mil pesos, por lo que en lo que va del año subió 370%, según el Instituto Interdisciplinario e Economía Política de la UBA y el Conicet. Pero la factura de gas natural se disparó casi 900% respecto de diciembre de 2023, por la suba de tarifas y el consumo estacional en épocas de bajas temperaturas. En cuanto al transporte, el boleto acumuló un incremento del 600% desde que asumió Milei. La semana próxima, el Gobierno saldrá a destacar que por primera vez en más de cinco años habrá una baja en el precio de los combustibles. El gasoil bajará 3% y el 1,5% la nafta desde octubre. YPF encabezará los recortes. A su vez, en Economía aseguran que se sigue verificando un equilibrio en los precios de alimentos y bebidas, que contribuiría a alcanzar una inflación cercana al 2% en octubre, y se ilusionan con la posibilidad de que el índice dé cerca de cero en noviembre. Si se alcanzara ese número, sería un golpe de efecto positivo en medio del enorme esfuerzo que hizo la mayoría de la población. La duda es si servirá para que la economía se empiece a reactivar. De todas maneras, sería casi imposible que ese nivel se mantenga tan bajo, ya que el gobierno mantendrá su decisión de devaluar 2% el peso, lo que se conoce como crawling peg. Para el especialista en consumo Osvaldo del Río, director de la consultora Scentia, los números seguirán muy por debajo del año pasado en los próximos meses. Estima que la caída del consumo seguirá por encima del 10%, en buena medida porque para la misma época del 2023, Sergio Massa le dio fuera al "Plan Platita", en su afán por ganar las elecciones presidenciales. "El consumo se movió artificialmente el año pasado, y eso pesará en las comparaciones anuales", explicó Del Río. Inflación casi cero y levantar el cepo al dólar, dos objetivos de Luis Caputo En este escenario, el objetivo de Caputo es mostrar hacia final del año que la inflación desaceleró fuerte. Si se llegara a lograr un costo de vida cercano a cero, aunque sea solo por un mes, dispararía más presiones sobre el gobierno para seguir eliminando restricciones cambiarias. La mayoría de los sectores productivos, en especial los ligados a la exportación, bregan por una eliminación del cepo cambiario como condición para volver a crecer con fuerza. Los especialistas dudan de que esa medida llegue rápido. Es que más allá de que la inflación dé cero o no, la clave para empezar a desarmar totalmente las restricciones está vinculada a la eliminación del exceso de pesos, para evitar que haya una corrida hacia el dólar. Reducir el exceso de pesos no es el único objetivo que necesita alcanzar Milei. También debe terminar con las LEFI -Letras Fiscales de Liquidez-, títulos que sustituyeron a los antiguos pasivos remunerados del BCRA. Para eso se necesita superávit fiscal. Por eso el equilibrio fiscal es el eje del Presupuesto 2025 que el propio mandatario presentó ante el Congreso. En este escenario, Javier Milei sostiene que el momento de levantar el cepo será cuando la demanda de pesos real de los argentinos sea igual a la "demanda amplia" -que incluye el dinero encajado en el BCRA-. Y que eso ocurrirá por la combinación de la reactivación económica más la política de "emisión cero". En definitiva, el Gobierno espera que, ante una eventual recuperación económica, los empresarios empiecen a tomar créditos y se disminuyan las colocaciones de los bancos ante el Tesoro. El ideal de esa estrategia sería que mientras la oferta de pesos quede constante bajo la política de la "emisión cero", la moneda escasa sea el peso, mientras que sobrante será el dólar, que podría empezar a usarse ya no solo con fines de atesoramiento sino también para transacciones. Si se considera el texto del Presupuesto 2025, el Gobierno estaría insinuando que el levantamiento de las restricciones ocurrirá el año próximo, dado que proyectó una variación del tipo de cambio prácticamente igual al IPC: ambos en 28%. Aun así, esto no significa que el levantamiento del cepo esté próximo, porque esa proyección -suponiendo que se dé tal como la plantea el gobierno-, recién ocurriría sobre fines de 2025. Sí está claro que, en la medida en que el IPC vaya desacelerando, el Banco Central comenzará a bajar su velocidad de crawling peg a niveles del 1,5%, tal vez desde enero próximo. |