Por Virginia
Porcella - Con el desdibujamiento del plan de dolarización que venía agitando
el candidato de La Libertad Avanza, Javier Milei, pero que no fue abordado
su impulsor en el debate presidencial, empieza a ganar terreno el consenso
sobre una política de desdoblamiento cambiario como la salida más viable a la
maraña de restricciones cambiarias que impiden la acumulación de reservas.
Lo planteó
abiertamente el domingo por la noche el candidato Juan Schiaretti,
gobernador de Córdoba, detrás de cuyo plan económico está el economista y ex
titular de la Anses, Diego Bossio. De acuerdo a ese libreto, que es con
matices compartido por un amplio consenso de economistas que incluye, por caso,
al propio Carlos Melconian -eventual ministro de Economía de un nuevo
gobierno de Juntos por el Cambio- y a economistas más cercanos al peronismo
como Emanuel Álvarez Agis, un desdoblamiento cambiario es la antesala de
la unificación del tipo de cambio. Otros, en cambio, como la
economista Marina Dal Poggetto, son algo más escépticos advierten de los
riesgos que puede llegar a tener un dólar de dos cabezas.
“El desdoblamiento
como puente hacia la unificación, acompañado de equilibrio fiscal para evitar
la emisión monetaria que genera presiones cambiarias y un Banco Central
independiente, creíble, con un presidente de la oposición que tenga prohibido
el financiamiento al Tesoro” (Diego Bossio)
Según la propuesta
elaborada por Bossio y su equipo, antes de converger a un mercado cambiario
único es necesario un plan de transición que evite una hiperinflación. “El
desdoblamiento como puente hacia la unificación, acompañado de equilibrio
fiscal para evitar la emisión monetaria que genera presiones cambiarias y un
Banco Central independiente, creíble, con un presidente de la oposición que
tenga prohibido el financiamiento al Tesoro”, explicó Bossio a Infobae.
En concreto, en una
primera etapa, el tipo de cambio oficial sería por el que se cursen las
operaciones de comercio exterior. Por el otro, el tipo de cambio “libre” o
financiero, es decir, el que pueda circular libremente para operaciones
financieras -pagos de deuda, atesoramiento, turismo, etc. En una segunda etapa,
con mayor orden en la macro y reservas en el Banco Central, la unificación
avanzaría pero con un tipo de cambio fijo. Es claro que el mayor riesgo en la
adopción de ese esquema es el mismo que el actual: la diferencia entre ambas
cotizaciones, es decir, la brecha cambiaria.
En una segunda
etapa, el BCRA fijaría el tipo de cambio una vez unificado antes de flotar. (AFP)
Es en este punto
donde reside la clave: “Equilibrio fiscal y un salto del tipo de cambio para
exportadores que permita acumular reservas pero que no te lleve a una
hiperinflación. Un dólar más alto que el actual pero más bajo que los $800 del
contado con liquidación”, explicó Bossio.
En palabras del
propio Schiaretti, “un tipo de cambio comercial competitivo”, según explicó el
candidato durante el debate: “En la transición hay que tener dos tipos de
cambio. Si tenemos independencia del Banco Central que no financia espuriamente
al Tesoro seguramente vamos a generar confianza y seguramente van a converger
el tipo de cambio comercial con el tipo de cambio libre”.
En rigor, esos
lineamientos están muy emparentados con los que desde hace tiempo impulsa el ex
ministro de Economía, Domingo Cavallo, de quien el candidato cordobés fue
funcionario y con quien se mantiene en contacto.
Para Marina Dal
Poggetto, un desdoblamiento clásico puede ser “una propuesta peligrosa con
el overhang (exceso) de pesos que hay en la economía”
Sorpresivamente, o
no tanto, Cavallo elogió a su actual sucesor y candidato a
presidente, Sergio Massa, por la medida adoptada la semana pasada que
avanza, precisamente, en una suerte de tímido desdoblamiento cambiario.”La
clave para la reunificación y liberalización no traumática es que la cotización
del dólar en el mercado financiero, inicialmente muy alejada de la cotización
en el mercado comercial, se acerque a la de este último. Para ello la
cotización en el mercado comercial debería ser fijada por el Banco Central de
tal manera que no se atrase con respecto a la inflación y, en lo posible, suba
un poco más que la tasa de inflación”, recomendó el ex ministro de Economía
de Carlos Menem y Fernando De la Rúa.
En ese sentido, el
ex vicepresidente del Banco Central, Lucas Llach, destaca algunas
advertencias sobre la posibilidad de desdoblar. Según explicó, “en teoría el
desdoblamiento es impecable, pero en la práctica con una brecha significativa
no puede vivir sin restricciones cuantitativas a las importaciones, puesto que
la brecha es el descuento sobre el precio internacional en dólares de los
bienes durables”. En su visión, liberar esas restricciones requeriría de otros
factores para evitar un salto inflacionario. En particular, “un plan fiscal
claro y el apoyo del Fondo Monetario para controlar el overshooting”,
puntualizó Llach. De otra forma, una vez más, el gobierno va a “correrla desde
atrás”.
Argentina
presidential candidate Juan Schiaretti of Hacemos por nuestro Pais party speaks
during the presidential debate ahead of the October 22 general elections, at
the National University of Santiago del Estero, in Santiago del Estero,
Argentina October 1, 2023. Tomas Cuesta/Pool via
Desde un ángulo
ideológicamente más alejado, el ex viceministro de Axel Kicillof, Emanuel
Álvarez Agis también se refirió al desdoblamiento planteado por Cavallo,
en el que ahora parecen coincidir algunas fuerzas políticas ya que también
Melconian planteó un dólar comercial y otro libre. “La apuesta en este caso es
que, por cambio de expectativas, la gente traiga más dólares por el canal
financiero, se aprecie el tipo de cambio financiero y se acerque al comercial”,
detalló la mecánica. “Cuando estén alineados, se unifica”, agregó y destacó el
ajuste fiscal y monetario de rigor para acompañar esa política cambiaria.
Con una mirada un
poco más crítica, Marina Dal Poggetto advirtió que un desdoblamiento
clásico puede ser “una propuesta peligrosa con el overhang (exceso)
de pesos que hay en la economía”, lo que deja sin respuesta a la pregunta que,
desde hace años, rige en la economía argentina: “¿Cuál es el techo del dólar?”,
preguntó. Para la economista, no hay más salida que una licuación de aquellos
pasivos en pesos no indexados y/o reestructuración de los que sí lo están.
La postura
de Carlos Melconian, por su parte, tiene en el radar al desdoblamiento del
tipo de cambio como una etapa previa hasta que se den las condiciones
necesarias para intentar la unificación cambiaria. Crítico de los controles
cambiarios (”la palabra cepo quedó obsoleta”, dijo), su propuesta de avanzar
hacia una economía bimonetaria, en la que el peso y el dólar convivan para
hacer toda clase de operaciones, puede contemplar el desdoblamiento.
Con su particular
estilo, el principal asesor económico de Patricia Bullrich le explicó
a Infobae que “hay que darle marco legal a esa convivencia de
monedas”, que los argentinos ya pusieron en marcha hace rato. Detrás de eso,
Melconian propone “un régimen cambiario, que siempre decimos va a empezar en
Salita Roja para terminar en Harvard, y no al revés, porque ya salió mal”, en
relación a la desregulación total del gobierno de Mauricio Macri. El esquema
busca “la eliminación de las restricciones actuales y va a convivir con la
bimonetariedad. Cuando algún día esté en Harvard, eso va a ser libre y flotante
con reglas macro prudenciales para que no se pueda timbear”. El desdoblamiento
puede constituir ese paso previo en el inicio de una eventual gestión a su
cargo. |