Por Martín
Kanenguiser - El Fondo Monetario Internacional (FMI) criticó con dureza las
medidas adoptadas por el Gobierno luego de las elecciones al afirmar que
aumentan las fuertes dificultades macroeconómicas que afronta el país.
Además, aclaró que
la dolarización que propone el candidato Javier Milei exige
condiciones previas para funcionar en forma adecuada y no reemplaza las medidas
fiscales y monetarias que hay que adoptar para estabilizar al país.
En la conferencia
de prensa desde Washington que realizó su vocera, Julie Kozack, no
dio precisiones sobre la próxima revisión que debe enfrentar la Argentina para
recibir el próximo desembolso. Pero fue tajante sobre las decisiones adoptadas
por el equipo que dirige el ministro de Economía y candidato
presidencial, Sergio Massa, aunque el organismo haya perdido poder de
fuego al haberle desembolsado recursos al Gobierno sin que se hubieran cumplido
las metas del programa.
“La situación
económica de la Argentina sigue siendo muy difícil y compleja; la inflación es
muy alta y sigue aumentando; los colchones de reservas son bajos y las
condiciones sociales son frágiles”, afirmó Kozack.
“El paquete de
políticas acordado en la última revisión, la quinta y la sexta, tenía el
objetivo de salvaguardar la estabilidad a través de la reconstrucción de las
reservas, restablecer el orden fiscal y proteger a los más vulnerables”,
indicó. “La revisión del tipo de cambio junto con una política monetaria y
fiscal restrictiva son componentes esenciales del programa”, precisó.
Luego, advirtió: “Las medidas de política adoptadas exacerban las dificultades de la
Argentina”. Al respecto, aclaró que el organismo todavía evalúa su alcance.
“Estamos trabajando para entender mejor y evaluar estas medidas recientes
y la necesidad de adoptar acciones compensatorias que puedan
adoptarse para fortalecer la estabilidad y salvaguardar los objetivos del
programa al tiempo que no se exacerben las vulnerabilidades”.
“Nuestro objetivo
sigue siendo salvaguardar la estabilidad y proteger a los más débiles en estas
épocas difíciles”, indicó la funcionaria que previamente se desempeñó como
auditora de la Argentina en el inicio del programa firmado con el actual
gobierno.
Julie Kozack,
vocera del FMI (NA)
“Es de interés para
el FMI seguir trabajando con la Argentina con un consenso tan amplio como sea
posible para garantizar la estabilidad y la prosperidad del país”, afirmó. De
todos modos, no dio pistas sobre cuándo se realizará la próxima revisión. Tanto
el Gobierno como el Fondo optaron por postergar este análisis para después de
las elecciones de octubre y la eventual segunda vuelta en noviembre. “Es
demasiado pronto para especular cuándo se hará; es nuestro interés seguir
trabajando en forma estrecha con la Argentina”, reiteró Kozack sin salir de su
libreto habitual.
Cerca de Massa
retrucaron en voz baja las críticas del Fondo y afirmaron que “se deberían
haber preocupado cuando le dieron un crédito al gobierno de Macri en 28 horas”;
a la vez, saben que cualquier cuestionamiento de Washington en voz alta puede
ser un punto a favor del candidato en medio de la campaña electoral.
La opinión del
FMI sobre la dolarización
Cuando se le
preguntó sobre la dolarización que promueve Milei -que mantuvo un contacto virtual con
el staff del Fondo-
Kozack indicó: “La determinación del tipo de cambio es una prerrogativa del
país. Cuando hablamos de esto con los países nuestra preocupación es que la
política macroeconómica sea coherente con una transición ordenada entre tipos
de cambio”.
Además, expresó:
“Es importante garantizar la viabilidad de largo plazo del sistema cambiario
que se seleccione y en ese sentido la dolarización requiere pasos previos
importantes y no es algo que no reemplace una política macroeconómica sólida”.
El candidato
presidencial argentino Javier Milei, del partido La Libertad Avanza, sostiene
un póster que representa el billete de un dólar con su rostro, durante un acto
de campaña en La Plata, Buenos Aires, Argentina, el 12 de septiembre de 2023.
REUTERS/Agustin Marcarian
Tras la última
revisión en la que el FMI le giró el desembolso de USD USD 7.500 millones, el
organismo advirtió que el programa firmado por el gobierno de Alberto
Fernández en 2022 se ha “descarrilado” por el incumplimiento de las metas
acordadas. En paralelo, el Fondo pidió una serie de “acciones previas” al país
para concretar ese giro de dinero, como la devaluación del 20% adoptada tras
las elecciones primarias de agosto último.
La tensión entre
ambas partes se reflejó en la necesidad de la Argentina de tener que recurrir
al gobierno de Catar, a la CAF y al swap con China para pagarle un vencimiento
al organismo multilateral que integra desde 1956.
El calendario de
pagos contempla un pago el 6 de octubre por USD 1.280 millones, otro el 12 de
octubre por USD 640 millones y un tercero por USD 673 millones, el último día
de octubre. Pero el Gobierno pagará los USD 2.600 millones, todos juntos, el
último día de octubre, ocho días después de las elecciones; se trata de una
facultad que tienen los países deudores y que no altera el estatus del programa
de refinanciación.
El informe del
staff técnico de fines de agosto enfatizó que el programa necesitaba
un paquete de medidas para volver a funcionar, junto con la
devaluación, como una tasa de interés positiva en términos reales,
decisiones que refuercen la recaudación tributaria y una aceleración
del recorte de subsidios a las tarifas eléctricas. La mayoría de
En varios tramos
del extenso staff report, el organismo planteó cómo el
calendario electoral implicó una fuente adicional de tensión económica. “La
dinámica electoral ha complicado la formulación de políticas y ha
aumentado las incertidumbres. Los desvíos en las políticas reflejaron
restricciones políticas y consideraciones electorales, incluido el hecho de que
el ministro de Economía, Sergio Massa, también es candidato presidencial,
y las incertidumbres políticas se sumaron a las tensiones más recientemente”,
expresó, tajante. |