Por Javier Blanco -
El complicado panorama en lo económico y financiero con que se llega a las
elecciones del próximo domingo volvió a quedar en evidencia ayer al hacer los
bancos el segundo mayor pedido de envío de dólares físicos para atender retiros
de depositantes y no poder el Banco Central (BCRA) dejar de perder reservas en
intervenciones sobre la plaza cambiaria oficial, pese a haber retirado a las
entidades de la demanda al menos hasta fin de mes por una normativa.
Las muestras de un
apetito dolarizador desbordante son proporcionales a las señales de debilidad
que da el peso y se reflejaron además en el nuevo piso inferior a los US$25.000
millones (quedaron en US$24.990 millones) que terminaron marcando las reservas
brutas o totales, tras derrumbarse en otros US$234 millones ayer.
La reapertura de
los mercados, tras el fin de semana XXL, se reveló compleja desde el inicio.
Fue al saberse que los bancos le estaban solicitando al BCRA que les remitiera
US$114,2 millones en efectivo (billetes) para atender las necesidades de caja
previstas para la fecha y la apertura de hoy. Se trató de segundo mayor monto
pedido en el año desde los US$125 millones requeridos el martes pasado y se
cargó mientras se repetía en toda la City porteña la presencia de escuadrones
de la Aduana, la AFIP y la Policía en busca de disuadir operaciones con dólar
blue.
Señales de todo
tipo
El nerviosismo del
mercado quedó a la vista por los ingentes esfuerzos que el BCRA debió realizar
para aplacar los precios de los contratos de dólar futuro (cayeron 5% promedio)
en busca de acomodar las estratosféricas tasas implícitas que surgen de esos
valores pactados y los US$155 millones que, según cálculos de operadores, debió
sacrificar de sus reservas ya sea por intervenciones sobre el mercado oficial
de contado (US$95 millones) o por las que hace sobre el mercado secundario de
bonos (unos US$60 millones) para tener pisado el dólar MEP.
El monto aportado
al eufemísticamente aún denominado Mercado Libre y Único de Cambios (MULC), si
bien mostró una sensible disminución en relación con las ventas por US$220
millones, US$130 millones y US$120 millones realizadas en las tres ruedas
previas, llamó la atención habida cuenta de que entró en vigor la norma que
prohíbe a los bancos demandar dólares físicos, en principio, hasta fin de mes.
Es un nivel muy
alto y a todas luces insostenible, tomando en cuenta que el Central vuelve a
mostrar una tenencia neta (propia) cada vez más negativa (se la calcula en
-US$7000 millones) y hasta bruta cada vez más endeble.
Para los operadores
es un dato que confirma que, como era previsible, la dinámica del mercado
(definida por el nivel de atraso que vuelve a mostrar el tipo de cambio oficial
y los máximos –en paralelo– que exhibe la brecha cambiaria) no se modificó ni
se modificará hasta que se esclarezca el panorama (¿será tras el comicio del
domingo?). “Dicha conjunción supone fuertes incentivos para demorar todo lo
posible las liquidaciones al oficial (aun las que buscaron ser atraídas por el
cada vez más abarcativo Programa de Incentivo a las Exportaciones), a la vez
que anticipar como sea la demanda a un precio que –no es difícil imaginar– se
considera de liquidación”, explicó un agente de mercado.
“A pesar de que
está vigente la combinación de dólares Soja, Vaca Muerta, Autos y Mineras, y
demás, no puede parar de vender y las reservas netas ya son negativas en unos
US$7000 millones, cuando faltan los tres pagos al FMI por unos US$2700 millones
agrupados para fin de mes”, recordó el economista y consultor Fernando Marull.
Con la nueva venta
se elevó hasta los US$812 millones el total sacrificado en lo que va de octubre
en intervenciones de contado.
La demanda de
billetes de los bancos responde al goteo de depósitos en dólares reiniciado
días atrás y a la decisión que tomaron de mantenerse muy líquidos, pese a los
mayores costos que eso supone, solo para evitar toda posibilidad de quedarse
sin efectivo y que eso pueda activar rumores sobre la solidez del sistema o las
entidades afectadas por algún episodio de este tipo.
Para cubrirse sobre
estos riesgos es que vinieron importando dólares sostenidamente en los últimos
meses, y aumentaron progresivamente su liquidez siendo más restrictivos en la
oferta de créditos en esa moneda para acumular caja.
Según datos
oficiales al mes pasado, la liquidez en moneda extranjera del sistema se había
ubicado en 82,2% de los depósitos, “manteniéndose en niveles históricamente elevados
y mostrando además un aumento de las tenencias de efectivo a costa de las de
cuentas corrientes en el BCRA”.
Es probable,
incluso, que ese porcentaje haya alcanzado por estos días nuevos máximos.
Por lo pronto, los
últimos datos oficiales, al pasado miércoles 11, muestran que el stock de
depósitos privados en dólares sufrió un retroceso en US$218 millones en las
tres primeras jornadas de la semana pasada, lo que supone egresos promedio de
US$72,6 millones/día que se habrían incrementado en las jornadas siguientes.
También siguen cayendo los plazos fijos en pesos. |