Mientras tanto, los pedidos del sector no tardaron en aparecer. Para el titular de la UIA, Daniel Funes de Rioja, es imperante la necesidad de una ley pyme para que el costo argentino “no haga inviable la competencia frente a países que no exportan impuestos”, al tiempo que “cuentan con infraestructura que permite reducir costos”, regímenes laborales “adecuados a las nuevas realidades productivas” y medidas de protección “ágiles frente a la competencia desleal”.
La misma línea discursiva recorrió el presidente de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, al considerar “muy importante” reactivar el sector industrial y generar competitividad de la mano de una Ley Pyme o mini RIGI “para equiparar ventajas competitivas”.
En ese sentido, para el director ejecutivo de Argencon, Leandro Mora Alfonsín, iniciativas como el RIGI y su reciente reglamentación “muestran que no hay un plan atrás” ya que la derogación de las políticas de desarrollo de proveedores y su falta de exigencias en el esquema “demuestran ir a contramano del mundo”.
¿Y en qué debe concentrarse Argentina? A modo de propuesta, para el economista especializado en desarrollo industrial es importante potenciar los eslabonamientos y potencialidades de la industria manufacturera, agro y bio industria, economía del conocimiento, energía, minería y turismo.
Otro factor que apareció en el discurso de los industriales se vincula a la apertura comercial mediante la baja del impuesto PAIS del 17,5% al 7,5%. Para Rosato, es importante “administrar el comercio exterior” porque los precios de los productos importados “no compiten con los precios locales”.
Desde otro lugar, marcó lo mismo Paolo Rocca, dueño del grupo Techint, en un congreso de acero realizado en San Pablo (Brasil) hace dos semanas: “Las importaciones chinas ayudan a controlar la inflación en nuestros países, pero tienen un impacto negativo en nuestros sectores industriales; y tienen efectos aún peores sobre la inversión y el crecimiento”, explicó y admitió: "Probablemente fuimos demasiado optimistas con Milei, al pensar que esto podría hacerse en el corto plazo".
El contexto: caída de la industria
La discusión por la implementación de un programa industrial se da en un contexto de números alarmantes para el sector. En términos interanuales, el Centro de Economía Política Argentina (CEPA) resalta que la industria se derrumbó 20,4% en junio, constituyendo el peor registro de 2024.
Para incluir el mes de julio, el dato de la producción industrial PyME de CAME confirma la evolución declinante: cayó 17,8% interanualmente.
Complementariamente, el uso de la capacidad instalada da cuenta de cuántas máquinas quedan en “desuso” por la caída de ventas. En junio, la Utilización de la Capacidad Instalada (UCI) industrial fue 54,5%. El guarismo es prácticamente el mismo que durante junio-2020, en plena pandemia (53,3%).
Respecto de la afectación en el mercado de trabajo, entre noviembre de 2023 y junio de 2024 se redujo 2,8% la cantidad de trabajadores registrados en unidades productivas industriales, con una pérdida de casi 35 mil puestos.